Crónicas desde Moscú de la soriana Carmen Hernández

Ana Pilar Latorre
-

Fue corresponsal en Moscú para RNE entre el año 2003 y 2007.En su opinión, desde que cayó la URSS en 1999 la OTANno tenía sentido como alianza defensiva para compensar el Pacto de Varsovia y ha ido expandiéndose rodeando a Rusia

Crónicas desde Moscú de la soriana Carmen Hernández

Carmen Hernández, periodista soriana de RNE y colaboradora habitual de El Día de Soria, fue corresponsal en Moscú para la citada emisora de 2003 a 2007, informando sobre la Federación Rusa y sus ex repúblicas, por lo que es conocedora de lo que ha llevado al actual conflicto bélico en Ucrania. Para ella, la solución para frenar a Vladimir Putin, que «ha acumulado demasiado poder en los últimos años» y «ha perdido totalmente el contacto con la realidad», está en manos de los oligarcas rusos y de China.

Hace unos días la periodista recordaba en uno de sus artículos la cobertura de la Revolución Naranja en aquel país en 2004 y 2005, que también se produjo en Georgia o Acerbaiyán. «Los que estábamos allí nos fuimos moviendo por todo el territorio. Lo de Ucrania fue lo más largo, sin duda», señala recordando aquellas protestas pacíficas en Kiev tras las elecciones presidenciales, en las que ciudadanos de distintas partes del país se sentaban en grupos a discutir porque todos se sentían compatriotas en vez de luchar. Con ello, se consiguió que se repitieran los comicios, que también cubrió para la radio. «Conozco el conflicto de aquella época», apunta la periodista soriana.

Hoy, 18 años después de aquello y de la guerra de Dombás y la crisis de Crimea de 2014, Carmen Hernández asegura que se le «parte el alma» porque «los ucranianos son de las personas más legales, cívicas y civilizadas que he conocido en toda mi vida de corresponsal». «Me quedé absolutamente alucinada cuando en esa ocasión [la Revolución Naranja] no hubo ni un incidente, ni una bronca, ni un bofetón que reseñar entre las dos partes de Ucrania, que es verdad que hay dos bien diferenciadas, pero bueno, aquí en España hay 17 y no pasa nada o sí pasa, según se mire», relata esbozando la situación del país. En 2014, según indica que «han confirmado ya fuentes oficiales», los muertos que hubo en el Maidán fueron por francotiradores que se instalaron en edificios y que disparaban igual a los manifestantes que a la policía que había salido a reprimirlos. De esta manera, «eran provocadores profesionales, probablemente, pagados por el Kremlin o el servicio de inteligencia ucraniano que, al fin y al cabo, derivado de la URSS durante mucho tiempo tuvo los mismos medios». 

Crónicas desde Moscú de la soriana Carmen HernándezCrónicas desde Moscú de la soriana Carmen Hernándezla otan. La periodista opina que «una invasión como esta no tiene absolutamente ninguna justificación, para nada, que quede claro». Pero sí que apunta que es verdad que desde que cayó la Unión Soviética en 1999 la OTAN ya en principio no tenía sentido, «era una alianza defensiva para compensar la del Pacto de Varsovia. Si se hubiera disuelto, nos hubiera hecho a todos un favor, probablemente». Carmen Hernández no ve bien que se haya estado expandiendo la OTAN hacia el Este de esa manera, «no digo que sea esa la única razón, obviamente, pero no creo que la OTAN, por su carácter defensivo, tuviera que haber rodeado a Rusia de esa manera». Igualmente, considera que «Europa se ha confundido, porque desde ese momento dejó de considerar a Rusia como parte de Europa. Cayó la URSS, pero en vez de pensar que Europa termina en los Urales, de repente se pensó que terminaba en los Cárpatos. Nadie se preocupó de integrar a Rusia en la nueva etapa que se le venía encima, era un país enorme que necesitaba dotarse de unas estructuras democráticas que no tiene».

Y Putin ha llegado a la actualidad «con demasiado poder, más que cuando fue elegido por vez primera presidente, y con la OTAN rodeando Rusia. No creo que haya más razones que el miedo, no por su patria, sino a perder su estatus y su poder, que es cada vez más. Y ha perdido completamente el contacto con la realidad, de eso estoy segura», añade. Para la periodista, que subraya que rusos y ucranianos son «primos-hermanos», Putin «no conoce a sus vecinos ucranianos» y pensaba que no iban a oponer resistencia, «estaba acostumbrado a llegar y poner un gobierno en vez de otro que no le gustaba». Los territorios rusófonos (como el Dombás) también están en contra de la invasión, explica la periodista, porque están luchando y no quieren que les invadan, los que él creía que querían declararse independientes.

en sus manos. Ese poder acumulado también lo ha obtenido a través de los oligarcas, «depende en buena parte de ellos». «En Rusia los impuestos funcionan 7% tarifa plana, más o menos, y los oligarcas como no pagan impuestos al Estado, están obligados con el presidente a apoyarle económicamente, darle dinero para campañas... Están en estrecho contacto. Vamos a ver ahora qué hacen. Si se consigue que no puedan mover el dinero a ningún sitio, a lo mejor son ellos mismos los que reconducen la situación, terminan con Putin consiguiendo que deje el Gobierno», avanza. Son «muy poderosos también» y hay numerosas posibilidades para apartar al mandatario ruso, pero «eso dependerá del daño que se consiga hacer en sus bolsillos». «Ni la OTAN, ni la UE, ni Estados Unidos...van a parar a Putin, tiene que ser alguien de dentro», explica apuntando que sus propios amigos en Rusia piensan que «esto es su fin» pero no se puede decir cuando le costará el puesto o la vida, «si es dentro de un año puede ser devastador para todos». Pero también está en manos de China, que aunque no condene la guerra sí que se muestra dispuesta a interceder y expone su preocupación por las sanciones.