Como una auténtica guerra. Así había planteado el Balonmano Soria la visita del Villa de Aranda. El público respondía y la batalla de conseguir un gran ambiente la ganaba el equipo soriano con un San Andrés que apuntaba al de las grandes tardes del balonmano.
Había otra variante que era importante controlar, la gestión de las emociones. Así lo avisó Jordi Lluelles, pero no fue capaz de transmitirlo a sus jugadores en una primera parte para olvidar. Tras el intercambio de golpes inicial, los visitantes conseguían materializar prácticamente cada ataque. Los locales dudaban, fallaban y lo peor, se nublaban en ataque para llegar al descanso con un 10-18 que dejaba el partido con la sensación de que solo los visitantes podían perderlo.
La segunda parte comenzaba con otro aire, pero una losa de ocho goles es muy difícil de levantar. El orgullo amarillo hacia aparición y una ligera esperanza se abría a falta de 14 minutos (20-25).
El Villa de Aranda se impone 28-29 al BM SoriaUn pabellón entregado ha respaldado al conjunto amarillo en la recta final del segundo tiempo, mientras recortaban distancias en el marcador. Cinco puntos les separaban a diez minutos del final. En el minuto 23 iban 25-27 mientras la afición coreana "Sí se puede".
La defensa sonriana ha repelido varios balones en los últimos y decisivos momentos del partido, con el marcador a 26-27.
El empate 27-27 se lograba en el minuto 27 gracias a Rubén Etayo. Aunque los de Aranda no tardaban en ponerse de nuevo por delante. Faltaban unos segundos para el minuto 30, y con el marcador en 28-29, y tras un tiempo muerto pedido por el BM Soria, el Villa de Aranda ganaba por un solo punto de diferencia.