De Miguel plantea trasladar dos parques de bomberos

N.Z. /A.P.L.
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De Miguel reconoce que el servicio es mejorable pero, recuerda, «nos pasaron las competencias pero no el dinero»

Bomberos: Ribera y Moncayo perderán un parque - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez. Eugenio Gutiérrez Mar

La Diputación pretende avanzar de forma «inmediata» en la reestructuración del Servicio de Extinción y Prevención de Incendios de la provincia. El primer paso será, según anuncia el diputado responsable de la materia, José Antonio de Miguel Nieto, «la redistribución territorial de los cinco parques existentes para que abarquen más zonas, porque no tiene sentido tener parques a diez kilómetros uno de otro» y que haya zonas sin ningún servicio próximo, justifica. 

Actualmente, cabe recordar, hay dos parques en la zona de la Ribera, uno en El Burgo de Osma y otro en San Esteban de Gormaz; dos en la comarca del Moncayo, uno en Ágreda y otro en Ólvega; y uno en Almazán. «La idea es llevar a la zona de Pinares uno de los dos parques de la Ribera, es decir, trasladar o el parque de El Burgo o el de San Esteban a la zona de Pinares y, a continuación, trasladar o el parque de Ágreda o el de Ólvega a la zona de Tierras Altas», especifica el diputado de la PPSO. 

«De medios andamos bien pero están mal distribuidos», justifica, por lo que se pretende reubicar parte del material de un parque a otro y, en cuanto a personal, «poco a poco ir dotándonos de más». No obstante, admite ya, para ampliar la plantilla de bomberos profesionales «necesitamos dinero» y, de momento, no hay compromiso institucional ni por parte del Gobierno ni de la Junta por reforzar este servicio que fue transferido a las diputaciones por la Ley racionalización y de sostenibilidad de la Administración Local de 2013. «El poder Ejecutivo da competencias pero no dinero para atender el servicio», denuncia al respecto De Miguel, reconociendo que le gustaría poder dotar a la provincia de un servicio «con diez parques y 80 bomberos profesionales», según está recogido en el «estudio» que realizó la Diputación al respecto, pero económicamente hoy es inviable e insostenible para las cuentas de la institución. 

Dadas estas limitaciones, se va a proceder al traslado de parques que, anuncia, va a comenzar por Pinares. Se va a «solicitar» ya a los ayuntamientos que pongan a disposición de la Diputación «instalaciones adecuadas para poder albergar un parque». Una vez se proceda al cambio de Ribera a Pinares, se llevará a cabo el segundo cambio, de Moncayo a Tierras Altas. 

pinares ofrece. En Pinares reciben la noticia con buenos ojos. La alcaldesa de San Leonardo, Belinda Peñalba, confirma que la localidad ya solicitó a Diputación que el parque se ubicara allí, para lo que ya tienen una nave en la carretera N-234 disponible. Peñalba cree que lo importante, al margen de la reorganización, es que «Pinares cuente con un parque de bomberos», teniendo en cuenta además que es una comarca con una extensa masa forestal. 

En Pinares Bajos, los alcaldes de Vinuesa, Juan Ramón Soria, y Covaleda, José Llorente, creen que se debe buscar una ubicación idónea para que la actuación sea más rápida, por distancia y tiempo de llegada.

«no desaparecen». En cuanto a los municipios que perderán capacidad de respuesta, la Ribera y el Moncayo, el diputado responsable en la materia admite que todavía no se ha hablado con los alcaldes de los municipios que se pueden ver afectados ya que «primero» se quiere tener cerrado dónde se traslada el parque. No obstante, avisa ya, la decisión del cambio de ubicación «nunca responderá a criterios políticos», sino a «criterios técnicos» y «razonables» por el «bien del servicio». 

Ante el posible malestar que puede generar la retirada de material de un parque para trasladarlo a otro nuevo, avisa: «No desaparece ninguno, pero se queda en una dotación mínima». Explica en este sentido que habrá parques de diferente clasificación, según el tamaño y dotación de recursos materiales y humanos. 

El objetivo final es disponer de diez parques en la provincia que abarquen un perímetro de 30 kilómetros. Ese modelo con 80 bomberos, no obstante, «cuesta 2,5 millones de euros solo en nóminas», concreta el responsable político del servicio de extinción. «Ese dinero no lo tenemos», asume, y tampoco se espera, ya que, recuerda, «según el Plan Estratégico de la Junta y según las reuniones que hemos mantenido con Protección Civil, no hay dinero ni para este año ni para el siguiente, de momento». A mayores, añade, «la ley Montoro impide crear más puestos fijos». Teniendo en cuenta este panorama, la única opción que hay es la reestructuración y la creación de una «bolsa de empleo» de bomberos.