El Casino Círculo Amistad Numancia siempre ha tenido una vinculación muy estrecha con la música a lo largo de sus 175 años de historia y desde ayer martes cuenta en sus instalaciones con un nuevo piano que ha sido donado por Vicente Carnicero. El instrumento de pared ha sido colocado en el emblemático Salón de los Espejos y, tal como destaca el presidente del Casino, Adolfo Sainz, queda tan bien "que parece que ha estado toda la vida allí".

Su instalación en esta estancia no responde a un impulso casual. El Círculo Amistad Numancia quiere recuperar su esencia histórica y amenizar como antaño con música de piano las charlas y tertulias que se desarrollen en este salón. Para ello, el presidente de la entidad tiene la intención de suscribir algún tipo de colaboración con el Conservatorio Profesional de Música Oreste Camarca o con la Joven Orquesta Sinfónica de Soria (JOSS) para que sus miembros puedan tocar el piano, "por ejemplo, un par de horas a la semana", apunta Sainz. Asimismo, el piano también daría la oportunidad de organizar veladas musicales o de café-cantante que podrían seguir incrementando la oferta cultural del Casino.

No obstante, habrá que esperar algún tiempo para poder escuchar sus notas musicales. Aunque el instrumento se encuentra en buen estado de conservación, necesita ser afinado y una buena puesta a punto para su debut en el Salón de los Espejos.

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Con esta nueva donación, el Casino cuenta ya con cinco pianos: el mítico Steinway&Sons que el Casino de Numancia compró en el año 1886 y que tocó en su día uno de sus socios en los años 20, Gerardo Diego; el Rönisch, que perteneció al Círculo de la Amistad y que, tras ser recuperado después de muchos años perdido, tiene su maquinaria interior estropeada, otro piano de pared que se encuentra junto al anterior en el salón Gaya Nuño y otro más que luce en la Casa-Museo de los Poetas.