Almazán, 80 puestos en un mercado con muchos veteranos

Ana Pilar Latorre
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En un principio se ubicaba en la plaza Mayor de Almazán, pero después se trasladó a la Gran Vía para dotar a los puestos de mayor espacio. Ropa, calzado, complementos, frutas, verduras, pescado, repostería, pollos asados... conforma una amplia y v

Almazán, 80 puestos en un mercado con muchos veteranos - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

Cada martes la calle Gran Vía de Almazán acoge el mercadillo, con más de 80 comerciantes de Soria, Burgos, La Rioja, Aragón, Navarra... De su correcto funcionamiento se encarga la Policía Local, que desempeña labores de organización y control por parte de sus ocho agentes en servicio. Jesús Ángel Lapeña Crespo, el oficial jefe de la Policía Local, explica que a veces también la Guardia Civil realiza un servicio de vigilancia para evitar posibles sustracciones, sobre todo en los meses de verano cuando hay más movimiento y aglomeración de gente. Desde primera hora, los agentes gestionan la entrada y salida de vehículos, así como las incidencias que puedan producirse.

A las ocho de la mañana comienzan a llegar los vendedores ambulantes a la calle Gran Vía, donde se ubica la mayoría de puestos, así como a las calles Tirso de Molina y Héroes de la Independencia. Así, a las nueve está todo preparado para empezar. El horario de verano -durante junio, julio y agosto- es de ocho de la mañana a tres de la tarde y en invierno -durante el resto del año- de nueve de la mañana a tres de la tarde. Cuando el martes es festivo, el mercadillo se traslada al día anterior, el lunes, según detalla el oficial jefe de la Policía Local. Cada lunes se señaliza debidamente que no se puede aparcar en las calles donde se instala el mercadillo, pero los vecinos ya están al tanto de ello porque se trata de una actividad habitual que se desarrolla los martes.

Hay dos clases de puestos en el mercadillo de Almazán, los de productos de alimentación, en la parte derecha hacia abajo, que suponen un 40-45%; y los de ropa, calzado y otros artículos, en la parte izquierda, que serían un 55-60%. Además, hay dos tipos de puestos, los fijos para vendedores que pagan durante todo el año y que son la mayoría (90%) y los libres, que son menos y que se colocan en los huecos por orden de llegada. En total, el mercadillo de Almazán cuenta ya con cerca de 80 puestos. Como ya se ha apuntado, los agentes de la Policía Local son los encargados de ubicar a los vendedores en los puestos libres y de solicitar la documentación, como el permiso de venta, los recibos del impuesto de actividad económica y del seguro de autónomo. El coste diario depende de la longitud del puesto, que va de seis a doce metros. Uno mediano, de ocho metros, tendría un coste de 18 euros al día en la sección de alimentación y de 16 euros al día en la sección de ropa, calzado y otros artículos. Los vendedores de alimentación están obligados a tener una báscula de pesaje a la vista y también el precio del mercado, «para que el cliente esté debidamente informado», comenta Jesús Ángel Lapeña Crespo.

Almazán, 80 puestos en un mercado con muchos veteranosAlmazán, 80 puestos en un mercado con muchos veteranos - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.El mercadillo ya lleva muchos años ubicado en la calle Gran Vía, por lo menos 40 años. Antes se instalaba en la plaza Mayor, pero por operatividad, ya que no cabían los camiones de transporte de mercancía y no podía haber más de 20 puestos, se decidió el traslado a una calle amplia y larga, escogiendo la que va de la avenida de la Estación a la calle General Martínez. 

Ahora el espacio da cabida muchos más puestos. El número se mantiene, explica el oficial jefe, pero en la época de crisis se notó un gran aumento porque «muchas personas que no pudieron continuar trabajando en sectores como la construcción y optaron como salida por la venta ambulante, para lo que no hace falta tener un local y solo es necesario género y un furgón».

En el mercadillo de Almazán hay muchos vendedores que acuden desde hace décadas, incluso desde cuando se instalaba en la plaza Mayor. Hay familias de Soria y otras que incluso se desplazan desde Valencia, Navarra, Zaragoza, Burgos o La Rioja a esta cita en Almazán por la que pasan cada martes miles de personas.

Almazán, 80 puestos en un mercado con muchos veteranosAlmazán, 80 puestos en un mercado con muchos veteranosamplia oferta. En una visita al mercado este mismo martes,  comprobamos que a pesar del aire y el frío hay mucho movimiento. El olor a pollo asado es un buen recibimiento y el vendedor ya ha comenzado a apuntar en la lista de pedidos, que suelen ser unos 70 cada martes. El aroma se mezcla con el del pescado, la fruta y la verdura de temporada, los encurtidos, las plantas... José Ascacivar, de Navarra,  vende bacalao allí desde hace más de 30 años y está muy contento con el funcionamiento de este mercado, por eso continuará viniendo. 

Muy cerca encontramos a Ángel Pastor, uno de los vendedores más emblemáticos de Almazán, con una oferta de calzado y ropa técnica de montaña procedente de Arnedo. «Toda la vida me he dedicado a la venta ambulante porque consideré que era un buen negocio, ya que en un sábado se ganaba más que en una semana en una fábrica», comenta asegurando que disfruta de su oficio. Los lunes está en Arnedo, los martes en Almazán, los miércoles en Corella, los jueves en Calahorra -quiere estar en el de Soria-, los viernes en Alfaro y los sábados en Ágreda, una cita a la que le tiene mucho cariño porque allí celebró los 18 años como vendedor. Originario de Cornago y San Pedro Manrique, reconoce que muchos de sus clientes son amigos de toda la vida y que procura «dar un buen servicio y ofrecer la diferencia» con artículos de marca a precio asequible. Del mercado adnamantino comenta que se realiza en una «buena calle» y que es «espacioso», así como que está bien organizado, con la alimentación a un lado y el resto de puestos al otro.

Tiene muchas anécdotas que contar, de su experiencia como vendedor ambulante, de un lugar a otro. Pero también es un gran conocedor de la provincia, porque sale a andar y la recorre mucho, sobre todo sus iglesias, y cuenta sus experiencias en redes sociales. Declara, mientras atiende en su puesto de Almazán, su «amor por Soria y por Dios». Pronto se jubilará, pero tiene pensado continuar con un pequeño puesto recorriendo distintas zonas de España para conocer a sus gentes y sus costumbres.

Jesús Beganzones llega cada martes a Almazán desde Roa de Duero, en la provincia de Burgos, con las típicas legumbres, dulces, encurtidos... Para todos los gustos. También llega la fruta desde Valencia, con Abel Franco Romero, que este martes también tenía el puesto a tope, sobre todo de clientes reclamando las conocidas naranjas.

Feliciano Álvarez, de Frutas Álvarez, de San Felices, comenta que la empresa familiar acude a este mercado desde hace más de 35 años. «Hace tiempo estuvimos en la plaza  Mayor y después el mercado se trasladó a esta zona», comenta el comerciante al tiempo que subraya que se mueve por mercados de Soria, Burgos y Aragón y que acude «aunque llueva y nieve».

De menaje, ollas, cazuelas, sartenes, vajillas... entiende mucho José Luis Ruiz, que llega de Peñafiel y que acude a Almazán cada martes desde hace más de 30 años, por lo que es otro de los veteranos. A la lista de los puestos más antiguos se suma la de Frutas Hermanos Llorente, que acuden a la cita adnamantina con dos camiones repletos de fruta y verdura. Y no puede faltar la panadería de Serón de Nágima, también veterana, según cuenta Manuel López, con una amplia oferta de repostería que llama la atención de los clientes de la villa. Hay ropa para todos los gustos, deportiva y de vestir, así como calzado de Illueca, también muy popular, y otro puesto de zapatos de la familia Borja de El Burgo de Osma. 

«Nos gusta venir al mercado, a dar un paseo simplemente o a veces también cae algo». Es lo que nos dice un grupo de vecinas no solo de Almazán, sino también de pueblos de alrededor como Barca. «Aquí venimos de todos los pueblos de alrededor, es un día que hay que venir», explica otra de las vecinas apuntando que «cuando hace frío en vez de dar dos vueltas como hacemos en verano damos solo una».

Así, transcurre un día más de mercado en Almazán, con cerca de 80 puestos en la Gran Vía, con una disposición amplia y organizada y ante la atenta vigilancia de la Policía Local. Como la localidad, es una actividad tranquila en la que hay mucho movimiento de compraventa de todo tipo de artículos. La cita es cada martes.