Silvia Garrote

JALÓN POR LA VEGA

Silvia Garrote

Periodista


La joya de la corona

26/11/2022

Si de algo estábamos orgullosos hace unos años, escasos años, era de nuestro sistema sanitario. Aún en la provincia de Soria, conociendo las carencias de especialistas y de determinados servicios, nuestra idea general era la de que estábamos relativamente bien atendidos. Les hablo de mi propia sensación y la de mi entorno, que, en términos relativos, es bastante significativa, porque me rodean opiniones de todas las edades, de Soria capital, el medio rural, sanitarios y pacientes. Y a todos nos ocurre lo mismo. De unos años a esta parte, tenemos la sensación de que el sistema sanitario ha desmejorado de una manera alarmante. Les hablo de la Atención Primaria, no ya de las interminables listas de espera para que te visite un especialista.

Hoy en día, lograr una cita con tu médico de cabecera, ese al que necesitas hoy, y no dentro de una semana, es tarea imposible. Incluso lograr hablar por teléfono con él/ella es una entelequia. Yo me pregunto qué está ocurriendo aquí, porque no logro entenderlo del todo. Así que en esta reflexión de hoy planteo preguntas que nos hacemos muchos y que, imagino, no tienen una respuesta sencilla. Supongo que interviene la falta estructural de médicos y el resto de personal sanitario, sus precarias condiciones laborales, las prioridades de gasto de los gobiernos regionales, el escaso interés por lo público, una complicada organización para toda una Comunidad y un etcétera en el que se mezcla lo político con lo administrativo y lo laboral. Con todo, algo más está pasando para que llames al médico, te dé cita un contestador automático para dentro de cinco o seis días y, una de dos: o el mal se te pasa solo, o terminas acudiendo a Urgencias, haciendo un mal uso de este servicio. Esto, por la parte de los pacientes. La falta de agilidad en el servicio afecta también a las empresas, que ven cómo se alargan las bajas laborales, con el perjuicio que eso conlleva.

Doctores tiene la iglesia, y nunca mejor dicho en este caso, pero no es de recibo que en la provincia más escasamente de España la atención sanitaria haya caído en picado como lo ha hecho en Soria y la administración no se plantee una reestructuración de un sistema que, claramente, está funcionando mal. Hay consultas que hay que hacer en el día o, como mucho, al día siguiente. Hay consultas que pueden ser atendidas por teléfono y otras que requieren sí o sí, de presencialidad; pero tal y como está concebido ahora mismo el sistema de citas, el colectivo médico de Atención Primaria está saturado, los pacientes mal atendidos y las Urgencias, desbordadas. ¿Quién sale ganando en esta fiesta? ¿Se trata únicamente de falta de recursos o también de organización?

Admito que es más fácil culpar a la administración que gestiona que a los propios usuarios del sistema, que en ocasiones hemos caído en un abuso o uso indebido de la Atención Primaria, por un lado, y por otro, nos quejamos siempre de lo que nos ocurre hablando entre amigos o en familia, pero no denunciamos formalmente de lo que no funciona. De esta manera, los números hablan de que todo marcha estupendamente, cuando la realidad es otra bien distinta. Entre todos nos cargamos la joya de la corona y a ver luego cómo la reponemos.