"Soria es una provincia rica para estudiar la Edad Media"

A.P.L.
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La historiadora y gestora cultural ha impulsado un proyecto en torno a la Edad Media y las tres culturas que convivieron al que se han sumado 22 empresas, la mayoría de Soria, y 14 ayuntamientos.Es un trabajo colaborativo y provincial que se ampliar

"Soria es una provincia rica para estudiar la Edad Media" - Foto: E.G.M

Esta historiadora especializada en la etapa medieval cuenta, a pesar de su juventud, con una dilatada experiencia en gestión cultural en la provincia y ahora impulsa el proyecto Aljamas hebreas sorianas, que se presenta oficialmente el próximo 29 de marzo. Marisol Encinas, que ha organizado exposiciones sobre el románico, Huerta frente al agua y El monasterio Jerónimo de Espeja, explica los detalles de esta ilusionante iniciativa sobre la cultura judía en la Edad Media y de ámbito provincial.

Como medievalista, ha enfocado su tesis al concepto de la muerte en las tres religiones (cristina, judía y musulmana) que convivían en el Alto Duero. ¿En qué se ha basado? 

En cuanto a estudios, hice primero la licenciatura de Historia, después el grado de Historia del Arte y un máster en investigación. En la actualidad, estoy terminando el doctorado sobre Cristianos, judíos y musulmanes ante la muerte: el Alto Duero siglos VIII-XVI, que se está alargando porque siempre compatibilizo los estudios con el trabajo.Es complicado si eres autónoma y más en el sector de la gestión cultural al que me dedico, que incluye la organización de exposciones, talleres, conferencias, inventarios de bienes culturales... En la tesis trato de analizar y comparar el concepto de la muerte en las tres religiones en la Edad Media con tres vías de información: la arqueología, la documentación y el registro artístico.

Soria es importante en varias etapas y, sin embargo, es la Edad Media la que más interés despertó en usted.

Siendo soriana la Edad media me tira mucho.Es verdad que en la provincia tenemos yacimientos romanos impresnionantes y los celtíberos arrasan, pero Soria es un territorio riquísimo y privilegiado para estudiar la Edad Media, porque fue una frontera durante cientos de años entre cristianos y musulmanes y quedan vestigios increíbles desde los dos lados. Si vamos al castillo de Gormaz no tenemos que decir nada más, ahí se acabó. Siempre se ha estudiado la Edad de Media fundamentalmente desde el lado cristiano y entendía que en Soria, tirando un poco también de cuáles son las carencias en el panorama nacional, falta ver qué es lo que pasa con esa otra minoría, que son los judíos, sobre los que casi nadie había escrito hasta ahora. Creo que no se puede entender la Edad Media si no pensamos en que era un mundo con tres culturas distintas que coexistían a diario para bien y para mal durante casi 400 años. Me pareció un nicho importante para poder aprender más sobre esta provincia.

Antes de ahondar en el nuevo proyecto Aljamas hebreas sorianas, ¿en qué se diferencian de las juderías?

Hay una diferencia enorme entre aljama y judería. Una judería puede ser una calle donde viven unos pocos judíos y una aljama es una estructura superior, cuando hay suficiente población como para dotar a ese lugar de las instituciones necesarias para vivir en comunidad, como un cementerio, una o varias sinagogas, carnicerías, escuelas... En Soria tenemos los dos casos e incluso hay juderías que crecen y se convierten en aljamas y después vuelven a ser juderías, no es algo fijo, sino muy dinámico porque la Edad Media es muy larga.

¿Cuáles son los orígenes de esta nueva iniciativa cultural y turística en la provincia de Soria?

Al final, las cosas maduran cuando tienen que madurar y en este caso ha tardado y ha tenido una doble maduración. Hace dos años la Diputación Provincial me encargó un folleto  para poner en valor las aljamas y, de manera independiente para poder promocionarlas, surgió esta iniciativa privada. Ya llevamos un año trabajando y tengo un equipo muy sólido de 22 empresas, la mayoría sorianas, y 14 ayuntamientos. Me llena de orgullo como soriana poder decir que sale adelante un proyecto provincial y con el apoyo de los sorianos. En este tiempo hemos seleccionado las actividades, los lugares, la aportación de las empresas... cribando mucha información para decantarnos por una propuesta este año. Pero la idea de este proyecto, que nace con vocación de unión y continuidad, es que haya más ahesiones y poder crecer.

¿Y sus líneas generales ahora que ya se comienza a trabajar en ello?

No solo se sustenta en este trabajo en red, sino también en poder utlizar esta red en beneficio del equipo. Creo que en Soria, hasta ahora, hay muchas iniciativas de una calidad excelente a nivel cultural (Tierras Altas, Medinaceli, Ágreda...), pero muy descoordinadas. Lo que trata este proyecto es de unir todo eso en una única propuesta. Hay muchas vías más, por eso vamos a seguir creciendo. Hay ayuntamientos de toda la provincia -de San Esteban a Ágreda y de Villar del Río a Medinaceli- y tanto grandes como pequeños, que aportan un valor increíble porque las experiencias que se pueden vivir en los lugares de esta ruta (campos de lavanda de San Felices, fundación Vicente Marín, bodegas de Atauta...) aportan un valor enorme porque el turismo suele visitar los destinos tradicionales.

Es más que una ruta, ¿con qué se completa? ¿Cuándo se desarrollará?

Hay una parte enfocada al turismo y otra a la cultura, difusión, educación... Se están programando talleres para centros escolares de temática medieval y actividades como un congreso de temática judía, además de poder traer universitarios de fuera para que conzcan Soria desde la historia medieval judía. Hay una parte abierta a exposiciones, conciertos, teatro... Siempre con la idea de encarrilar estas actividades en la propia estructura creada.Este año comenzamos con tres visitas de cuatro días entre julio y agosto para 20 personas, pero la idea es que la web sirva de orientación y se reactive la oferta. En un futuro se ampliará, en función de los intereses de los ayuntamientos, porque es un trabajo colaborativo y provincial.

¿Qué caracteriza a las seis aljamas que inicialmente conforman el proyecto (Ágreda, Soria, Almazán, Berlanga, Calatañazor  Medinaceli)?

Cada una tiene sus peculiaridades. La de Ágreda está en un territorio pleno de frontera, todavía hoy, lo que en la Edad Media era increíble por las conexiones territoriales. Tenía una aljama de moros, una morería, perfectamente localizada y acotada en un recinto amurallado, junto a judíos y cistianos y se construyó un conjunto de murallas impresionante. También está Catalañazor, que es un pueblito pequeño, pero cuando revisas la documentación medieval, además de que había un montón de iglesias tenían una aljama de judíos y una sinagoga, con lo que es impresionante. Además, la pieza que da origen a esta ruta y sirve de logo, ya registado oficialmente junto a la marca, es una mano -como la mano de Fátima o la jamsa de los musulmanes- que se expone en el Museo Numantino y que apareció en una excavación en el cementerio de la iglesia actual y tiene unas letras en hebreo. No puede haber otra pieza igual en la provincia para hablar de esta ruta y de las tres culturas, ya que este tipo de amuleto lo usaban las tres culturas, apareció en una necrópolis cristiana y tiene letras en hebrero.

¿Y qué datos aportan las excavaciones de la muralla en el Castillo sobre la aljama de Soria?

La investigación primero hay que madurarla y después procesarla y transmitirla para que las prisas no nos jueguen malas pasadas. Pero sí es verdad que la documentación viene avalando que la aljama primigenia estaba en la zona del Castillo y después se extendía hacia la actual plaza Mayor. Había una judería cien por cien seguro. Los vestigios que están apareciendo se van a incluir en estas visitas, desde luego, porque para mí, como historiadora, es importante que sean de calidad. No es leer un libro y contarlo a la gente, sino proporcionar las últimas informaciones a nivel arqueológico, científico y documental. Cuando terminan las excavaciones se hace, por ley, un informe arqueológico que se deposita en el Servicio Territorial de Cultura, que es accesible para los investigadores. Yo creo que he leído todos los informes arqueológicos de los últimos 30 años en temas medievales, como éste de la muralla, incluyendo los últimos conocimientos arqueológicos que se tienen sobre la aljama de Soria. Y, sobre este tema, tenemos un hito importante para la ruta, porque el alojamiento será en el Parador, por lo que hay que visitarlo sí o sí. Han preparado en exclusiva un menú sefardí, como se está haciendo entre Paradores y la Red de Juderías.

Entonces, ¿también se suma la gastronomía a la historia?

Sí, la gastronomía forma parte de las experiencias. El menú mozárabe se puede probar en Calatañazor  y el menú judeoconverso en Almazán, inspirado en el libro La cocina prohibida, de Ángel Martín. En el castillo califal de Gormaz se podrán degustar unas delicias sirias contemplando el horizonte al atardecer.  Al final, es atrapar al visitante por los cinco sentidos, un choque de experiencias.

¿Cómo era la vida en las aljamas? ¿Sus pobladores eran comerciantes, prestamistas e incluso artistas?

Siempre pesa sobre los judíos, en general y a lo largo de su historia, la idea de que eran usureros y prestamistas que se enriquecían vilmente. Es un prototipo que no se dio en la realidad, aunque sí muchos de ellos tenían un perfil intelectual muy alto, sobre todo porque dominaban distintos idiomas. En la edad de oro de los judíos en Al-Andalus, el siglo X, se manejaban entre todos los reinos y entre oriente y occidente, por lo que eran gente muy culta. Esto les sirvió para, avanzado el tiempo, dedicarse a actividades de gestión, recaudación de impuestos, préstamos... y con gente muy relevante en estas esferas. Pero también estaba el extremo completamente opuesto, porque en la documentación aparece que había judíos que no tenían dinero ni para leña. Al igual que la sociedad cristiana y la sociedad andalusí, es muy diversa en función de los rasgos y la capacidad económica, tenían todas las escalas sociales. 

En Soria incluso había iluminadores de biblias, ¿en qué consistía este oficio y qué personajes destaca? 

Sí que había algunos personajes muy destacados y otros que se dedicaban a funciones tan espectaculares para lo que es la provincia de Soria como iluminar biblias, es impresionante. Hace un tiempo ofrecí una conferencia porque me llamó la atención una referencia que hizo Francisco Cantera Burgos en un libro canónico de hace décadas diciendo que «sería interesante saber qué pasa en Soria con esa escuela de iluminadores». Al cabo del tiempo decidí profundizar en los hermanos Ibn Gaón, que trabajaban entre Soria y Tudela pero no en exclusiva porque tenían un equipo enorme. Se dedicaban a hacer unas biblias maravillosas. No solo hay conocimiento de estas obras suyas que están en medio mundo, sino también de libros producidos en Soria desde época muy temprana, desde el siglo XIII.  Había una cultura entre los judíos que no he podido documentar en ese siglo a ese nivel entre los cristianos y entre los musulmanes. Ahí si que llevaban la delantera.

El año 1492 marcó un antes y un después, ¿cuáles fueron los destinos de los expulsados y sus modos de vida?

La mayoría de los judíos expulsados del reino de Castilla y Aragón todavía podían ir a los reinos de Navarra y Portugal, que eran independientes, y desde allí unos fueron a Francia y otros al norte de África. Algunos se convirtieron y se quedaron y otros se convirtieron y regresaron porque podían recuperar aquellos bienes que habían dejado. Fue un periodo difícil, con tres meses para cambiar de vida, no sé como lo afrontaron. Es difícil en una sociedad cristiana vieja porque estos cristianos nuevos no tenían las mismas, tradiciones, los mismos rezos... no vivían igual. En cuanto se convertían ya tenían a la Inquisición detrás, controlando la ortodoxia cristiana. 

Las fuentes documentales para seguirles la pista, curiosamente, son los registros de la Inquisición, que están en Cuenca. No quedan muchas fuentes escritas por ellos mismos porque se los llevaron o porque eran documentos sensibles y se deshacían de ellos por si pasaban los inquisidores o éstos últimos los quemaban. Sí que es verdad que en Ágreda conservamos un fragmento de la torá, una pieza maravillosa, que se visitará también en el recorrido. Antes de la Inquisición también tenemos que irnos a fuentes cristianas, más que musulmanas. Uno de los grandes interrogantes es desde cuándo están los judíos en Soria. Empiezan a aparecer en los documentos de concesión de fueros de los reyes a principios del siglo XII, lo que no quiere decir que no estuvieran antes. Y es que la historia de la península es como un péndulo: los cristianos avanzan sobre los musulmanes hacia el sur, cuando muere Almanzor en el año 1002 se fragmentan en un reino de taifas y pierden poder mientras que los reinos cristianos empiezan a unirse contra ellos, los reinos que surgen en Al-Andalus son débiles y llaman a tribus del norte de Áfirca álmorávides y almohades- para que les ayuden y, al ser rigoristas, son duros con los judíos que emigran a los reinos cristianos, donde les aplauden porque quieren pobladores. No es comparable con 1491, porque en 1492 les expulsan. Del siglo XV al siglo XVpasa de todo, de ser positivo que vengan a expulsarlos.

La presentación oficial será el próximo 29 de marzo, ¿qué implicará ese acto como punto de partida?

Aljamas hebreas sorianas se presentará el 29 de marzo en el Parador y será el punto de arranque. Queremos que llegue lo más lejos posible y estamos empezando a hacer contactos en Sudamérica y hacia Europa, porque es prioritario introducir a Soria en el turismo internacional, sobre todo porque estamos a dos horas de Madrid. No estamos cerrados a extranjeros ni son rutas solamente para judíos ni para sefardíes, que sería lo óptimo, sino que está abierta a cualquier persona que tenga interés. Hay un enorme nicho enorme en el turismo de un nivel cultural y económico medio alto y que tenga esa afinidad con ese pasado común e historia compartida de hace cientos de años que se vio truncada en el año 1492, con la expulsión de los judíos.Es retornar al pasado, conocer los vestigios y hablar de aquella época que puede interesar a cualquier turistas, pero más a ellos. Posteriormente, nos volveremos a reunir el 20 de abril para perfilar el formato exacto para aglutinar a ayuntamientos e iniciativa privada.