El doctor José María Martín Moreno, catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública por la Universidad de Valencia (UV) y asesor senior para programas de salud pública y sistemas de salud de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Europa fue el encargado de inaugurar el ciclo Soria Saludable, organizado por la Fundación Científica Caja Rural de Soria (FCCR). El experto reflexiona sobre las amenazas que suponen los virus, recordando que ya se había advertido de una pandemia como la de covid. Como ya se sabe lo que puede llegar... «hay que ponerse manos a la obra».

Como catedrático en Medicina Preventiva por la Universidad de Valencia, ¿nos ha pillado la pandemia desprevenidos? 

Los que estudiamos y trabajamos en el campo de las enfermedades y epidemias sabíamos que esto iba a pasar y lo habíamos anunciado incluso por escrito en infinidad de ocasiones. No sabíamos cuándo… pero sí que iba a pasar. Hemos clamado en el desierto, porque los gobernantes de nuestra sociedad consumista no consideraron una prioridad invertir en preparación y respuesta ante emergencias de salud… El resultado está ahí y esperemos que esta lección no pase sin sacar conclusiones. 

Usted, que ha dedicado toda su vida a la salud pública, ¿cómo se enfrentó a la situación que puso en jaque a toda la humanidad en 2020? ¿Qué labor realizó durante esos meses de más dureza para la OMS como asesor senior en la zona europea? ¿Qué momentos más duros recuerda?

Siempre me he guiado desde la máxima de que no hay que preocuparse, sino ocuparse… En este caso, lo primero que había que hacer en aquellos momentos era observar y proceder con el método científico ante una situación que hasta el momento era inédita. Observar con ojos abiertos y corregir errores como los dirigentes actuales de la OMS tuvieron cuando afirmaban que el virus solo se transmitía a distancias muy cortas, negando inicialmente la transmisión por aerosoles. O cuando se afirmó que las mascarillas había que reservarlas para los pacientes. 

A la vista de las evidencias generadas, tuvimos que insistir para que se cambiara esa posición inicial, que era perjudicial para la salud. En estos momentos, cuando veíamos que tantas y tantas personas perdían la vida o sufrían enfermedades graves que no sabíamos cómo prevenir fue particularmente duro…

¿Qué han supuesto las vacunas y cómo evolucionarán ante nuevas variantes que puedan ir surgiendo? ¿Qué supondrá el covid en unos años comparado con otras enfermedades infecciosas causadas por virus?

Las vacunas tienen enorme valor, pero no pueden resolverlo todo. La vacunación se enfrenta a muchos obstáculos más allá de las variantes de preocupación. En particular, sabemos que los virus pueden modificarse ligeramente a través de mutaciones que generen escape inmunológico. También que existe una inmunidad menguante entre los países con altas tasas de vacunación, especialmente en personas mayores, por lo que hacen falta dosis de refuerzo. 

Y, junto a ello, es preocupante el desperdicio de vacunas y la falta de equidad en el acceso a las vacunas en los países de bajos ingresos y… cómo no, la indecisión sobre las vacunas y una corriente anti-vacunas, que persiste en muchos países.

Cita con frecuencia al filósofo alemán Friedrich Nietzsche dicendo que 'Lo que no mata nos hace más fuertes'. ¿Podría decirse que se ha cumplido o somos más vulnerables? 

Es curioso cómo este tipo de frases o aforismos se autoperpetúan, y eso es porque reflejan la vivencia humana y atraviesan barreras de clase y época. En este caso, el aforismo que cita del filósofo Friedrich Nietzsche tiene mucho fundamento, pero es aún más útil si lo complementamos con éste otro de Eckhart Tolle, quien afirmó que 'La vida te dará la experiencia que sea más útil para la evolución de tu conciencia'. Ojalá esta experiencia sirva para que la humanidad salga más cohesionada y fuerte, pero eso está por ver… 

El primer susto llegó con el ébola, después el covid y la viruela del mono, ¿cómo se puede adelantar lo que esté por llegar? ¿Qué amenaza suponen los virus en la actualidad?

Reitero lo que afirmé anteriormente. Sabíamos y sabemos que esto volverá a pasar, aunque no sepamos exactamente cuándo… La propia OMS ya ha anunciado que vendrá la enfermedad X, con lo que quieren expresar el conocimiento de que una epidemia internacional será causada por un patógeno que actualmente se desconoce y que provocará una enfermedad en los humanos. Pues si lo sabemos, lo importante es ponernos manos a la obra. De la misma forma que sabemos que en algún momento habrá fuegos y debemos tener un buen plan de prevención de incendios y un buen servicio de bomberos para cuando se inicie un fuego a pesar del plan…

¿Qué papel cree usted que deben jugar los medios de comunicación en la medicina preventiva? ¿Debe reforzarse la presencia de expertos en salud en los mismos para que no haya malas interpretaciones?

Desde luego hay que buscar la mejor sinergia entre profesionales de la información y profesionales de la salud. El reto consiste en encontrar el equilibrio que nos permita estar alerta, a la par que se evita la alarma que también causa sufrimiento.  Además, hay que 'vacunar' a la población contra la pandemia de incertidumbre. El ingrediente único de esa medicina es la transparencia, con información y formación veraz y rigurosa…

En la era de las fake news y los bulos, ¿qué consejos ofrecería al ciudadano de a pie respecto a temas de salud? 

Sabemos que la covid-19 ha afectado a la salud y provocado sufrimiento no solo a través de los efectos del propio virus, sino también del colapso del sistema sanitario y la crisis económica generada… y también a través de la denominada 'Infodemia', el exceso de información muchas veces no fiable y que hace difícil distinguir lo verdadero e importante de lo falso y trivial. Es fundamental dar más verosimilitud a las fuentes fiables y no reenviar noticias o bulos que no sean de fuentes dignas de credibilidad.

¿Qué influencia tiene el cambio climático en la salud y, por ende, en labor de la medicina preventiva?

El cambio climático afecta a la salud pública de muchas maneras. Hay efectos directos e indirectos, así como los que se producen de forma inmediata y los que se dilatan en el tiempo. El tema es complejo, pero por resumir digamos que los episodios meteorológicos extremos se encuentran ya entre los principales impactos del cambio climático que afectan a la medicina preventiva y a la salud pública. Además, podemos decir que con el cambio climático es previsible que aumente la mortalidad relacionada con las olas de calor y las inundaciones, especialmente en Europa. 

Y eso sin olvidar los cambios en la distribución de las enfermedades transmitidas por vectores (como, por ejemplo, los mosquitos transmisores de malaria o el dengue…) que también afectarán a la salud humana y para lo que hay que estar preparados.

Hemos hablado de la pandemia y del cambio climático, pero hay otros muchos aspectos como el cáncer, la nutrición y la salud mental que deben marcar los pasos a seguir en medicina preventiva. ¿Cómo se debe avanzar en la actualidad en todos estos aspectos?

Desde luego que hay que fomentar la promoción de la salud y la medicina preventiva. Un estudio reciente mostró que más del 90% de los casos de diabetes tipo 2 se podían prevenir si siguiéramos simples pautas de conducta: no fumar, no consumir alcohol (o hacerlo de forma moderada), realizar actividad física y seguir una dieta sana. Sobre esta última, es importante tratar de seguir la Dieta Mediterránea tradicional, como propugna con gran entusiasmo el doctor Juan Manuel Ruiz Liso, director de la Fundación Científica Caja Rural de Soria. Y, junto a medidas de educación sanitaria para la dimensión conductual, son fundamentales las acciones poblacionales estructurales, con regulaciones, impuestos a lo insano y subsidios a lo saludable. Así avanzaremos a una sociedad mejor.

¿Cómo deben ser las políticas de salud y qué factores son los principales a tener en cuenta?

En los últimos años ha habido extraordinarios avances técnicos e innovaciones para la salud que permiten prevenir, diagnosticar precozmente y tratar mejor las enfermedades. Es fundamental apostar por la medicina preventiva e invertir más en preparación e investigación. Y recordar que, aunque sabemos que la salud no lo es todo, como hemos aprendido durante la pandemia, 'Sin salud… todo lo demás es nada'.