Concluida prácticamente la parte «más costosa» de la obra, la consolidación y compartimentación interior del espacio y el arreglo de las cubiertas, los trabajos de rehabilitación de la antigua iglesia del convento de Santa Clara, en el barrio del Calaverón, entran en una fase decisiva en la que, asegura la concejala de Obras, Servicios y Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Soria, Ana Alegre, empezarán a verse avances de forma inmediata. 

Con el 25% ya certificado de un proyecto que asciende en total a 1,9 millones de euros, la remodelación ha comenzado con las labores de fontanería, climatización e instalación del sistema eléctrico. «Las obras van a buen ritmo», insiste Alegre, y a partir de ahora los avances comenzarán a ser más visibles. La empresa Bauer es la encargada de ejecutar los trabajos que se retomaron el pasado verano tras tener que replantear el proyecto inicial al aparecer unas tumbas antiguas que el Consistorio soriano quiso conservar e introducir en el propio discurso expositivo de esta antigua iglesia, que tendrá un uso cultural.   

De hecho, la entrada al futuro espacio cultural se efectuará teniendo en cuenta este descubrimiento arqueológico. La puerta de acceso al recinto se habilitará entre los dos últimos contrafuertes de la nave. Justo en esa zona de entrada se instalará una pequeña exposición sobre la historia de este templo que se remonta al año 1286, cuando las monjas clarisas se establecieron en este punto intramuros de la ciudad. Las dos tumbas halladas serán las piezas principales de esta musealización. Serán visibles «a través de un cristal», explica la responsable municipal de Obras, Servicios y Medio Ambiente. 

«Lo importante», añade Alegre, «es que va a ser un edificio emblemático que va poder disfrutarse» y convertirse en un atractivo para el barrio. De hecho, apunta la edil, será el elemento principal sobre el que se articule una reestructuración del parque que lo rodea hacia el Sur y, en cierta forma, también del plan de recuperación y embellecimiento del Calaverón en el que el Ayuntamiento de la capital ya está trabajando.

La eliminación del seto que dividía el perímetro acotado a la Delegación de Defensa de Soria (cuyo traslado a un local municipal de la avenida Duques de Soria está ya muy avanzado, según Alegre) no será el único gran cambio que afecte a esta zona verde. 

Un parque más accesible. Los presupuestos municipales para el año 2023 contemplarán una partida dedicada a mejorar la accesibilidad del parque y a hacerlo «más abierto», con más «entradas» y puntos de acceso, así como una reestructuración de usos, confirma Alegre.

El fin de las obras en la antigua iglesia que se financia con cargo a los fondos europeos estructurales de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (Edusi) está previsto en torno a principios del año que viene. En este sentido, la concejala de Obras y Servicios en el Consistorio de la capital se muestra optimista con los plazos. Las obras se ejecutan «a buen ritmo», reitera. 

Con la estructura interior ya muy avanzada (la plataforma del coro, el ascensor que dará acceso a las plantas superiores de la nave), en estos días se están ultimando los detalles de servicios como el suministro eléctrico, ya que el proyecto marca la instalación de muchos puntos de luz. La intervención arquitectónica es muy respetuosa con la edificación original. Se busca que los elementos añadidos sean livianos y que no compitan con la hermosa línea de las bóvedas de crucería, así como con la decoración original de este templo que, después de 188 años, volverá a contemplarse como lucía originalmente antes de que el inmueble se habilitara como cuartel en el año 1834. La concejala de Obras y Servicios está convencida de que va a suscitar mucha curiosidad «porque es un lugar que no se conoce».