Atapuerca cierra una campaña de excavaciones "pródiga"

SPC
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Bautizan al fósil en honor al álbum de la banda de rock británico Pink Floys 'The Dark Side of the Moon' publicado en 1973

Atapuerca cierra una campaña de excavaciones “pródiga” - Foto: Ical

La campaña de excavaciones de 2022 en los yacimientos de la sierra de Atapuerca destaca como "pródiga" en hallazgos arqueológicos, entre los que destaca el "descubrimiento estrella" del año: la cara parcial de un ser humano que vivió y murió en la sierra en torno a 1,4 millones de años. Se trata de la cara del primer europeo, que promete ser "crucial" en las investigaciones sobre la aparición de la cara moderna. En honor a este descubrimiento tan emblemático, los investigadores han bautizado a este fósil con el nombre de 'Pink', recordando el mítico álbum de la banda de rock británico Pink Floyd, publicado en 1973 y denominado 'The Dark Side of the Moon' (El lado oscuro de la (cara) de la luna). El otro resto importante hallado en esta campaña es un diente humano de Neandertal encontrado en el yacimiento de Galería de Estatuas Interior. 

Durante la campaña de 2022 han participado alrededor de 320 investigadores, que han intervenido en la excavación de los yacimientos de la Sima del Elefante, Galería, Gran Dolina, Cueva Fantasma, ?todos ellos ubicados en la Trinchera del Ferrocarril?; en la Cueva del Mirador; en Cueva Mayor (yacimientos de Portalón, Sima de los Huesos y Galería de las Estatuas interior y exterior) y en el asentamiento al aire libre de Valdeprovedo. Además, se han llevado a cabo las labores de lavado de sedimento a orillas del río Arlanzón, a su paso por Ibeas de Juarros (Burgos).

Este año, el grupo de personas que han venido a excavar pertenecen principalmente a los centros de investigación incluidos en el Proyecto Atapuerca: Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos (CENIEH), Universidad de Burgos (UBU), Universidad Rovira i Virgili (URV), Instituto de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), Centro Mixto Universidad Complutense de Madrid – Instituto de Salud Carlos III de Evolución y Comportamiento Humano (UCM - ISCIII), Universidad Alcalá de Henares (UAH) y Universidad de Zaragoza (UNIZAR). Cabe destacar la participación de varios estudiantes de la University College of London y de la Universidad de Buenos Aires, gracias a los convenios firmados por la Fundación Atapuerca, así como de 14 estudiantes de doctorado del Proyecto europeo PUSHH, que realiza la obtención de proteínas en homínidos fósiles y en el que participa el CENIEH.

Yacimientos de la Trinchera del Ferrocarril

La campaña 2022 en el yacimiento de Sima del Elefante se califica por sus investigadores como " extraordinaria". Las evidencias de la presencia de grupos de hominidos en cronologías en torno a 1,4 millones de años (nivel 7) empezaron a apuntarse en la campaña pasada con el descubrimiento de una lasca de cuarzo. A inicios de la campaña actual la identificación de marcas de corte sobre un fragmento de costilla de un animal de talla media (tipo ciervo) confirmaba dicha presencia humana en la sierra de Atapuerca. Sin embargo, el hallazgo de la cara parcial de un homínido marca un nuevo hito en relación con las ocupaciones humanas más antiguas de Europa, hace alrededor de 1,4 millones de años. "La importancia de dicho fósil no es solo cronológica, sino que el resto recuperado hará posible determinar cómo era la cara de estos individuos y conocer el origen de la cara nuestra especie", defienden desde Atapuerca.

Finalmente, en la presente campaña también se documentó la existencia de un nuevo nivel (nivel 6). Hasta el momento este nivel ha proporcionado solamente restos paleontológicos, pero no se puede descartar que en el futuro aparezcan evidencias de actividad antrópica, lo que retrasaría todavía más la cronología de las primeras ocupaciones humanas en la sierra de Atapuerca.

En el caso de Galería, los trabajos de excavación se centraron en la Unidad GIIIa con una antigüedad en torno a los 300.000 años. La campaña proporcionó un total de 1.600 restos faunísticos y 50 piezas de industria lítica. La fauna recuperada pertenece a ciervos, caballos y bóvidos. También se han recuperado algunos restos de félidos y cánidos. La industria lítica destaca por su variedad de materias primas (sílex neógeno y cretácico, cuarzo, cuarcita y arenisca). Este año se recuperaron instrumentos de pequeño formato que los grupos humanos utilizaron en las tareas de carnicería de los animales caídos por la trampa natural. También hemos observado abundantes evidencias de fracturación de huesos encaminada al consumo in situ de la médula. La presencia de remontajes, tanto de fauna como de industria lítica, atestigua el desarrollo de actividades en el interior de la cavidad. 

En el nivel TD4 de la Gran Dolina se recuperaron los restos fósiles de la fauna que habitó la sierra de Atapuerca hace unos 900.000 años. Durante esta campaña se agotaron ya los niveles fértiles del sector Este del yacimiento de forma que el próximo año los esfuerzos se centrarán en la excavación del sector Central y el sector Oeste, donde los paquetes de arcillas prismáticas, reflejo de lo que entonces fue un gran charco en el interior de la cueva, contienen los restos de fauna. Estos niveles fértiles están sellados por gigantescas moles calcíticas de espeleotemas, enormes estalagmitas y fragmentos de pared desprendidos en un evento catastrófico sin precedentes en la secuencia de la Gran Dolina. Con la intención de datar en qué momento sucedió este hundimiento y derrumbe se han tomado muestras, que serán procesadas durante el invierno en los laboratorios de geocronología del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH).

Los hallazgos del nivel TD4 permiten reconstruir un momento en el que los humanos compartieron el paisaje con animales de gran talla, como osos, caballos, bisontes y cérvidos de cornamentas gigantes, si bien el verdadero rey de esta campaña ha sido el rinoceronte ('Stephanorhinus etruscus'), cuya abundancia ha sido predominante. Justo por debajo de donde el año pasado se encontró la mandíbula del rinoceronte que encajaba con un cráneo, hallado 30 años antes y que se encuentra actualmente expuesto en el Museo de la Evolución Humana, se han recuperado la primera vértebra del cuello de este mismo individuo y su extremidad posterior (o 'pie') en conexión anatómica. La "extraordinaria preservación" de este espécimen y su articulación prácticamente intacta lo convierte en un "ejemplar de museo" por lo que durante los próximos meses se planteará el desarrollo de una exposición que tenga como protagonista a este emblemático mamífero del Pleistoceno.

Por otro lado, en el tramo medio del yacimiento de Gran Dolina, en esta campaña se continuó trabajando en la parte inferior de la potente unidad TD8, con una antigüedad de alrededor de 600.000 años. En primer lugar, destaca la gran riqueza fosilífera de los estratos intervenidos, la cual se había puesto de manifiesto ya en 1994, cuando el sondeo los atravesó. Los investigadores recuperaron un variado conjunto paleontológico, en el que, además de abundantes restos de ciervo, caballo y bóvido, aparecen de forma destacada el rinoceronte y el oso, y también la hiena, el jaguar europeo, y varios tipos de cánidos.

Acompañando a este rico conjunto faunístico, suman nuevos elementos a una reducida colección de instrumentos de piedra (lascas de cuarcita y de sílex, concretamente). Así pues, la excavación en extensión de la unidad TD8, iniciada en 2020, nos permite ya confirmar que entre TD6 y TD10 (es decir, entre hace 850.000 y unos 450.000 años) el yacimiento de Gran Dolina fue registrando la presencia humana en el entorno de Atapuerca, aunque de momento no hayamos detectado los restos de ningún asentamiento de cierta entidad. La información proporcionada por la unidad TD8, tanto la relativa a la fauna como a esa presencia humana, arroja luz sobre un periodo poco conocido en Europa occidental, la fase que precede a la expansión del Achelense a partir de hace algo menos de medio millón de año.

Cueva Fantasma

La campaña de excavación de 2022 en Cueva Fantasma está permitiendo conocer la secuencia estratigráfica y ritmos de ocupación de la cueva por parte de los Neandertales y los carnívoros. En esta campaña se intervinieron en tres sectores complementarios: La zona de entrada de Cueva Fantasma, cuyos aportes sedimentarios CF27 y CF26 muestran un área de influencia a lo largo de la pared norte del conducto, y destacan por un significativo conjunto lítico. El sector interno de la cavidad o Sala Fantasma, relacionada con la rica unidad fosilífera SF30. Y, por último, se intervino en un nuevo sector, el 'Exterior de Cueva Fantasma o Entrada Norte', que permitió identificar el área externa de la cueva, que aparece colmatada a techo durante fases del Paleolítico medio.

Esta campaña destaca por la presencia de medio centenar de piezas de industria lítica del Paleolítico medio, con representación en todos los niveles y sectores excavados. Destacando los niveles CF26 y SF30. Por su parte resalta el conjunto recuperado en la nueva área de excavación de la Entrada Norte, con dos instrumentos (raederas) y nueve martillos de piedra (percutores). Los instrumentos son principalmente de sílex autóctono, mientras que en la Entrada Norte se ha recuperado un conjunto de percutores de arenisca y cuarcita. En esta zona los neandertales acumularon estos martillos prehistóricos para usos futuros, lo que indica una gran capacidad para prevenir necesidades.

Tanto en el interior de Cueva Fantasma como en la Entrada Norte destaca un modelo de instrumento sobre lasca que se conoce como raedera, de un tipo especial denominado quina. Esto implica la producción de lascas con un borde muy cortante opuesto a otro espeso y cortical que proporcionaba ergonomía natural. Estos instrumentos son más duraderos y fáciles de transportar, lo que permitiría a los neandertales recorrer mayores distancias. De esta forma, los neandertales pudieron extenderse por el paisaje más que cualquier hominino anterior.

En relación con el registro paleontológico, en esta campaña se ha recuperado una gran cantidad de restos faunísticos en los principales niveles de la secuencia, niveles CF27, CF26 y SF30. En estos niveles el caballo es la especie mejor representada, seguida por los cérvidos, bóvidos y aunque muy escasos, los rinocerontes. Entre los carnívoros destaca el nivel CF27 por la presencia de varios restos de un gran félido, tipo leopardo. En los niveles CF26 y SF30 se documentan restos de hiena, oso, y cánidos. Igualmente, se han podido identificar en todos los niveles evidencias de pequeños carnívoros tipo zorros o mustélidos.

Cueva de El Mirador

En la cueva de El Mirador se excavaron niveles del neolítico antiguo, con una antigüedad de cerca de 7.000 años, ricos en restos de cultura material, principalmente cerámica e instrumentos líticos, y en restos óseos de especies domésticas. No obstante, el elemento que más información aportará al conocimiento de las primeras comunidades de pastores y agricultores que poblaron tierras burgalesas es el propio sedimento, formado principalmente por estiércol. Su extraordinaria conservación permite incluso la recuperación de biomarcadores y hormonas que, estudiados mediante técnicas de química analítica, aportan datos inéditos sobre la cabaña ganadera y su gestión.

Una de las novedades de este año fue la apertura de un nuevo yacimiento al aire libre llamado Valdeprovedo. Se trata de una antigua reguera en la ladera, donde la circulación de aguas estacionales arrancó bloques de caliza y sílex del sustrato, dejándolos expuestos en superficie, que fueron aprovechados por los grupos humanos durante el Pleistoceno superior. Durante la excavación hemos recuperado unas 200 piezas de estos sílex. Se trata de una industria lítica diferente a la que estamos acostumbrados en la Sierra ya que las piezas son laminares y muy delgadas. Y, en segundo lugar, es un hecho ocurrido en un breve periodo de tiempo, creemos que menos de una hora, en la que un individuo se sentó y fabricó varias herramientas llevándose algunas con él. Además, hemos tenido la suerte de comprobar que algunas piezas encajan entre sí; es decir que podemos reconstruir el bloque original del que se sacaron esas piezas, a excepción de las mejor elaboradas. Estas fueron las que se llevaron consigo.

Cueva Mayor

En El Portalón de Cueva Mayor, desde el año 2014 se excavan dos áreas distintas, una correspondiente a momentos de la Edad del Bronce y otra al periodo Neolítico. Dentro de la cultura material recuperada en los niveles neolíticos, datados alrededor de hace 7.400 años, encontramos un área de actividad centrada en la realización de decenas de fuegos/hogares para, por ejemplo, el procesado de comida o el tratamiento térmico del sílex a la hora de tallarlo; lo que hace que se encuentren niveles cenicientos con cientos de restos de fauna procesados y consumidos. Los animales consumidos son tanto domésticos (vaca y oveja) como salvajes, sobre todo caballos, lo que demuestra una explotación mixta de los recursos animales (ganadería y caza). 

Además, se encuentran también útiles en hueso como punzones y agujas, algunos elementos de adorno como cuentas de conchas marinas, además de fragmentos de cerámicas, algunas finamente decoradas. Se encontraron también abundantes herramientas en piedra como pequeñas láminas de sílex, percutores, molinos, hachas pulidas, etc. 

Del conjunto de cultura material correspondiente a la Edad del Bronce, hace unos 3.000 años, destacan este año la excavación de un nivel muy rico en restos arqueológicos, con abundantes hogares y una importante cantidad de fragmentos óseos y cerámica lisa junto a otros decorados y de fina factura. La industria lítica está representada por abundantes fragmentos de sílex, cuarcitas y areniscas. La fauna doméstica está representada por ovicáprinos, cerdos y algunos restos de caballo, y la salvaje sobre todo por ciervos y corzos.

Sima de los Huesos

En el yacimiento de la Sima de los Huesos los dos objetivos principales de la campaña de 2022 fueron realizar nuevos estudios geológicos y de dataciones, y proseguir las excavaciones en la zona norte del yacimiento, cerca del lugar donde a lo largo de casi 30 años de excavación se han recuperado la mayor parte de los fósiles humanos de la Sima, incluyendo el famoso cráneo 4 (Agamenón), el cráneo 5 (Miguelón) y la pelvis 1 (Elvis). 

En este contexto, los resultados de la campaña de 2022 permitieron conocer mejor la relación entre los fósiles humanos y el depósito sedimentario del yacimiento, permitiendo a los investigadores tomar nuevas muestras de sedimento que serán analizadas para obtener nuevas dataciones que permitan conocer la edad de los fósiles, tanto de los humanos como de los osos que allí se encuentran. Además, se recuperaron algunos fragmentos de fósiles humanos y de osos en la zona norte del yacimiento. El hallazgo de estos fragmentos confirma la riqueza en restos humanos de este sector del yacimiento y augura que los importantes descubrimientos de fósiles humanos en SH se prolongarán durante muchas campañas en el futuro.

Galería de las Estatuas Interior

Este año también se hizo una excavación de menor duración y con un equipo más reducido en la Galería de las Estatuas Interior. Este yacimiento proporcionó diversas evidencias de neandertales (un fósil neandertal y ADN de esta especie), así como evidencias de sus actividades, incluyendo industria lítica o restos de animales cazados. Los trabajos de este año se están centrado en excavar el nivel 4 en un sector de la cata Estatuas I, con una cronología de 110 mil años, así como el nivel 3 de Estatuas II. Trabajan además en la determinación más exacta de la cronología de este nivel, que es superior a los 80 mil años. Los trabajos de este año están proporcionando fósiles de caballos, de ciervo, algunos restos fósiles de carnívoros, así como restos de herramientas de sílex.

Galería de las Estatuas Exterior

Se trata de un yacimiento situado en la ladera de la sierra de Atapuerca, por encima de la Trinchera del Ferrocarril. Es una antigua entrada, hoy cegada por los sedimentos, a la Galería de las Estatuas de la Cueva Mayor. Este yacimiento comenzó a excavarse el año 2020 y durante esa campaña y la siguiente proporcionó restos de fauna fósil y piezas de industria lítica de tradición Musteriense, la propia de los neandertales. Durante la campaña de 2022 se pudieron establecer los límites del yacimiento, que constituyó una antigua galería que es continuación de la actual Galería de las Estatuas de Cueva Mayor. También fue posible establecer la estratigrafía general del yacimiento, estableciéndose la existencia de dos niveles con ocupación humana: uno con piezas de industria lítica de tradición Musteriense, la propia de los neandertales, y otro con herramientas de piedra más primitivas, que podrían corresponder a finales del Achelense. En esta campaña se recuperaron alrededor de 400 útiles de piedra. Entre esas piezas de industria lítica destacan dos bifaces delicadamente tallados, cuyo tamaño y factura les sitúan entre las piezas más destacadas de las encontradas hasta la fecha en los diferentes yacimientos de la sierra de Atapuerca.