Los responsables de talleres de reparación de vehículos recomiendan revisar cierto tipo de piezas que normalmente suelen pasar desapercibidas para evitar una inhalación de gases que pueda ser perjudicial para la salud. Es el caso del sistema del tubo de escape, las gomas de las puertas (especialmente las del maletero si se va a pernoctar en el interior del vehículo) o las rendijas bajo la luna delantera. "Normalmente son cosas que no tenemos en cuenta porque no estamos en el vehículo en esas circunstancias", explica Francisco Formigós, de Chapistería Lorenzo y Clásicos Motor Sport, que se refiere a permanecer largamente en el interior de un vehículo estacionado pero con el motor en marcha y la calefacción encendida. "Hay que activar siempre la circulación del aire que hay en el interior del vehículo si ponemos la calefacción, porque si tomamos aire del exterior corremos el riesgo de que entren los restos del tubo de escape, y eso es gas que vamos a respirar dentro del coche", advierte. Por eso, hay ciertas piezas del automóvil que pasamos por alto revisar, como los tubos silenciosos, o las rejillas bajo la luna delantera del coche, o las gomas de las puertas. "Se suelen dar de sí con el paso del tiempo y no reparamos en ello, pero puede entrar aire si no cierran de forma hermético".