El gran salto de Ana Ceña

S.Recio
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La amazona soriana comienza su andadura en la máxima categoría de la hípica española para menores de 25 años

El gran salto de Ana Ceña

Tras lograr tres metales consecutivos en los campeonatos de Castilla y León de los tres últimos años (incluido el oro de 2016), Ana Ceña tenía en mente dar el paso al Gran Premio, la categoría más alta de la hípica. El pasado fin de semana oficializaba esa intención  tras tres años de duro trabajo con su caballo, Furco, logrando una media de 67,500 y confirmando que era el momento para dar este importante salto.

En esta prueba oficial que realizaba en Griñón, asumía que a partir de ahora no hay vuelta atrás, no puede bajar de categoría y solo puede participar en pruebas de este rango, siempre en sub-25. Ahora entrenará pensando en 2019, cuando comenzará con los campeonatos nacionales con la intención de formar parte de la selección española que participará en el europeo de doma clásica de menores de 25 años.

entrenamiento. Al comenzar esta nueva temporada Ana Ceña tenía algo claro, «había que entrenar más y mejor». Se puso manos a la obra en Madrid, hasta donde se desplazó su entrenador para «trabajar a diario en un centro que me proporcionaba un ambiente más deportivo y profesional, esto me daba de forma inmediata un asesoramiento, a veces de mi entrenador, otras de Pablo Hernández, un jinete con el que entreno, e incluso de mis padres, que con sus visitas me daban el impulso que me faltaba en algunos momentos menos buenos».

Con esta nueva dinámica de trabajo «he perfeccionado todo. Al tener nuevos ejercicios me he dado cuenta de todas las cosas que no tenía controladas». Porque antes se centraba en realizar de una forma correcta un ejercicio, pero ahora «tengo que controlar muchos otros aspectos, me ha costado al principio darme cuenta de que no basta con hacer las cosas, había que conseguir más naturalidad en los movimientos, más fluidez, que se logre una belleza no forzada, algo que hemos conseguido a base de mucho esfuerzo, Furco (su caballo) y yo». Porque  ahora «lo que parecía una obligación para Furco, se ha convertido en una rutina, no se ve forzado a trabajar los ejercicio, y esa es una de las claves de este paso tan importante para mí».

el gran premio. La máxima categoría de la doma clásica, aunque por el momento en sub-25, tiene su principal diferencia en la duración del ejercicio, «he pasado de seis o siete minutos a 10, en principio puede no parecer mucho, pero implica más concentración y un esfuerzo físico mucho más alto que al que estaba acostumbrada habitualmente».

La duración es un gran cambio, a lo que se une la dificultad, «la combinación de los ejercicios es mucho más enrevesada, por eso estoy tan contenta con mi debut y con la media conseguida, es una puntuación con la que se puede competir en el Gran Premio». Y todo ello a pesar de los nervios, «hacía muchísimo tiempo que no me ponía nerviosa, pero me ha ayudado que casi un autobús de gente viniese de Madrid a apoyarme.El cambio de categoría es muy exigente mental y físicamente», concluye Ana Ceña.

Ahora toca seguir con la preparación en vistas ya a 2019, por delante queda enfrentarse a los mejores sub-25 de España para dar al Europeo.Estaremos atentos.