Tras 8 años, la despoblación se ha convertido en un tema prioritario del escenario europeo y nacional, y han calado mensajes esenciales que hace años eran impensables, entre otros la necesidad de una fiscalidad diferenciada. Pero, todo ello no es en absoluto casual, sino que es fruto de un trabajo conjunto, continuado y concienzudo, realizado con discreción, profesionalidad y seriedad.
No ha sido un camino fácil, las CEOE han trabajado sin descanso y con absoluta transparencia, poniendo a disposición del lobby numerosos recursos, tanto económicos como personales, para defender los intereses de las provincias de Cuenca, Soria y Teruel, en el ámbito europeo, nacional y regional. Se han posicionado como interlocutores válidos y reconocidos antes las administraciones públicas y entidades privadas nacionales y comunitarias, proponiendo políticas y propuestas concretas y aplicables, a través de 35 documentos rigurosos.
Por otra parte, para favorecer la adopción de políticas y asignación de recursos destinados a afrontar los problemas de estas áreas, han sido necesarias más de 500 reuniones con todos los actores implicados, informando y estableciendo alianzas estratégicas. Además, las confederaciones han hecho una importante labor de sensibilización y difusión al conjunto de la sociedad de las políticas y las estrategias más adecuadas para revertir los procesos de despoblación, envejecimiento y perdida de actividad económica que actualmente afectan a las áreas escasamente pobladas, participando en más de 300 jornadas, 150 ponencias y realizando alrededor de 200 viajes, recorriendo casi 200.000 km.
5 vueltas al mundo en el que las CEOE han ganado pequeñas batallas, que han ido posibilitando que, en abril de este año, la Comisión Europea aprobara que las empresas ubicadas en Cuenca, Soria y Teruel reciban ayudas de funcionamiento. Sin lugar a dudas, este reconocimiento marcará un antes y un después en la situación económica general de las tres provincias, y en la situación particular de cada una de las empresas que integran el tejido productivo de Cuenca, Soria y Teruel. Aunque, avisan las confederaciones que queda todavía camino por recorrer.