Ahora sí, las fiestas de San Juan 2022 están garantizadas como mandan los usos y costumbres, con sus doce parejas de jurados voluntarios en sus doce cuadrillas. Tras dos años en blanco, los actos sanjuaneros vuelven y lo hacen, pese a los peores temores, manteniendo la tradición intacta. 

Sobre la bocina, se lograban completar este miércoles las doce parejas que ejercerán como alcaldes de barrio este año, lo que permitirá que «las mejores fiestas del mundo, nuestras fiestas de San Juan, tendrán otra vez doce cuadrillas con sus correspondientes parejas de jurados y juradas». Palabra de alcalde, que desde Nueva York celebraba la noticia a través de las redes sociales. Es muy probable que, entre discurso y discurso de la Asamblea Mundial del Consejo Gobiernos Locales y Regionales Unidos en la que participaba, se le escapara alguna sonrisa de alegría a Carlos Martínez. Porque el tic tac del reloj ha sido la 'espada de Damocles' desde mediados de marzo, cuando seis jurados renunciaron al cargo por el temor a un San Juan descafeinado por la pandemia. Desde entonces, el tiempo ha jugado en contra, pero los doce santos de cuadrilla parecen haberse aliado para hacer el milagro. 

Desde 2020 llevan esperando su momento los jurados de La Cruz y San Pedro, Daniel Andrés del Río y Natalia Andrés del Río; de la Mayor, José Ignacio Pérez Díez y Susana Pérez Romera; de Santiago, Avelino Gallardo García y Idoia Gallardo Diez; de El Salvador, Alberto Molinero Blázquez e Isidora Blázquez Pérez; de Santa Bárbara, José Luis Berlanga Chico y Adela Rodrigo Castrillo; y de La Blanca, Eloy Lafuente Fuentelsaz y Silvia del Río Jiménez. Su espera ha sido larga, demasiado, pero en ninguna de las seis cuadrillas ha decaído la ilusión y esta semana ultimaban los preparativos para, por fin, poder dar el 'sí' a sus fiestas.

Tras la renuncia en bloque de la mitad de los voluntarios a apenas dos semanas del Sorteo, comenzó el desafío. Tan solo tardaron unos días en animarse María Luis Romero y José Andrés Bacho para ser jurados de San Miguel, y eso que todavía tenían reciente la experiencia de 2015, cuando fueron jurados en La Blanca. Se quedaron con el 'gusanillo' de ser en su barrio y, este año de 'crisis' de jurados, decidieron asumir el reto. 

Diez sillas vacantes (cinco parejas) hubo en el Palacio de la Audiencia durante el Sorteo pero, dos días después, Virginia Ajenjo y Alberto Pascual las reducían a ocho tras presentarse en el Ayuntamiento para ser jurados de San Esteban. 

El Rosel y San Blas lograba sus jurados el 16 de abril, cuando Alberto Gómez Arenas y Mayte Catalina Sánchez tomaban las riendas. 

El pasado fin de semana daba la sorpresa San Juan. Dos vecinos del barrio, Álvaro Borque y Ana Belén Melendo, daban un paso al frente para «no dejar al barrio sin fiestas». 

El martes las buenas noticias llegaban para Santo Tomé, San Clemente y San Martín. José Ramón Borque y Olga Molina se animaban a ser jurados del barrio. El miércoles, pasadas las ocho de la tarde, llegaba la noticia más esperada por los sanjuaneros:Santa Catalina tenía jurados. Justo Aldea y María José Marco eran los encargados de completar el círculo, lo que permitirá que este sábado estén -por fin- las 24 sillas ocupadas de las doce cuadrillas en el Palacio de la Audiencia, donde se celebrará el Nombramiento a partir de las 20.00 horas. Y por la noche, vuelven las verbenas sanjuaneras, en la plaza Herradores y en el Tubo. 

el vino listo. Y este domingo... la bota volverá a correr en cada local de cuadrilla a partir de las 18.00 horas en el Catapán, la asamblea vecinal donde los sorianos darán el 'sí' a las fiestas de 2022, unas fiestas históricas por lo que representan tras dos años anuladas. A pesar de la premura con las que algunas cuadrillas han tenido que preparar el acto, todo estará listo. De hecho, según explican varios jurados de los que llevan apuntados desde el principio, algunos encargos se han hecho en grupo para las doce cuadrillas con la «confianza» de que «se completaran todas». 

No faltará el vino. En las bodegas de Soria hace ya días que lo preparan para atender las demandas de las cuadrillas. En Vinos Rangil su vino tinto dulce se había servido este miércoles a dos locales, una cifra que varía por años. «Si yo fuera jurado, probaría todos los vinos y, al final, elegiría», invita Jesús Gómez, quien asegura que los teléfonos de Rangil  estarán operativos para poder atender cualquier demanda de los jurados. Sobre la cantidad de vino que se beberá, todo dependerá del ánimo de sorianos y cuadrillas, de las ganas de fiesta, de la participación... pero, también, de la climatología. No obstante, apunta Gómez, la cantidad de vino que se abastece depende de si son cuadrillas céntricas, donde generalmente suelen tener más afluencia, o de las afueras, y puede rondar de los 300 a los 500 litros. 

También en Vinos Lázaro viven con «alegría» la «vuelta a una situación 'normal'». Ellos han atendido también a dos cuadrillas a las que sirven su «vino tintillo dulce de siempre», el mismo que venden todo el año, insiste Pilar Pérez, quien asegura también que va a estar disponible para «ayudar» y cubrir cualquier imprevisto con el vino que pueda surgir en las cuadrillas, a las que se atiende con entre 200 y 400 litros, según demanda. 

No hay restricciones covid más allá de la prudencia y responsabilidad individual, por lo que correrá la bota de mano en mano por las cuadrillas, así como las bandejas de queso, pan y bacalao. Porque, ahora sí, la fiesta arranca y, ahora más que nunca, solo queda decir... ¡Salud para cumplir!