La Guerra Civil (1936-1939) y la derrota del Gobierno legítimo de la II República al que fue fiel hasta el fin de sus días supusieron un duro golpe emocional e incluso físico para Antonio Machado. Además, las duras condiciones meteorológicas en las que el autor de 'Campos de Castilla' tuvo que realizar junto a su familia el camino del exilio no hicieron sino agravar los problemas de salud que ya arrastraba previamente. El Hijo Adoptivo de Soria murió un 22 de febrero de 1939 en el hotel Quintana de la villa francesa de Collioure y con motivo del 83º aniversario del fallecimiento del escritor de 'Soledades', el director de la Fundación Científica Caja Rural (FCCR), el doctor Juan Manuel Ruiz Liso, reedita la autopsia virtual que realizó del poeta basada, fundamentalmente, en «morfopatologías» que pueden apreciarse a través de las escasas fotografías que muestran el deterioro físico en los últimos años de la vida del autor de 'A un olmo seco', así como en testimonios de personas que acompañaron al poeta en el duro camino hacia el exilio, y los escasos documentos médicos que pudieron ser aportados por los que fueron sus facultativos en aquella época, como el doctor Puche durante su estancia en Barcelona, entre abril de 1938 y enero de 1939. «No hay fichas clínicas y los archivos de los hospitales han desaparecido», insiste el médico soriano.
El estudio, que ya fue publicado previamente en la Revista Española de Anatomía Patológica así como en 'Historia epidemiológica de Soria (1900-2010), apunta a una bronconeumonía panlobar bilateral de tipo bacteriano como la causa de la muerte de Antonio Machado. Obviamente, insiste Ruiz Liso, es un trabajo completamente imaginario «pues no estuve allí ni se hizo la necropsia» en su día. Pese a ser una autopsia «virtual», insiste Ruiz Liso, sí que puede hablarse con seguridad de que el poeta arrastraba previamente las consecuencias de un enfisema pulmonar provocado por el consumo de tabaco. La retracción cutánea y el aspecto demacrado; los globos oculares hundidos y la marcada pérdida de peso que sufrió reflejan a simple vista la presencia de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, «que secundariamente condicionará una hipertensión pulmonar y, a su vez, con el tiempo, una insuficiencia cardiaca que en aquella época se evaluaba como asma», explica. El propio Machado ya comentaba en una carta remitida el 26 de febrero de 1937 a David Vidogsky que se encontraba «viejo y enfermo» y con los órganos más importantes de su cuerpo puestos «de acuerdo para no cumplir exactamente sus funciones». La adicción al tabaco de Machado condicionó seriamente, en opinión de Ruiz Liso, la salud del escritor y agravó los efectos que la bronconeumonía bilateral que contrajo durante los días que pasó a la intemperie y en malas condiciones a la espera de cruzar la frontera con Francia.
el sufrimiento. Pero el director de la Fundación Científica Caja Rural también atribuye al decaimiento anímico el agravamiento de la bronconeumonía que, en principio, acabó con la vida de este poeta declarado por la UNESCO como poeta universal. «El doctor Jesús Calvo Melendro ya expuso una mayor incidencia de patologías en los partidarios del bando republicano», añade Ruiz Liso. «Él ya vio que la depresión» y el bajo ánimo afectaba al sistema inmunitario, «que pasaba a ser muy deficiente». Si a eso se une una alimentación «muy restringida» durante los últimos meses de vida y la ausencia de antibióticos en aquella época, el desenlace, advierte el médico soriano, fue inevitable.
La autopsia virtual realizada por Ruiz Liso a Machado puede consultarse desde este viernes en la web www.fundacioncajarural.es.