El turismo rural mira ya al verano para salvar al sector

P.V.
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Las estimaciones de ocupación para la semana festiva no alcanzan ni el 8%, ya que se ven perjudicados por el aforo reducido y los cierres perimetrales

El turismo rural mira ya al verano para salvar al sector - Foto: Alberto Rodrigo

Las pocas esperanzas que los empresarios de turismo rural de Castilla y León tenían puestas en la Semana Santa se toparon la semana pasada con la confirmación del mantenimiento de los cierres perimetrales de las comunidades para estos días festivos. Además, tampoco la Junta parece dispuesta a ampliar el aforo de este sector. Una situación que lleva a que la mayoría de las casas y viviendas de uso turístico de las zonas rurales se encuentren en «estado crítico» porque no tienen reservas desde el mes de septiembre. Aún así, muchas de ellas intentan aguantar hasta el verano, cuando confían en una reactivación del turismo «si hay una vacunación masiva».

Con la Semana Santa ya dada por perdida, así como los próximos puentes, las previsiones para esos días no son nada buenas y las estimaciones del sector apuntan a que ni alcanzarán el ocho por ciento que normalmente cubren los propios castellanos y leoneses. «Por lo menos el gremio de las casas más pequeñas sí tenía confianza en salvar estos días, pero el resto prácticamente la dábamos por perdida», asegura Julio Sanz, portavoz de la plataforma SOS Turismo Rural, que ya cuenta con más de 540 alojamientos adheridos y que se constituyó el pasado 7 de diciembre ante «la catastrófica situación que padecemos todo este año y que al parecer se van a prolongar en el tiempo».

La prohibición del movimiento entre comunidades ha perjudicado «mucho» a este tipo de turismo, como recuerda Sanz, que incide en que el 90 por ciento de sus clientes provienen de Madrid y el País Vasco. Pero además ven agravada su situación con el aforo de cuatro personas que tenían hasta ahora y que desde hoy se amplía a seis. «Es decir en alojamientos con 30 plazas no nos dejan meter más que seis», recalca.

Él mismo está sufriendo estas restricciones en su negocio, ya que recibió una reserva para 12 personas que provenían de Valladolid para pasar la Semana Santa en sus casas de Ávila, pero no se ha atrevido a confirmarla por la limitación de aforo. La misma situación se repite en otras provincias. Muchas viviendas de uso turístico de Salamanca, Segovia o Ávila ya están recibiendo cancelaciones de clientes madrileños por el cierre perimetral. Y es que Sanz recuerda que la mayoría de alojamientos de Castilla y León cuentan con licencias de entre 10 y 30 personas, por lo que no pueden subsistir con un aforo de seis.

También habla de una situación «caótica y de desastre» el presidente de la Asociación de Empresarios de Turismo Rural de Valladolid, Luis Chico. «No podemos dar el servicio para cumplir con la normativa vigente», confirma, tras lo que añade que si esto siguen así «muchos alojamientos no llegarán al verano». Además, recuerda que muchos de ellos, profesionales del sector y que viven exclusivamente del turismo rural, «son emprendedores del mundo rural que creamos economía circular», por lo que si cierran los alojamientos también afectará a los pueblos.

Manifestación

El sector quiere ser escuchado por las administraciones, «ya que de momento solo nos han recibido mandos intermedios», asegura Julio Sanz. Ante esta situación, SOSTurismo Rural ha convocado una manifestación en Valladolid para el próximo 15 de marzo ante la sede de la Junta de Castilla y León para exigir que se estudie la situación del sector y se cambie la normativa de cara al verano. «Si este verano el turismo rural no vuelve a ser un puntal, el 80 por ciento desaparece, porque ya hay mucha gente que no puede mantener los gastos y lleva sin ingresos desde septiembre», afirma.