«Hay demasiados casos, demasiados ingresos hospitalarios y demasiados muertos, y hay razones para estar preocupados. Hablar de normalidad en estos momentos no es lógico. Se debería considerar la situación de forma seria y la pandemia requeriría una mayor atención desde el punto de vista de la salud pública». Las palabras son del presidente del Colegio de Médicos de Soria, José Ramón Huerta, que esta semana se reunía con sus 'colegas' en la cita que celebran todos los meses para analizar la situación sanitaria de la provincia.

Tajante, directo, serio y, sobre todo,«preocupado», el portavoz de los médicos en Soria recuerda que «en estos momentos muere una persona al día derivado de todo esto», es decir, de la última onda epidemiológica que explotó tras las fiestas de San Juan, por lo que considera un despropósito «decir y creer que hay normalidad». «No es cierto que haya normalidad», reitera, al tiempo que urge afrontar la pandemia «desde el punto de vista de la salud pública» y, en este sentido, «recomienda» adoptar de nuevo medidas preventivas. Urge 'recuperar' -al menos- dos gestos, considera: «Es necesario mantener la distancia social en lugares concurridos y utilizar la mascarilla en interiores». Porque, avisa, ni estamos todavía ante una epidemia ni se ha 'gripalizado' el virus y, muy al contrario, «la pandemia sigue» y «en el 2023 no se va a acabar esto». El comportamiento del virus en estos dos años y medio de pandemia ha dejado en evidencia su capacidad para mutar y, con ello, resistir, especialmente en «aquellas zonas que están infravacunadas o no vacunadas», como Sudáfrica o la India, de donde han llegado las últimas variantes. Precisamente por ello, Huerta insiste en un mensaje que viene repitiendo desde hace ya tiempo, solidaridad en la vacunación.

Urgencias, «sobrepasados».  En la reunión celebrada este miércoles en el Colegio de Médicos de Soria se analizaron los datos epidemiológicos y la presión asistencial registrada en las últimas semanas en la provincia y, en base a ello, Huerta admite que «es cierto» que ahora los cuadros son generalmente más leves y asintomáticos, y «la mayoría de los casos tienen una evolución benigna» pero, insiste, «el hospital está desbordado, el fin de semana murieron nueve personas y tres la semana anterior, hay muchos casos en las residencias, en Urgencias están al límite, hay problemas en Atención Primaria porque, además, los profesionales también se han contagiado y eso ha supuesto una sobrecarga de trabajo ya que ha aumentado la demanda...».

Los profesionales sanitarios están «al límite» pero, admite el presidente del Colegio Oficial de Médicos, la situación es especialmente preocupante en Urgencias del hospital Santa Bárbara. Porque allí el incremento de actividad provocado por la séptima ola y por el aumento de población que se registra en Soria en verano ha venido acompañado además de una situación deficitaria en la plantilla:«No está al completo porque ha habido jubilaciones, bajas, hay puestos sin cubrir... y, además, la situación se ha visto agravada por las bajas derivadas de los profesionales que se han contagiado por el virus, de modo que la pandemia en Urgencias ha venido a poner la guinda a una situación ya desbordada y los profesionales sanitarios están sobrepasados», sintetiza. Hay una «sobrecarga» de trabajo y urge adoptar medidas porque allí el escenario es «el peor de los posibles» y, al final, acarrea un exceso de trabajo para los profesionales pero, también, afecta a la calidad asistencial. Sobre el efecto covid en Urgencias, concreta, ha habido más actividad por la gente con el virus que precisa atención especializada pero, sobre todo, porque «hay mucha gente que acude con otras patologías y, al hacerles el estudio (PCR), se detectada que son positivos». Estas situaciones, concreta, representan en torno al 50% de los casos y son el resultado, en parte, de unas fiestas sin restricciones.

El 30-50%, «ni se enteran». Desde el Colegio insisten en hacer una llamada a la sociedad para que hagan «un uso racional» del servicio de Urgencias pero, también, para adoptar medidas que frenen la transmisión del virus porque, recuerda el presidente, «con la primera variante un contagiado podía infectar a entre una y tres personas, pero con estas variantes de ahora una persona puede infectar a más de 18». Además, alerta, hay muchos casos leves o asintomáticos que no se han diagnosticado. En concreto, se cree que «entre el 30 y el 50% de los casos ni se declaran», especialmente en San Juan cuando, denuncia, se vivió un caldo de cultivo peligroso. «Pero la posibilidad de contagio está ahí», insiste. Por ello, urge que se adopten medidas de protección, especialmente a los más vulnerables, ya que «los pacientes crónicos, de residencias, los pluripatológicos... son los que más les está afectando el virus de nuevo y son nuestros padres, abuelos...». «Hay que ser responsables y tener conciencia porque la situación no es para despreocuparse. Hay que seguir con medidas de control», sentencia.