El Ministerio de Hacienda asumió cuatro herencias en la provincia de Soria entre 2015 y 2020 de personas fallecidas sin testamento, jurídicamente denominado abintestato, y sin posibilidad de señalar herederos legales. La suma de los caudales sin legatario percibidos por la Administración central se eleva a 522000 euros brutos, cantidad a la que habría que deducir todos los gastos generados por lo que la cantidad asciende a 471.027 euros. De los cuatro abintestatos, cabe resaltar, según la información de la Delegación de Economía y Hacienda de Soria, que también es responsable de Patrimonio del Estado, que una de estas herencias, de un soriano afincado en la capital, suma un caudal bruto de 442.000 euros, mientras que las otras tres, dos correspondientes a legados en la ciudad y otra en Serón de Nágima, representan unos 80.000 euros brutos.

El abintestato de mayor cuantía, añaden las mismas fuentes, incluía bienes inmuebles, muebles, joyas y dinero en metálico en cuentas bancarias, todo ello valorado en el montante citado anteriormente, 442.000 euros. En el caso de las otras tres herencias constan de bienes muebles y algún inmueble de poco valor.

Por otra parte, en el mismo periodo entre 2015 y 2020, tres ciudadanos informaron a Hacienda de que se habían producido sendos fallecidos sin herederos, por lo que obtuvieron una prima total por trasladar esta información de 51.408 euros.

reforma. Las cuentas de abintestatos aparecen reguladas en el artículo 956 del Código Civil, con dos terceras partes de la recaudación dirigidas a fines de interés social y el otro tercio, a los ingresos del Tesoro Público con carácter general. Hay que puntualizar  que hasta la reforma de 2015, las partidas iban a instituciones del domicilio del fallecido pero en la nueva redacción se distribuyen de forma general a través del 0,7% del IRPF. Asimismo, la entrada en vigor de la Ley de Jurisdicción Voluntaria modificó el procedimiento para la declaración de la Administración del Estado como heredera abintestato previsto en la Ley del Patrimonio de las Administraciones Públicas. En este sentido, el auto judicial por el que se declaraba al Estado heredero abintestato se sustituyó por una resolución administrativa. 

Cabe recordar la herencia más sonada en la provincia de Soria que hubo que repartir entre las instituciones locales y asociaciones con fines sociales y fue la del abintestato de Milagros Garcés. Fue un proceso complejo que se prolongó durante años por la cantidad de bienes legados: un edificio en El Collado de la capital, una colección de medio centenar de pinturas, piezas paleontológicas, relojes, un piano, fincas rústicas, dinero en metálico... La herencia se remonta a 2004, cuando el Estado fue declarado heredero de Milagros Garcés Cabrerizo, una maestra soriana que hasta su fallecimiento en abril de 2002 reunió más de 2,5 millones de euros en patrimonio inmobiliario, otros bienes y distintos productos bancarios. 

El proceso de reparto duró más de una década, ya que el Ministerio de Hacienda no publicó la resolución con la distribución del caudal de Milagros Garcés hasta agosto de 2015. La demora se produjo, en particular, por el edificio que poseía en El Collado, 29 [el mítico inmueble del comercio el Telón de Acero], que llegó a salir a subasta once veces entre 2007 y 2013, la primera vez valorado en 3,6 millones y, finalmente, adjudicado a un particular por 410.000 euros.

Años después, en 2013, también corrieron ríos de tinta por la herencia que un empresario soriano, Víctor Manuel Ayllón, dejó a la Diputación, valorada en 815.000 euros, que incluía cuatro bienes urbanos, once rústicos, una colección de trece coches antiguos y una quincena de motos, una colección de arte entre la que se incluía un cuadro de Maximino Peña, relojes antiguos, libros, una nave en el polígono... En este caso, la condición que impuso este vecino de Soria fue que la institución provincial abonará 3.000 euros a su hermana mientras esta viviera. Finalmente, la Diputación obtuvo 107.000 euros por la venta de los bienes de esta herencia.

Entre el año 2006 y 2013, la Diputación ha recibido un total de cinco herencias.