A la carrera fiscal de las instituciones a todos los niveles se suma en la provincia de Soria (también en Teruel y Cuenca) el esperado despliegue de las ayudas de funcionamiento para empresas con el objetivo de consolidar el tejido productivo y fijar población a través de la reducción de los costes laborales, tal y como aprobó la Comisión Europea en el nuevo Mapa de Ayudas de Finalidad Regional. Así las cosas, la medida respaldará la consolidación y creación de empleo a través de una reducción del 5% en la cotización por contingencias comunes de las empresas en todos los contratos indefinidos existentes en el ámbito provincial, del 15% en los nuevos y del 20% también en los nuevos empleos indefinidos en empresas situadas en municipios de hasta 1.000 habitantes.
Sin embargo, para la patronal soriana, a expensas de que puedan mejorarse las medidas en la aprobación definitiva de los Presupuestos Generales del Estado (PGE), una reducción del 5% en la cotización por contingencias comunes es insuficiente. «Puede ser hasta el 20%. Habrá que ver en cuánto se quedan esas cantidades», advierte la directora general de la Federación de Organizaciones Empresariales Sorianas (FOES), María Ángeles Fernández. Recuerda que estas ayudas de funcionamiento están pensadas para «compensar» los sobrecostes de las empresas ubicadas en lugares despoblados. «Así que todo dependerá de las cantidades. Si son interesantes repercutirán en la competitividad de las empresas, en el territorio y en los trabajadores. Si, al final, es una cantidad ridícula no se notará nada», argumenta.
En este sentido, Fernández puntualiza que ese 5% anunciado por el Gobierno del presidente Pedro Sánchez se queda en apenas un 0,8% de los costes laborales, ya que la cotización de contingencias es del 23,6%. «En un cálculo que hemos hecho se quedaría en ese 0,8% y hasta el 20% la diferencia es abismal. A ninguna empresa le va a suponer mejoras y no va a repercutir en nada, ni en los trabajadores ni en el desarrollo empresarial. Sería alrededor de 21 euros por trabajador al mes, lo que es insignificante», sostiene.
Ante este escenario, avisa la directora general de FOES, ya ha habido empresas que se han dirigido a la federación y les han trasladado que por esas cantidades no van a solicitar las ayudas. «No sabemos cuál será la operativa, pero aseguran que no les merece la pena», añade.
Por todo ello, Fernández insiste en que para que las ayudas tengan el efecto buscado el porcentaje tiene que aumentar y confía en que, finalmente, así sea. «Todavía hay tiempo, ahora se están negociando los presupuestos y es una cuestión de dinero», subraya. En cualquier caso, admite que ya es un hito que se pongan en marcha, independientemente de la cantidad, por lo que sostiene que es el momento de conseguir ese incremento.
«Hemos recibido muchas llamadas y correos de empresas interesadas y preguntando cómo va a ser, pero por ahora no deja de ser un anuncio, no hay más información. Las empresas están expectantes y lamentan que las cantidades sean insuficientes. Hay decepción y, a la vez, expectativa», significa.
Por otra parte, la directora de FOES apela a que la Junta de Castilla y León aplique, de otra forma, las ayudas a las empresas, en este caso, para minimizar los gastos corrientes, al igual que, a su juicio, las administraciones locales pueden hacerlo. «Siempre que no se supere el 20% de los costes laborales totales, hay fórmulas. Si Soria tiene una situación especial, todos tienen que apostar», zanja.
desde el gobiernoNUEVAS EMPRESAS
Preguntado por las posibilidades que existen de que el porcentaje de las ayudas de funcionamiento se incremente en la cotización de contingencias comunes, el diputado del PSOE, Javier Antón, pone de manifiesto que esta medida «premia» a las nuevas empresas que se instalen en la provincia de Soria. «En lugar de quedarse con ese 5%, que a algunas empresas ni les hace falta, hay que poner en valor el 20% para las que vengan, porque es una oportunidad de futuro. Serán mucho o poco esos seis millones de euros, pero hay que aprovecharlo, porque otras provincias que no lo tienen consiguen atraer a empresas importantes», asegura.
Además, Antón resalta que no se trata de una fiscalidad diferenciada, ya que esta definición puede ser «perjudicial» para Soria, Cuenca y Teruel, al poder entenderse como un agravio respecto a otros territorios. «Hablamos de ayudas del Estado para converger en mejorar la calidad de vida y luchar contra la despoblación. Es un mecanismo supervisado por Europa y el objetivo tiene que ser atraer empresas», concluye el representante socialista en el Congreso de los Diputados.
Cabe recordar que las ayudas de funcionamiento, permitidas dentro del marco comunitario, se instrumentan a través de una reducción de las cotizaciones empresariales a la Seguridad Social en los contratos indefinidos existentes y en los nuevos que se firmen, con mayor intensidad en los municipios de hasta 1.000 habitantes.
Las tres provincias, Soria, Cuenca y Teruel, que pueden acceder a estas ayudas son las que tienen menor densidad de población de España, por debajo del umbral de 12,5 habitantes por kilómetro cuadrado. Con esta medida se pretende respaldar la consolidación y la creación de empleo y equilibrar el modelo de desarrollo territorial.