Raquel Merino, Rubén Duro y Elena Palacios, de San Pedro Manrique, Villar del Río y Yanguas, respectivamente, decidieron hace 16 años poner en marcha la empresa de turismo Sendas Vivas en base a su afición por el campo y el monte y confiando en el potencial turístico de su zona, a la que se sienten muy enraizados. Aunque tienen otras profesiones, esta iniciativa de turismo activo y naturaleza la consideran un hobby pero quieren contribuir a que su comarca se promocione y se conozca tanto como otras. En un primer momento recibieron ayuda del grupo de acción local Proynerso y poco a poco se han hecho un hueco en el sector organizando actividades de ocio y tiempo libre. 

De esta manera, comenta Raquel Merino, han participado en actividades desarrolladas en las temporada de otoño e invierno de la Mancomunidad de Tierras Altas, como las relacionadas con el acebo (Feria de Oncala) y la micología, pero también en las jornadas de la Trashumancia a final de la primavera, como apoyo y logística. Ahora se hacen cargo de las visitas guiadas a Valdelavilla, complejo propiedad de Caja Rural de Soria donde se graba la serie El Pueblo. «Empezamos en noviembre y hemos terminado el 30 de abril. Han pasado en torno a 9.000 personas atraídas por la serie», explica Raquel, aunque ahora han vuelto a grabar y no hay visitas. Además, en aquel pueblo se instaló un punto de información turística en el que se orientaba a los visitantes sobre los recursos de la comarca a tener en cuenta. Para ellos, es una satisfacción haber podido crear dos empleos, de los guías de estos recorridos por el pueblo. Ellos les cuentan la historia de la reconstrucción tras quedar despoblado, de cómo funcionó como complejo hostelero y para aprender inglés en cursos intensivos, explica Merino, hasta convertirse en un plató para la serie, ya que se alquila para ello a Caja Rural de Soria, que es la propietaria.

Ahora Sendas Vivas, tras finalizar lo que ellos consideran temporada alta, organizará cada fin de semana una actividad, como rutas al hayedo de Diustes, el despoblado de Vea, los valles del Cidacos y el Alhama... De todos estos años con Sendas Vivas hacen un balance «muy positivo»,  sobre todo por el apoyo de administraciones y asociaciones de la zona para organizar actividades. «Más difíciles» son las ofertas personalizadas para grupos reducidos. El recurso de Valdelavilla, reflexiona, ha animado mucho el turismo en la zona, sobre todo en cuanto a restauración.