Con motivo de la restauración del lavadero en Pozalmuro y con el objetivo de dar al mismo un uso colectivo se celebró en el pueblo el I Taller de Memoria y Territorio. Durante el fin de semana del 31 de julio y 1 de agosto alrededor de 20 vecinos del municipio participaron aportando fotografías antiguas al taller, imágenes que, una vez seleccionadas, formarán parte de una exposición permanente en el lavadero para recordar la memoria patrimonial de las gentes que habitaron y habitan este lugar, según informa el Ayuntamiento.

Junto a las viejas fotografías se añadirán otras nuevas realizadas en las mismas localizaciones donde se tomaron las antiguas para que los jóvenes del lugar recuerden a sus mayores en escenas familiares, de trabajo, de fiesta, celebrando la vida por dura que fuese, subidos al trillo, en la matanza, fabricando velas, corriendo vaquillas, en una boda múltiple, en la comunión anual o, simplemente, sentados en el poyo delante de casa.

A estas fotos se sumará un relato íntimo de los protagonistas elaborado por ellos mismos, que refleja el estado de ánimo de aquellos momentos, recordado sesenta años después en muchos de los casos. En estos emotivos relatos se recuerda la vacía estación actual del pueblo cuando alguna vecina lo tuvo que abandonar con mucha tristeza para irse a trabajar a Zaragoza, o lo que costó hacerse una foto en Soria para que les dieran el carnet de familia numerosa, tres intentos de tomar el tren porque siempre llegaba con retraso y no les daba tiempo entonces a llegar a la ciudad, caminar hasta el estudio fotográfico, esperar a que se tomase la foto y regresar a la estación para volver al pueblo.

Memoria patrimonial en el lavadero de Pozalmuro

Todos los momentos recogidos en las fotos se escriben en los relatos para que no se olviden las sensaciones que los protagonistas sintieron en aquellos momentos: el desmayo de una niña el día de su primera comunión por los nervios, el viaje de novios a Madrid de una pareja, el recuerdo de un hermano fallecido, el de un vestido especial, el aroma de la cera en la fábrica de velas, el recuerdo de un Ángel que vendía radios y arreglaba todo lo que fuese en el pueblo ayudando a todo el mundo, la llegada de la luz y el teléfono a las calles, los apagones de luz y las tormentas, el pan que se cocía en las dos panaderías que existían en el pueblo…

Estos y otros muchos recuerdos se han rememorado en el taller impartido por el psicólogo y experto en Memoria y Patrimonio Francisco Brera, cuya propuesta creativa de Memoria del Territorio ya fue seleccionada entre las cinco ganadoras del concurso nacional en 2020 del I Taller Creativo de Paisaje Cultural promovido por la Fundación Santa María la Real en Aguilar de Campoo, gracias a la colaboración del Ministerio de Cultura y Deporte junto a la historiadora de arte Nerea Soto.

CONVOCATORIA. En este caso, el Ayuntamiento de Pozalmuro tiene la intención presentar esta iniciativa a la convocatoria de subvenciones a ayuntamientos de la provincia de Soria para la realización de actividades culturales extraordinarias de la Diputación Provincial de Soria publicada en el Boletín Oficial de la Provincia de Soria del lunes, 26 de julio de 2021.

Memoria patrimonial en el lavadero de Pozalmuro

En esta ocasión, los objetivos del taller y la instalación son visibilizar el territorio desde el punto de visto emocional implicando a los habitantes en todo el proceso creativo y de gestión del proyecto, comprometer y empoderar a sus gentes haciendo que se sientan orgullosos de pasado, presente y futuro aumentado el sentimiento de pertenencia y protección del territorio vivido, creando una instalación llena de vida en el Lavadero restaurado como una lectura del paisaje recreado por sus protagonistas.

El taller no es un hecho puntual ya que una vez iniciada la dinámica de trabajo, los vecinos y vecinas del pueblo continuarán reuniéndose para seguir con sus relatos de modo colectivo y seguirán alimentando la instalación en el lavadero que, a modo de muro de Facebook, se irá retroalimentando con las nuevas fotografías e historias que se van a ir sumando de modo espontáneo a las que se coloquen este verano en el lavadero.

El lavadero nuevo recupera una de sus funciones más importantes, la de socialización de los habitantes y volverá a escuchar las historias del vecindario como lo hizo durante muchos años.

El Muro de Pozalmuro es un proyecto vivo que irá creciendo hasta llenar todas las paredes de la instalación con las vivencias del territorio habitado.