Cuadrilla La Blanca: la ilusión por bandera

A.I.P.
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Los jurados ponen de relieve la entrega de su equipo y del vecindario

Cuadrilla La Blanca: la ilusión por bandera - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Eloy Lafuente y Silvia del Río no han cejado en su empeño de ser jurados. Aunque cuando se apuntaron para ser alcaldes de barrio en 2020, su deseo era representar a la Cuadrilla del Salvador, en el sorteo entre varios candidatos no lo consiguieron, pero dieron un paso al frente para tomar las riendas de La Blanca. Llegó en marzo de hace dos años la pandemia, paralizaron todos los preparativos (ya contaban con los músicos y con el cocinero) y durante este periodo de crisis sanitaria no volvieron a pensar en las fiestas. El jurado admite que al principio de este año, seguramente por el elevado contagio de la sexta ola, tuvo «dudas» por la incertidumbre que se planteaba de cara a la celebración de los sanjuanes. Una vez se confirmó que habría fiestas, la gran ilusión de la jurada disipó la mínima vacilación ante la posibilidad de no continuar. 

Han vivido las fiestas como peñistas -Eloy fue presidente de Los que faltaban- y también en 2016 estuvieron en El Salvador, cuando unos primos de la pareja fueron jurados. «Vivir las fiestas en una cuadrilla no tiene nada que ver», coinciden. Y, además, en esta ocasión merece el esfuerzo de tomar las riendas de un barrio. «Después de más de dos años de pandemia, este año es muy especial», pone de relieve la jurada.

Aunque estaban apuntados para las fiestas de 2020, realmente los preparativos los retomaron, como casi todos excepto los últimos que se incorporaron, a partir de esta primavera. Han podido recuperar a los músicos y al cocinero, pero para lo demás han partido de cero, como la mayoría. «A día de hoy no tengo ni traje para el Miércoles El Pregón [...] Pero tenemos un equipo de cuadrilla maravilloso», confiesa Silvia. «Son un diez», apostilla Eloy.

No olvidarán El Catapán. «Fue muy emocionante» comprobar cómo la gente tiene ganas de celebrar, cómo respaldaron a todas las cuadrillas. Y eso se nota también a la hora de entrar en fiestas. Aún falta para el inicio de los festejos, pero prácticamente en La Blanca han recabado idéntico apoyo al de años precedentes. En particular del vecindario de mayor edad. «Es increíble ver que gente que ha perdido a su pareja en la pandemia te dice que paga la tajada entera. O una vecina que no es de esta cuadrilla y vino expresamente al local para apuntarse porque nos veía todos los días desde su casa. Y tenemos quien ha pagado hasta cuatro tajadas por los años que no ha habido fiestas», sintetiza Silvia.

A la jurada le gustaría ser pregonera [este viernes se decide quién lo será]. Pueda o no cumplir su sueño, el mensaje que lanza a los sorianos y a sus vecinos es claro: «No somos una cuadrilla cerrada, estas puertas siempre están abiertas, para todo el mundo [...] Nos equivocaremos, pero lo hacemos todo con muchísimo cariño e ilusión».