Tercera ola en Soria: "Hay más jóvenes ingresados"

Nuria Zaragoza
-

La provincia avanza a velocidad ralentizada y, mientras España y la Comunidad salen del límite de alerta máxima, Soria sigue en datos «muy altos» y con la UCI saturada

Tercera ola en Soria: "Hay más jóvenes ingresados"

La provincia mantiene su pugna contra los datos de la pandemia y parece ir a otra velocidad que el resto del país. Esta semana, España abandonaba tras dos meses el «riesgo extremo» al bajar la incidencia de 250 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos catorce días (registró 235 el martes). La última vez que había estado al otro lado de la ‘línea roja’ fue el 22 de diciembre. También la Comunidad conseguía este martes bajar la incidencia acumulada del riesgo «muy alto» al situarse en 233,41 casos por 100.000 habitantes tras mes y medio de cifras récord. Todas las provincias mantienen una progresión positiva de los datos y avanzan hacia su desescalada. Soria también lo hace, pero a un ritmo sustancialmente más lento, con datos de contagio y transmisión todavía «demasiado altos para Soria», con el hospital todavía «muy lleno» de pacientes COVID (más de 70 ingresados en planta), y con la UCI en niveles extremos, ocupada al 150% (sigue extendida en REA hasta los 25 puestos, de los que 21 están ocupados a cierre de esta edición, 19 de ellos por pacientes con coronavirus). 

«Ha bajado un poco la incidencia, pero tener 20 contagios diarios es mucho para Soria. Estamos en cifras altas y con una ocupación hospitalaria alta. No ha bajado todo lo deprisa que nos gustaría y parece que el nivel de alerta en Soria todavía va para tiempo», aventura el gerente de Asistencia Sanitaria, Enrique Delgado, quien reconoce que, de momento, se descarta avanzar en la desescalada a nivel hospitalario y se mantendrán las cuatro plantas COVID, si bien una se tratará de vaciar, limpiar y dejar en cuarentena. «De momento ni cerramos plantas COVIDni abrimos plantas limpias, porque el riesgo todavía es importante», justifica. En cuanto a UCI, asume que está «muy tensionado» pero descarta ampliar más puestos (como ocurrió en la primera ola) ya que ahora «hay alternativas» y se podría «derivar» a otros hospitales en caso de necesidad. 

Hay cara y cruz en este escenario sanitario. Ya han sido administradas cerca de 12.000 dosis en la provincia y hay más de 4.500 personas vacunadas contra la COVID-19 con el ciclo completo (dos dosis). Está demostrado además que la vacuna está resultando «eficaz». Es el dato positivo pero, mientras, el índice de reproducción sigue demasiado alto  (cada infectado contagia a 0,75), la incidencia acumulada a 14 días en Soria ronda los 500 contagios por 100.000 habitantes (496 a cierre de esta edición) y, por extensión, compromete la caída en el número de casos. 

más jóvenes ingresados. En ese contexto, en el que la Junta acaba de asentar una relajación de medidas, Soria avanza en su propia curva con una tercera ola que ha impuesto sus propias señas de identidad y ha traído consigo un nuevo perfil del enfermo COVID. «En esta tercera ola, incluso antes de la vacunación, ya estábamos viendo que había una mayor proporción de gente joven que en la primera y segunda ola. Obviamente la gente mayor se sigue contagiando pero antes la gente joven no se contagiaba o, mejor dicho, no aparecía como positivo, mientras que en esta tercera ola sí que se contagia y está ingresando en el hospital», apunta el jefe de la Unidad de Coordinación Médica de Equipos de Atención Primaria, Javier Iglesias. Apoya sus declaraciones en los datos de hospitalización:«De los ingresos que tenemos en el hospital desde enero, el 17% tienen menos de 50 años y el 15,4% entre 50 y 60 años. El 18,5% de los hospitalizados tienen entre 60 y 70, y de 70 a 80 años es el 14,8%. El resto (34%) son mayores de 80 años . Obviamente la gente mayor sigue siendo la que más ingresa, pero este porcentaje ha bajado  mucho», puntualiza. De hecho, añade, «en las anteriores olas era rarísimo que hubiera más de un 40% de gente de menos de 60 años ingresada por COVID, eso no lo habíamos visto». 

Sirva un dato para establecer la comparativa:hasta el pasado mes de noviembre, la edad media de los pacientes ingresados era de casi 74 años en hospitalización. 

menos tiempo de ingreso. «Son porcentajes altos de gente joven que no se nos daban en otras olas», admite Iglesias, aunque reconoce también que, cuando se trata de pacientes de menor edad, «es verdad que son ingresos de menor duración y, salvo que se tenga una patología importante, evolucionan bien». «Pero alguno también está más tiempo y alguno por desgracia acaba en la UCI», avisa. Precisamente por ello, insiste, «no es un tema a despreciar lo de que la edad me protege, porque antes quizá se contagiaba la gente y no enfermaba, pero ahora estamos viendo más contagio en jóvenes y más enfermos jóvenes de lo que vimos en otras olas».  

Al final, el perfil del ingreso es el reflejo del perfil del contagio, y es evidente ya que en esta tercera ola se han disparado los casos entre la población más joven. «Un 10% de los que positivizan acaban ingresando, este porcentaje es lógicamente mayor en gente de más avanzada edad (en más de 80 años ingresa un porcentaje mayor) pero, al final, las franjas de ingresos van en función de las franjas de positivos y, al haber más positivos jóvenes, han ingresado más jóvenes;aunque es cierto que siguen ingresando menos jóvenes que mayores porque es gente sana», especifica. De hecho, añade, en niños ha habido mucha incidencia en esta tercera ola pero «no han presentado patología y, por suerte, no ha habido ingresos de menores». 

más contagioso. Buscar una explicación a todo ello resulta todavía complicado. Delgado apunta al incremento de pruebas diagnósticas. «En la primera ola los jóvenes no se diagnosticaban porque no había pruebas», considera. Puede ser también que ahora los mayores estén más protegidos y el efecto de la vacunación, lo que explica que haya bajado su porcentaje de contagio. Pero en lo que coinciden tanto Delgado como Iglesias es en que «el virus tiene en esta tercera ola una mayor contagiosidad». «No sé si porque se está más en interiores, si porque relajamos más las medidas en casa, si porque hay alguna variante más contagiosa... pero la realidad es que en la primera y segunda ola, de cada positivo, los contactos que se positivizaban eran muchos menos que ahora. Ahora, cuando el virus entra en un domicilio, la gran mayoría de convivientes positiviza (eso no significa enfermar, significa que alguna de las dos pruebas que se hace a los contactos el día 1 y el día 10 da resultado positivo). Ahora están secuenciando las variantes y habrá que ver si se trata de una cepa nueva, pero es verdad que influyen muchos factores», considera Iglesias. 

Es un virus tan nuevo y desconocido que queda todavía mucho por aclarar pero, de momento, lo que deja esta tercera ola es un diseño epidemiológico distinto: «La curva de Soria empezó más tarde, subimos menos que muchas provincias de Castilla y León, y ahora está bajando más tarde. Pero le está costando más bajar que a otras provincias. Está aplanándose pero aún estamos dentro de la superposición de las dos curvas».