Desde que en el año 2017 Alexis Rosa dio el salto a la categoría absoluta del judo español, el soriano siempre ha estado con los mejores del país. Plata en 2017, oro en 2018, plata en 2020 y bronce en 2022, es el bagaje de un deportista que nunca ha dejado de estar en 'la pomada' por una medalla.  «Realmente los dos años que no la conseguí perdí el combate por el bronce, eso deja claro que nunca me he bajado de los cinco primeros de España», comenta el propio judoka.

Con un currículum de este calibre, todo hace indicar que Alexis debería estar cada temporada en algún campeonato internacional, pero eso no es así. La dura realidad de un deporte como el judo hace que económicamente sea inviable el poder acumular suficientes puntos en el circuito para aspirar, al menos por el momento, a un Europeo o un Mundial. «Si hablamos de ciclo olímpico, no hay ni dinero, ni creo que tenga todavía el nivel suficiente», reconoce con humildad.

A pesar de todo, el amor por su deporte, su trabajo constante y una evolución en positivo más que evidente, hace que no se pueda perder de vista a Alexis Rosa. «Yo sigo trabajando, entrenando al máximo por mejorar y compitiendo con todo lo que tengo para seguir estando entre los mejores de España», avisa. Si se tiene en cuenta una trayectoria con muchos momentos clave en el último lustro, todo  hace pensar que puede llegar mucho más lejos.

El Viaje. Hace ya 9 temporadas, y como tantos otros, Alexis Rosa salía de Soria buscando mejorar en su deporte. El judo lo llevaba a Galicia, después a Valencia, posteriormente al CAR de Madrid y, tras perder la beca en un 2021 sin medalla, al club Dojo Quino de Brunete. «Este año me han acogido y estoy muy agradecido tras perder la posibilidad de estar en el Centro de Alto Rendimiento», reconoce.

En todo ese tiempo hubo una temporada en la que parecía que podía llegar ese salto internacional. En el año 2018 se proclamaba campeón de España en -81 kilos, tenía por entonces 22 años y un futuro prometedor por delante. «Gané además una prueba del Open Panamericano en Lima», recuerda con cariño. Comenzaba a sumar sus primeros puntos, pero de nuevo el dichoso dinero impedía plantearse alguna cota más alta. «Conseguir un oro me supuso 2.000 euros de la Xunta de Galicia (entrenaba allí por entonces) y poco más», detalla Rosa. Las cifras en comparación con otros deportes son llamativas.

Con el paso del tiempo y llegados a 2022, Alexis Rosa es muy realista. «Este deporte es así y el bronce de este año apenas tiene un incentivo económico», aclara. A pesar de ello ya se plantea competir en alguna prueba del circuito mundial. «Tengo que ver dónde y cuándo se realizan y hacer números, si cuadra, quiero estar en alguna de ellas», añade.

Así es el judo para el soriano, una pasión que complementa con su trabajo, no es a tiempo completo ni cuenta con todos los medios necesarios para explotar todo su potencial, pero seguirá en la pelea, combatiendo, buscando cualquier posibilidad que le ha seguir creciendo como judoka. Si hay un mínima opción, Alexis la agarrará.