"El Palacio de Justicia incumple la normativa de seguridad"

Ana I. Pérez Marina
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En las dos últimas semanas se han contabilizado una docena de caídas del sistema informático. Los funcionarios tienen que sacar adelante el trabajo «cuando pueden» y los ciudadanos vuelven varias veces

"El Palacio de Justicia incumple la normativa de seguridad" - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Una docena de caídas del programa informático en el Palacio de Justicia se han acumulado en las últimas dos semanas. Suma y sigue. Interrupciones que, a veces, se prolongan casi toda la mañana, por lo que  el trabajo no puede salir adelante y lo que más acusan los funcionarios de Justicia es que no pueden atender al público como es debido y los ciudadanos tienen que volver, una y otra vez, a las dependencias judiciales. Evidentemente, estas incidencias constituyen un tapón en la Administración de Justicia.Y el expediente digital no es tal, ya que se siguen imprimiendo «ingentes» cantidades de documentos. Javier Sanz La Cal, coordinador provincial de la sección de Justicia del sindicato CC. OO., lleva años denunciando la «precariedad» y las «carencias» estructurales del Palacio de los Condes de Gómara, recientemente reformado. «El programa informático nunca ha ido bien (...) ni antes del Minerva», sostiene.

En las últimas semanas CC. OO. ha vuelto a denunciar reiteradas caídas del sistema informático en el Palacio de Justicia de Soria. ¿En qué se traducen estas incidencias?

Todos los ciudadanos que han acudido en el día de hoy a los juzgados [por este lunes] entre las 11.00 y las 14.00 horas no se les ha podido atender. Ya no es como antes cuando sacabas el expediente y lo mirabas, al ser electrónico y al caerse el programa no puedes ni informar, ni practicar diligencia alguna y no puedes hacer absolutamente nada. Para los trabajadores supone tener que recuperar el trabajo cuando se pueda y para los ciudadanos, tener que volver a pedir otro día en su trabajo y encima mucha gente en Soria viene de los pueblos y tienen que volver.

¿Cuánto tiempo llevan padeciendo estos problemas informáticos?

El programa nunca ha ido bien desde que empezamos la informatización de Justicia, parece que no es el adecuado, sobre todo en comparación con las comunidades autónomas a las que se han transferido las competencias en la gestión de justicia. En Castilla y León no tenemos, por desgracia, programas como País Vasco o Navarra donde funcionan muy bien. Tenemos compañeros que están desplazados allí y los sabemos de buena tinta que no tienen caídas. 

Llevamos con estos problemas casi toda la vida, con el expediente digital son dos años, pero con al antecesor del Minerva ya ocurría. Unos 18 años así, fácilmente.

Reclaman la incorporación de informáticos a la plantilla de Soria, ¿han obtenido alguna respuesta en este sentido?

Todas las administraciones públicas, comparándonos con las de Soria capital, tienen funcionarios informáticos, además del apoyo de empresas exteriores. Por ejemplo, creo recordar que la Tesorería de la Seguridad tiene seis o siete informáticos en plantilla para unos cien trabajadores, similar a Justicia, y nosotros tenemos cero. Sí tenemos el apoyo de dos informáticos contratados a una empresa externa, uno se dedica al hardware, mantenimiento de equipos, y otro formador. Pero informáticos como tal no tenemos. Lógicamente, las cosas no pueden ir bien. El Ayuntamiento de Soria tiene otros cuatro o cinco, la Junta otros tantos... en Justicia el programa no va bien y no tenemos el apoyo inmediato de los informáticos.

¿Cuándo tienen una incidencia de este tipo, cuál es el procedimiento que siguen?

Tenemos que llamar por teléfono. Es curioso porque nos incentivaban a que hiciéramos la incidencia a través del ordenador... si no funciona. Damos la incidencia por teléfono (CAU, Centro de Atención al Usuario) y esperamos, una hora, dos... 

A finales del pasado año la Junta de Personal se reunió con el subdelegado del Gobierno, Miguel Latorre, para tratar de buscar soluciones. ¿Ha habido algún avance?

Que tengamos nosotros conocimiento, nada. Lo único de lo que tenemos conocimiento, a través del correo corporativo, es de diferentes actualizaciones que se van haciendo del programa, pero cada vez que se hace una actualización conlleva que va a haber más caídas, los programas dejan de funcionar, no podemos acceder a las bases de datos... no solo es que no mejore, sino que cada vez notamos que va peor.

También señalaba la Junta de Personal que, a pesar del expediente digital, se continúa utilizando y gastando mucho papel...

Pasa lo siguiente: se ha creado el expediente digital pero no es total, es un medio expediente digital. Una persona cuando va al banco firma en la tableta y ya está. Aquí, no. Aquí se imprime, se firma, se escanea y se guarda. ¿Qué supone? Que no es el expediente digital que nos vendieron que iba a funcionar tan bien y se iba a suprimir el papel. Todas las declaraciones que se hacen se imprimen, se firman, se escanean... todas las entregas de mandamiento, igual... cualquier documento que tiene que firmar un ciudadano hay que imprimirlo. A la hora de la verdad se siguen gastando ingentes cantidades de papel que se podrían evitar. 

Nos vendieron que con las empresas nos comunicaríamos por sede electrónica, como hacen la Seguridad Social y otras administraciones y no funciona correctamente. A la hora de la verdad, se imprime, se envía y se espera a que se devuelva.

Han puesto de manifiesto que, una vez terminadas las obras en el palacio para la implantación de la nueva Oficina Judicial, las instalaciones no son las apropiadas. ¿Cuál cree que son los errores?

Tenemos un palacio antiguo, reformado para adecuarlo a la nueva Oficina Judicial. Lógicamente, el palacio, tal y como lo han dejado, no cumple la normativa de seguridad e higiene, ni la de accesibilidad. Para los ciudadanos y los trabajadores sigue siendo un laberinto, un edificio que no es el adecuado para las oficinas y, sobre todo, está saturado. Por desgracia, se está viendo. Antes de las obras teníamos unos calabozos y, actualmente, no hay. Ahora, después de la obra, se dan cuenta que tienen que hacer calabozos. Digo yo que se deberían haber dado cuenta. Y no hay sitio para instalar los calabozos... tenemos a los detenidos en los pasillos y cuando tenemos casos de violencia de género, a la víctima y al agresor en el mismo pasillo o a la otra puerta de un pasillo. La pobre víctima encima tiene que sufrir que todo el mundo la vea allí en un pasillo y a su agresor cerca. Pudiendo haberse hecho una reforma para poder estar separados y con las mínimas condiciones de dignidad.

¿Saben cómo van a resolverlo?

El último traslado se lo hicimos al subdelegado del Gobierno hace unos meses y que sepamos, nada de nada. De casi todo nos enteramos por vosotros, por la prensa.

En cualquier caso, después de las obras, alguna mejora habrán notado los trabajadores...

Si son mejoras porque las paredes están más blancas o porque han arreglado los baños, sí, o las salas de vistas. Yo trabajo en el Juzgado número 1 y resulta que tenemos una sala en la que estamos juntos la sección civil, la sección penal, los compañeros de auxilio, el Decanato y por la parte de arriba nos oímos todos. Supone que una persona que está presentando en Decanato un documento está escuchando lo que están entregando los auxilios del número 1 y, por supuesto, con la nueva Ley de Protección de Datos esto es inimaginable. Pues se están enterando de todo y, a su vez, los que estamos atendiendo en la sección civil, de las declaraciones que se toman en penal. Cuando un ciudadano acude a la Justicia entiende que se va a salvaguardar su confidencialidad y el secreto de las actuaciones. Esto es imposible tal y como lo han hecho. No solo tienen que sufrir la lentitud por la caída del sistema informático, además esto... En las diferentes dependencias ocurre lo mismo. Han reformado el edificio para una estructura nueva cuando estamos en unas instalaciones antiguas. Nos vendieron la moto de que esto es temporal, que con la implantación de la nueva Oficina Judicial se va a salvar. Ya sabemos, porque tenemos muy cerca Palencia donde se acaba de instalar, lo que dicen los compañeros, la juez decana y los abogados. Desde hace tiempo hemos expresado que la nueva Oficina Judicial tal y como la están implantando no funciona. Hay que hacer mejoras y reformas, por supuesto, pero no cosas que funcionen peor.

Han cuestionado que exista espacio para un juzgado de vigilancia penitenciaria. Sin embargo, en la planta superior sí existe un espacio que podría destinarse a estas dependencias. ¿Cuáles es la situación?

De los planos que nos dieron traslado hace dos o tres años el único espacio que quedó sin asignar a un uso es donde estaba el antiguo Decanato y parte del Juzgado de lo Social. Si en esas dependencias, que actualmente están designadas para almacén, quieren meter un juzgado de vigilancia penitenciaria... con sinceridad, me parece reducido, teniendo en cuenta que hay que meter también los calabozos y otros servicios con la nueva Oficina Judicial... me parece que no cabe. Pero bueno, los responsables de Justicia han demostrado que las cosas increíbles son posibles.

¿Con la reforma se han resuelto los problemas de climatización del Palacio de Justicia?

En el edificio se han acondicionado los despachos, pero, por ejemplo, un ciudadano que entra para ser atendido en el Juzgado número 1 o en el Decanato y tiene que esperar en el patio y en invierno, desde luego, hace mucho frío. En la remodelación en la zona del Juzgado número 3 y la Audiencia Provincial que da al sur, donde se superan los 30 grados en verano, no se ha hecho ninguna previsión en instalación de aire acondicionado. La sala de vistas de la Audiencia Provincial, que es una cristalera, cuando hace calor allí no hay quien respire. No es quejarse por quejarse.

La nueva Oficina Fiscal se implantó a finales de febrero, ¿qué ha supuesto para los trabajadores?

En principio ha repercutido en la reorganización de la Secretaría de la Fiscalía. La Fiscalía es un órgano que tiene ocho trabajadores, con lo cual la repercusión es limitada. Lo que viene a suponer es que quita a los fiscales parte de las tareas administrativas y se las asigna a los funcionarios de los cuerpos generales, en este caso, a un gestor. No es una gran reforma y para los trabajadores de la Fiscalía sí que supone algún cambio, pero para los ciudadanos o el resto de los juzgados, no. Cuando lleve funcionando más tiempo, la podremos valorar.

(Entrevista completa en la versión impresa)