Un retraso hasta enero del inicio de las ligas del fúbol no profesional comprometería muy seriamente la supervivencia de los clubes. Este 'globo sonda' lanzado en los últimos días, que afectaría desde la Segunda B hacia abajo, el llamado fútbol aficionado, ha sentado como un tiro en el ambiente futbolístico. En primer lugar, quieren diferenciar entre la Segunda B, con equipos con estructura profesional como el propio Numancia, y los equipos más modestos de Tercera, Regional o Provincial. Según señala Juan Carlos Aguilar, segundo entrenador del Almazán, de tercera División, esto comprometería la supervivencia de muchos clubes. "Lo ideal sería que encontraran una solución intermedia para retrasar el inicio de las ligas, por ejemplo a finales de octubre, pero no para enero". "El problema lo tienen sobre todo los equipos con estructura profesional. En nuestro caso se añade aún más incertidumbre. Está el tema de abonos. No se puede hacer campaña, además de la situación en la que quedan futbolistas y técnicos". En este sentido, Aguilar llama la atención sobre la situación en que queda la formación. "Si a los más jóvenes no les permiten ni competir ni entrenar hasta enero sería un desaste", señala. Aguilar comprende, de todas formas, que las autoridades tienen una difícil papeleta y que todo dependerá de la evolución de la pandemia.