El Zarrón vuelve a Borobia por Carnaval

Ana Pilar Latorre
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La fiesta se extendía durante toda la semana, pero después se mantuvo el Domingo de Piñata, con el protagonismo de los quintos y los zarrones

El Zarrón vuelve a Almazán por Carnaval

Los vecinos de Borobia llevan trabajando desde octubre en la rcuperación de los antiguos trajes de zarrones, protagonistas junto a los quintos de la celebración del Carnaval. Se estrenarán durante las fiestas de este año, el segundo fin de semana de marzo. Se trata de nueve indumentarias que «intentan mantener la esencia del traje antiguo, aunque con algunas variaciones, y con piezas tan originales como la espaldera de piel de cabra, los cencerros y las cestas que cubren la cabeza, de mimbre y con cuernos también de cabra», apunta Pili Gonzalo, madre de quinta y de la Asociación Cultural la Raya. Todo se ha confeccionado y se ha encargado para la ocasión y los trajes pasarán a ser de la asociación. 

La vestimenta se completa con camisa, pantalón, medias de lana y abarcas. En conjunto, una figura «esperpéntica» y cuya misión es sembrar el miedo, que volverá a las calles de la localidad con una indumentaria muy similar a la original. De esta manera, los vecinos se han volcado en la recuperación de la tradición popular. 

Este año el Carnaval, como es tradición, se celebrará los días ocho y nueve de marzo. Y es que antiguamente, la fiesta se extendía durante toda la semana de Carnaval y giraba en torno a la figura del zarrón. «Los mozos del pueblo salían así disfrazados, con sus polainas y cencerros, y llevaban y saco de paja que arrojaban al público», explica Pilar Gonzalo. 

Con la despoblación, comenzó a celebrarse, sobre todo, el Domingo de Carnaval o Domingo de Piñata, cuando los quintos se preparaban antes de ir a la mili, por lo que la fiesta se estableció el segundo fin de semana de Carnaval, tras la celebración del Miércoles de Ceniza, aunando tradiciones.

Son los quintos, chicos y chicas que cumplen 18 años en el año en curso, los que pagan las fiestas y las organizan. Van vestidos con la capa tradicional y con camisetas o sudaderas, representando el lado bueno; mientras que al otro lado están los zarrones, que suelen ser seis adultos y tres niños, este año con los trajes recuperados para poder poner en valor una tradición tan antigua en la localidad de la comarca del Moncayo. Hay que destacar que este año una novedad sobre los quintos fue la plantación de árboles en un paseo nuevo de la localidad.

En cuanto al programa de este año, aunque estos días se ultimarán los detalles de la celebración por parte de los doce quintos y sus familias, adelantar que el viernes habrá un acto de bienvenida de los quintos y una cena con sus padres, mientras que el sábado será el turno de charanga, zarrones, paja, disfraces, bingo, bailes y orquesta. Una gran ocasión para acercarse a la localidad a vivir su Carnaval.