Soria registra un «buen» verano pero peor que el pasado

N.Z
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Los datos de ocupación han superado el 80% este verano pero han estado por debajo del pasado verano y se detecta que las estancias son más cortas que en 2021, cuando el turismo de interior se impuso como turismo seguro en plena crisis pandémica

Soria registra un «buen» verano pero peor que el pasado - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez Eugenio Gutiérrez Martí

En unos días termina el mes turístico por excelencia, el primero en pandemia sin restricciones, sin mascarilla... Los datos oficiales confirman que Soria poco a poco va recuperando la senda de crecimiento que venía registrando hasta que estalló la pandemia. No obstante, dejan en evidencia también que el que prometía ser el verano de la recuperación... no será tal. O, al menos, no en los niveles esperados por el sector. Porque, de hecho, aunque este verano está siendo «bueno», está resultando «irregular» y «por debajo del 2021», advierten desde la Asociación de Hostelería y Turismo de Soria (Asohtur). «Hemos trabajado pero sin la alegría que esperábamos tras dos años de pasar muchos apuros económicos», añaden en la misma línea desde la Asociación de Turismo Rural de Soria TurSoria.

Es el primer verano sin limitaciones y el primero de la era pandémica con la covid 'gripalizada', y la genta ha salido en masa. Al turismo de interior (que el verano pasado triunfó como turismo seguro) le han surgido competidores, y el turismo de sol y playa se ha impueso, lo que ha tenido su efecto en provincias como Soria.

No hay datos oficiales aún de agosto pero en julio hay algunas estadísticas que confirman esta tendencia. Las oficinas de turismo de la provincia registraron 24.032 consultas en julio, un dato alto pero un 18,4% menos que un año antes (29.481), según datos de la Diputación. En la oficina de la capital pasó algo similar, en julio se atendieron 4.500 turistas, frente a los 5.565 de 2021, según el Ayuntamiento. También en los puntos turísticos por excelencia se aprecia esta situación: los arcos de San Juan de Duero, el lugar más visitado de Soria, registró en julio 5.494 visitas, frente a las 7.731 de 2020. En la Casa del Parque de la Laguna Negra hubo 3.883, frente a los 4.872 de julio de 2021, según datos de la Junta.

La encuesta de ocupación hotelera del INE registró en Soria 22.963 viajeros en julio, un 6,8% más que en el mismo periodo de 2020. Sin embargo, las pernoctaciones cayeron un 3,9% respecto de 2021, en contra de la tendencia regional y nacional. Julio estuvo «más flojo», ratifican desde Asohtur, donde estiman una ocupación del 84-85%. Y aunque aún no hay obviamente datos cerrados de agosto, estiman que mejorará las cifras de julio, pero no las del año pasado. «Desde el primer fin de semana de agosto está siendo mejor que julio, con una ocupación que ha pasado del 87%, rozando en algunos casos el 100% y, entre semana, también buena ocupación», concretan. No obstante, añaden, «para el último fin de semana de agosto se nota ya la bajada». En restauración, añaden, «se ha trabajado bien» el verano, con «días de completo». Sin embargo, añaden, en los bares, «ha funcionado regular» y «el consumo se redujo en julio un 40% y un 25% en agosto -aproximadamente-».

«Los alojamientos rurales han rondado una ocupación del 70% este verano, con muchas reservas de cortas estancias que se alejan de las estancias de 5-7 noches de los veranos pasados. El verano comenzó a despuntar en la segunda quincena de julio», apuntan desde TurSoria.

En datos

Las oficinas de turismo de El Burgo, Medinaceli, Ágreda, Almazán, Berlanga, San Esteban de Gormaz, San Pedro, Vinuesa, Garray, Duruelo, San Leonardo, Langa, Villar del Río, Yanguas y Monteagudo de las Vicarías atendieron en julio 24.032 consultas. El año pasado, 29.481. En la oficina de turismo de la capital se registraron 4.500 consultas en julio. Un año antes fueron 5.565.

Desde Asohtur estiman que la ocupación de los negocios de hostelería y turismo de la provincia este verano rondó el 84-85% en julio y este agosto ha sido superior al 87%, alcanzándose el 100% en el Puente de la Virgen y en algunos establecimientos durante los fines de semana. El año pasado la media de ocupación hotelera fue del 90%. En el medio rural, las casas rurales han alcanzado una ocupación del 70%, estiman desde TurSoria, «por debajo del año pasado». 

Perfil en las casas rurales: «Los alojamientos rurales con piscina son los más demandados en período estival». Y, en cuanto al perfil del cliente, «las reuniones de familiares y amigos son las que llenan nuestros alojamientos rurales», especifican desde TurSoria, donde apuntan que se mantiene este perfil respecto de años anteriores: «Reuniones en un lugar tranquilo».

Desde la Asociación Soriana de Hostelería y Turismo concretan que la procedencia de los visitantes que acuden a Soria en verano, pero también durante el resto del año, son «personas de Madrid, la Comunidad Valenciana, Cataluña, Andalucía y País Vasco». En la mayoría de las ocasiones hacen las reservas a última hora y este año han hecho reservas más cortas. 

Guías turísticos: «Agosto es nuestra temporada baja»

Para los guías de Soria agosto no ha sido un buen mes pero, advierte la portavoz de la asociación provincial, María Rupérez, no es una situación excepcional. «Es lo normal, agosto es nuestra temporada baja», justifica. «No hay grupos organizados. Es un turismo individual que no tira de guías», explica. No obstante, apunta, hasta mediados de julio se trabajó bien porque «la primavera se alargó».

Falta de mano de obra: obligados a ajustar servicios

A los problemas generales de la economía, el sector de la hostelería suma la falta de mano de obra «cualificada», que está limitando el crecimiento de muchos negocios. «Es el gran problema y este verano ha obligado a recortar servicios, adecuar horarios... a lo que se puede llegar. Buscamos camareros pero en las entrevistas se presenta gente que no ha trabajado nunca en una barra. Para dos meses de verano, necesitas personal cualificado, así que tiras con tu personal y adaptas los servicios», indica Cabezón. 

En los pueblos el problema se agrava. «Nuestro nivel de ocupación nos hace necesitar apoyo solo los meses de verano. Las jornadas, los desplazamientos a nuestros pueblos y el aumento del gasto que nos deja cada vez menos margen han hecho que el poder contratar y encontrar personal haya sido un reto», añade Calavia.

«En Tursoria, cuando alguien necesita apoyo de cualquier tipo, ponemos la maquinaria en marcha y entre todos intentamos darle solución. El estar unidos nos hace luchar por un frente común».

Los que se van: «Verano bueno, casi como en 2019»

El presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Soria, Alfredo Tundidor, califica este verano de «bueno». De hecho, «prácticamente se han recuperado los niveles prepandemia». Había ganas de salir y se ha notado en las cifras de reservas: «2019 fue año de récord. En 2020 caímos un 90%, en 2021 se recuperó un poco, y este año se ha hecho un 122% más que el año pasado».

Los sorianos han salido este verano como lo hacían antes de la pandemia. «El grueso de junio y agosto son vacaciones y el perfil son familias que se van a la playa, destino peninsular y algo de Canarias y Baleareas. También, parejas de adultos y grupos de amigos que van por Europa; y este año se ha hecho  mucho Disney y mucho crucero para viajes en familia. Los biajes de novios también se han recuperado», especifica Tundidor.

Previsión

Hostelería, restauración, casas rurales, agencias de viajes... miran con «incertidumbre» lo que está por venir porque, advierten, los mensajes son «muy negativos» con la inflación, las medidas de recorte, la guerra de Ucrania... y todo eso siempre supone «retraer el consumo». Además, arrastran el problema del incremento de costes.

El presidente de Asohtur, Pablo Cabezón, asume que, al margen de los datos generales, la situación cambia según negocios y zonas. No obstante, alerta, hay un «problema» común, los problemas de rentabilidad por el incremento desmesurado de los costes. «Es posible que no se haya trabajado a pérdidas pero sí por debajo de los beneficios esperados», avisa.