Varias zonas del Moncayo y San Esteban, en Montes de Soria

Ana P. lATORRE
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Desde la asociación de propietarios solicitan a las autoridades que controlen a las cuadrillas de recolectores ilegales y a las empresas que las traen

Varias zonas del Moncayo y San Esteban, en Montes de Soria - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

La asociación de propietarios para la gestión micológica conjunta Montes de Soria, el área regulada más extensa de la provincia, continúa incorporando territorio, concretamente en la zona del Moncayo y San Esteban de Gormaz. De esta manera, Montes de Soria ya cuenta como socio con el Ayuntamiento de Ólvega, que suma 2.600 hectáreas de todos los Montes de Utilidad Pública (MUP), y con la Comunidad de Villa y Tierra de Ágreda, que aporta 440 hectáreas de un monte de la zona de Trévago. José Antonio Vega, director técnico de Montes de Soria, explica que en la asamblea general del 30 de septiembre se ratificarán las nuevas adhesiones.

En la actualidad hay reguladas dentro de Montes de Soria 126.000 hectáreas, dentro del acotado micológico ‘Soria 50.002’. Y en base al acuerdo con el acotado micológico ‘Soria 50.003’, el de Montes de la Comunidad de Castilla y León en Soria, se permite que recolectores de Montes de Soria puedan desplazarse con el mismo permiso por 156.000 hectáreas de monte en la provincia para la recolección de setas.

«Una incorporación del año pasado que sí ha movilizado al entorno ha sido la de la Asociación de Vecinos de Villálvaro, en la zona de San Esteban de Gormaz y un área que hasta ahora no se había movido en el tema de la regulación», destaca Vega. «El hecho de que se sumara esta asociación con sus montes y las reuniones que hicimos en la zona están derivando a que este año haya posibles nuevas incorporaciones, como Fuencaliente del Burgo, Fuentearmegil y Zayuelas, entre otras localidades», añade el director técnico.

gestión. Desde Montes de Soria se muestran satisfechos por el crecimiento de la asociación. «Tenemos ya mucha superficie, pero las incorporaciones son todas voluntarias y no tenemos interés en ser más  o menos, sino que el que quiera estar que esté. Lo importante es que vean que hacemos un buen trabajo y que si les puede interesar nuestro sistema de gestión, encantados de contar con ellos y de que ellos cuenten con nosotros», aclara Vega. 

 Lo que Montes de Soria hace, como asociación de propietarios, es la «gestión diaria» respecto a la regulación en los pueblos, como el tema administrativo con Medio Ambiente, señalización de montes, poner en funcionamiento el sistema de expedición de permisos... Los interesados plantean su incorporación a la junta directiva y la asamblea de socios lo aprueba. Cabe destacar que en cada localidad hay un periodo de información pública «para que los vecinos puedan saber en qué consiste».   

«Cuando todo está hecho, los ayuntamientos solo tienen que dar los permisos a los vecinos» y se ponen en contacto con Montes de Soria para poder organizar jornadas micológicas, realizar cualquier consulta sobre la vigilancia de la recolección y la coordinación de la misma con Medio Ambiente y la Subdelegación, resolver problemas sobre grupos organizados... Estamos allí apoyándoles en todo», apunta el director técnico. «De alguna manera, lo que hacemos es descargar a los ayuntamientos de toda esa gestión para hacerla de una manera conjunta, mucho más eficiente», añade apuntando a que «se abaratan costes y la gestión».

A los ayuntamientos «no les cuesta nada» e incluso hay años que tienen beneficios, ya que lo que se trata es que «todo el dinero de los permisos revierta siempre a los pueblos a través de la asociación y que los ayuntamientos, como propietarios del monte, puedan recibir una compensación económica a mayores como pago por ese aprovechamiento».

 José Antonio Vega indica que la pandemia ha influido en que se prohibió la salida al campo y el tránsito entre territorios, por lo que el número de recolectores foráneos ha descendido, aunque aún así son 1.000 personas las que tienen estos permisos. Los beneficios, que el monte «ha descansado» un año de la recolección, aunque «lo dirá el tiempo y los científicos que lo estudian». «Si no hubiera habido coronavirus hubiéramos tenido en primavera la provincia a reventar de turistas porque fue espectacular en producción y hubiera sido un empuje muy importante a la economía del medio rural, como el sector hostelero», añade el experto. 

recolección. Sobre los recolectores ilegales en este año atípico por la pandemia, desde Montes de Soria piden a las autoridades sanitarias y Cuerpos de Seguridad del Estado que «controlen muy exhaustivamente» a estas cuadrillas. Vega, quien recuerda que ya hay una propuesta de sentencia en Canicosa de la Sierra de 16 años de cárcel para dos empresarios que «utilizaban» a recolectores ilegales, advierte también que estos grupos organizados podrían no cumplir las condiciones sanitarias, por su modo de vida (en campamentos y hacinados), por lo que entiende «la preocupación y el miedo que pueda haber». 

«Hay que velar por el control a esos grupos y a las empresas que los traen. En el caso de que lleguen, que en los pueblos cumplan todas las normas que se exigen a los propios vecinos. Y nosotros exigimos que cumplan las de la recolección de setas en las condiciones que los ayuntamientos tienen establecidas, como la obtención de permisos y las buenas prácticas de recolección, ya que se destrozan nuestros montes para poder beneficiarse económicamente cuatro personas», reclama el director técnico. Vega recuerda que la mercancía decomisada se comercializa, la que está en buen estado, y el dinero se invierte en limpieza y señalización de montes.

Sobre la temporada, «las previsiones son muy buenas y generan ilusión, siempre con la cautela de todos los años». Ha habido lluvia en primavera, tormentas en verano y a final de agosto y ahora precipitaciones, pero el frío o el excesivo calor podría paralizar todo. Ahora hay níscalos y boletus, pero «a nivel testimonial».