Ignacio Fernández

Ignacio Fernández

Periodista


Fantasía

20/01/2022

Antes de que nos disloquemos con el enésimo debate en profundidad (ahora toca el 'tupper' oiga), una de retrospectiva: no sé por qué me dio ayer por recordar otra disyuntivade éstas, cuando se porfiaba sobre si la economía española se encaminaba a una crisis (la verdad) o a una desaceleración (la fantasía). Zapatero trasteaba bien la política pero al precio extravagante que acaban pagando los que no saben nada de economía. El precio de la ruina. Él mismo acabó reconociendo años más tarde cómo se equivocó el diagnóstico. Lo malo es que se llevó por delante a una generación entera de españoles.
Visitó Madrid en nuevo canciller alemán antier y dejó caer que hay que ir recuperando la disciplina y volver a hablar de reducción del déficit. En esto Scholz predica con el ejemplo, porque la vuelta a la ortodoxia es una de las encomiendas programáticas de su tripartito teutón. Y como lo primero es la voluntad, sería oportuno convertir éste en un eje del debate nacional. Dejar de vender el paraíso y recordar cuando un predecesor de Pedro Sánchez dijo que la economía española estaba en la "champions ligue" de Europa sólo unos meses antes de perder el Gobierno de un país en quiebra. Fue el disparatado Plan E.
Ayer, la deuda alemana volvió a cotizar en positivo tras 12 trimestres en negativo. Pronto nos empezarán a subir el precio de prestarnos para sostener el déficit del estado. Así que urge retomar conceptos tales como austeridad, bajada eficiente de impuestos, ajustes estructurales y economía productiva. Nunca llegamos a recuperarnos del todo de la fantasía argumental de Zapatero y la cobardía de Solbes para neutralizarlo. Es de esperar que Sánchez y Calviño hayan leído sus memorias y sepan aprender de aquello.
Por ahora se lo han dicho en alemán. La historia empieza a repetirse.