La falta de mano de obra, freno a la economía rural soriana

S.Ledesma
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Cualificación, vivienda, servicios y expectativas del empleado sonfactores que influyen en la dificultad de encontrar mano de obra en el medio rural; turismo y restauración acusan falta de asalariados

La falta de mano de obra, freno a la economía rural soriana - Foto: E.G.M

Personal de apoyo en montajes eléctricos, oficial de obra civil, maquinista de obra pública, diseñador web, peón ganadero, terapeuta ocupacional, operario de viña, técnico de emprendimiento...

Son algunas de las ofertas de empleo vigentes en las bolsas de trabajo de los Grupos de Acción Local (GAL) sorianos, que intentan ayudar en la difusión de todas las colocaciones que hay en su ámbito de actuación para conseguir lo que se lleva intentando décadas: atraer y fijar población en el medio rural. El escollo con el que se encuentran, coinciden, es la aparente contradicción entre potenciales trabajadores cada vez más formados y un tejido productivo que no encuentra empleados cualificados. Es decir: O falta personal indicado para una tarea en concreto o quien está muy cualificado se plantea si le merece la pena vivir en el medio rural, si tiene todo lo que desea en cuestión de vivienda, servicios y otras prestaciones. El turismo y la restauración, aseguran desde los GAL, se llevan la palma. 

diferentes variables. La paradoja se da por una serie de «variables: tipo de la oferta, vivienda, servicios y expectativas de la persona (ocio, por ejemplo)», considera el gerente de Tierras Sorianas del Cid, Javier Martín Olmos. Todo comienza con una «falta de conexión entre la oferta y la demanda», aunque la tesitura no es exclusiva de los pueblos. «Pasa con los médicos del Hospital», destaca el gerente de la organización. La bolsa de empleo de la asociación se encuentra repleta de oportunidades muy dispares, un tablón de trabajo con el que «intentamos dar visibilidad a las ofertas de las empresas y tratamos de conectar esa oferta con la demanda de personas que buscan trabajo». 

El sector primario tiene en la comarca Tierras del Cid «una gran demanda, sobre todo de peones agrícolas para hortofruticultura, producto fresco y vitivinicultura», pero existen «dificultades» para cubrir los puestos de trabajo por la falta de personal especializado en estas actividades y «porque son trabajos estacionales». Martín Olmos indica que la historia se repite en el sector del turismo y la restauración (camareros y cocineros), además de en la construcción. «No hay peones cualificados», asevera.

Otro factor importante está en «las aspiraciones» de quien opta a un empleo en el medio rural, principalmente en materia de «vivienda», pues en algunos sitios «es complicado» tanto «encontrar vivienda como hacerlo a un precio acorde a la remuneración del trabajo». Por suerte, en la comarca esa coyuntura es menos problemática: «Contamos con inmobiliarias rurales, así la oferta está controlada y localizada. En los pueblos pequeños, aunque la oferta es muy limitada, los ayuntamientos suelen tener alguna vivienda rehabilitada» para estos casos. 

sin personal ni alquiler. «Tenemos puestos de empleo vacantes, pero se da la circunstancia de que es muy difícil encontrar a trabajadores», indica la gerente de Proynerso, Ana Ruiz. En la comarca las dificultades se dan en «empresas cárnicas y de embutidos», algo que «realmente es un problema» para los empresarios, «que no pueden justificar las inversiones porque no han podido crear el puesto de trabajo y no porque no quieran, sino porque no encuentran gente y no pueden cubrirlo». Explica que en ocasiones se tiene que recurrir a mano de obra de zonas limítrofes con la provincia y que a menudo las ayudas permanecen paralizadas hasta que se encuentran trabajadores. 

Otro de los inconvenientes a los que se tiene que hacer frente en la comarca es a la falta de vivienda, no porque no haya físicamente, sino porque «hay mucha desconfianza para alquilar pisos a trabajadores». Problemas, «extrapolables al resto de la provincia», entiende Ruiz. 

bien remunerado. Para el presidente de Asopiva, Tomás Martínez San José, la mano de obra es una cuestión de «buscarla y pagarla». Como empresario del sector de la madera menciona que «los patrones hemos cambiado: intentamos mimar a los trabajadores, se les paga lo que piden, con buenas condiciones... ellos están contentos y nosotros también». Asegura que dentro de su sector «no hay problemas», y que los más acuciantes se dan en el turismo y la hostelería por la falta de «camareros y cocineros». Hace referencia a que en la actualidad, las búsquedas de empleo también se hacen acorde a unas necesidades para conciliar la vida familiar: «Tener un horario y los fines de semana libres». Una cuestión que también afectaría a la hora de cubrir algunos puestos. 

Desde los GAL, asevera, «hacemos todo lo posible por aprovechar bien todos los recursos para puestos de trabajo o modernización de empresas». Martínez San José indica que con los «fondos que tenemos hemos intentado hacer ampliaciones [en materia laboral] en el sector turístico y a nivel de zona industrial». La asociación mantiene activa en su web una bolsa de trabajo que se va actualizando con las demandas de empleo de las empresas interesadas en incluirlas. 

apoyo a la mujer rural. La comarca de actuación de Adema adolece de «grandes emprendimientos» que promuevan la generación de empleo. «Vamos tirando con autónomos y pequeñas empresas, pero nos haría falta contar con una inversión más amplia para atraer y apoyar proyectos más grandes, con más puestos de trabajo», admite su presidente, Matías Ágreda. 

Como en los anteriores casos, hay problemas para cubrir puestos en el sector del turismo y la restauración, «pero creo que genérico». Camareros y cocineros vuelven a ser los más demandados y, a su vez, los menos localizados. «Es un sector muy esclavo y en el que hay que renunciar a ciertas cosas; los que se suelen mantener en él son siempre los titulares de los establecimientos», matiza. 

El presidente de Adema indica que los esfuerzos de la organización están enfocados actualmente a «programas de emprendimiento de la mujer rural». Entiende que, «quizá es tarde, se las tenía que haber apoyado antes porque ahora el mundo rural apenas tiene habitantes y mucho menos mujeres, pero queremos potenciarlo». La última iniciativa fue un curso de apicultura y también se están desarrollando actividades medioambientales con energías renovables a través de la técnico de medio ambiente.