El Río Duero Soria cierra 2022 en una espectacular cuarta plaza en Superliga y con la Copa del Rey de febrero en Los Pajaritos en el horizonte. Un año para enmarcar con un gran culpable, su entrenador. Alberto Toribio lidera un proyecto muy ilusionante.

¿Imaginaba un 2022 tan bueno para el Río Duero Soria?

No lo imaginaba así, está siendo mejor de lo esperado, pero muy trabajado. Nos hemos esforzado mucho por conseguir todo lo que hemos logrado.

El único lunar es no haber ganado a Guaguas, parece inalcanzable.

La lectura del último partido que perdimos allí es que estamos más cerca, pero nos faltó continuidad. De todas formas estamos hablando del mejor equipo de la liga y hay que seguir trabajando para ponernos a su nivel.

Llegan semanas clave ahora para el equipo con Teruel y Unicaja Almería en el horizonte.

La vuelta de Navidad es clave. Recuerdo lo que sufrimos a principio de temporada y nos viene de nuevo en esta segunda vuelta, hay que ir con confianza e intentar seguir estando arriba.

¿Lo que antes era motivación ahora debe ser consolidación?

Yo insisto mucho en que nos queda lo más importante. El discurso es el mismo desde el principio: lo que hacemos está bien, pero hay que trabajar día a día para estar a nuestro máximo nivel en todos los momentos clave.

¿Cuál ha sido la clave en este año y medio que lleva al frente para ese paso adelante?

Me he encontrado un club con un nivel de confianza en lo que yo proponía, muy alto. Me han dejado ir realizando los cambios que proponía buscando el alto rendimiento del equipo y esa ha sido la clave. La confianza ha sido máxima desde el primer día.

Si los resultados fuesen otros, no estaría hablando de lo mismo.

La confianza viene de eso, a los cambios los avalan los resultados y eso ayuda a que el nivel de confianza suba y puedas hacer todo lo que propones.

Se arriesgó al principio con un equipo muy joven.

Yo no tenía tantas dudas. Recuerdo mucho el inicio de las conversaciones con el presidente para venir a Soria y el modelo cuadraba con mi forma de trabajar. Por necesidades económicas y de otro tipo el modelo que nos cuadra es el de talento joven. 

La sensación es que a los grandes jugadores solo se los verá un año. ¿Cómo se puede mantener en el tiempo?

Con apuestas económicas y patrocinadores. El club tiene un margen importante ahí y si se quiere un equipo de primer nivel y que luche por cosas, el presupuesto debe ser mayor que el que es. Siempre tenemos un presupuesto por debajo de la posición que tenemos en liga y si fuese mayor nos podríamos quedar con jugadores. 

Mirando al futuro más próximo, está la Copa del Rey en Soria en febrero.

Somos conscientes de la ilusión creada, pero quedan dos meses de trabajo y en medio hay muchas cosas, la primera una liga en la que estamos siendo muy competitivos y tenemos que luchar por estar lo más arriba posible. Todo lo planteamos en el día a día y eso no debe cambiar.

Por último, un deseo para 2023.

Le pido a 2023 que como club seamos capaces de dar ese pasito más que buscamos desde que he llegado y que nos haga acceder a rondas más importantes en las competiciones.

¿Pedir un título es presuntuoso?

Es demasiado presuntuoso, pero trabajamos para eso. Hay que tener los pies en el suelo, pero tenemos muchas esperanzas depositadas en la Copa y en lo que venga después.