Iván Juarez

CARTA DEL DIRECTOR

Iván Juarez


Un paso detrás de otro

09/10/2021

Es un tema recurrente, que concita opiniones encontradas, de fácil debate como todo lo que está a pie de calle, lo que puede valorarse bajo el escrutinio de la mirada y también del recuerdo. La evolución de todo entramado urbano está además sujeto al juicio censor y romántico de los que emiten su veredicto bajo los efectos narcóticos y anestésicos de  la nostalgia, de las fotos en blanco y negro y del exagerado inmovilismo del cualquier tiempo pasado fue mejor. Mejor porque éramos más jóvenes, pero el tiempo presente sigue siendo el espacio común de todos, incluso el de los que añoran «sus tiempos».
Las intervenciones en el foro público son las más arriesgadas para los que gobiernan, en ocasiones las más agradecidas, porque como sucede con el fútbol, todos llevamos un urbanista dentro. Uno puede apostar por el conservadurismo y cruzarse de brazos o, como mandatario,  intervenir en su entorno más próximo con el riesgo que conlleva, como en los últimos tiempos ha hecho Carlos Martínez y su equipo. Poco, en lo relativo a grandes actuaciones, ha cambiado Soria desde que llegué hace cinco años.  La transformación de la que todo el mundo habla llegó antes, con la controvertida peatonalización, el ‘cisma’ norte y sur que en los primeros días me hizo perderme tratando de dar una lógica a tanto rodeo. El resultado, un centro de Soria recuperado para el paseo, para el peatón, a modelo de otras ciudades, porque está todo inventado.Queda trabajo por hacer, en el centro y en las zonas alejadas. Pero sí, en algo se parece a lo que esperamos encontrarnos y disfrutamos cuando viajamos a otras ciudades, cuando aplaudimos la escasa invasión del tráfico rodado. Nuestra incongruencia nos lleva  a criticar aquí lo que felicitamos de otros lugares. Un proceso el que asumió Soria no exento de fallas, como un adoquinado coqueto pero mejorable, o esos badenes tan pernicioso para los vehículos con el objetivo de reducir la velocidad del tráfico. 
 Ahora, la ciudad, entre el apoyo de otras administraciones como el Gobierno central, fondos que llegan de fuera de las fronteras nacionales, Soria asume la segunda transformación de su historia reciente más allá del cambio de adoquín, las habituales campañas asfálticas y su necesaria lavado de cara. Afronta la capital una nueva revisión que se da en otros dominios y que lideran la mayoría de ayuntamientos, salvo los más reaccionarios que otorgan al vehículo y su contaminación una propiedad testosterónica. Se pondrá coto a la movilidad más contaminante y, de paso, se pondrá en cuestión la necesidad de ir a por el pan aparcando el coche en la puerta.
Por otro lado, hay zonas impracticables a las que hay que meter mano antes de que se conviertan en viviendas vacías presas del recargo del IBI. Como les contamos hoy, el Calaverón planea una escalera mecánica dentro del Plan de Movilidad porque hacer vida pasa por construir espacios más habitables y accesibles para jóvenes y no tan jóvenes. Actuar en las travesías que dibujan un panorama desolador de Soria en su bienvenida o desplegar un carril bici que no se limite a un scalextric interruptus son algunas de las medidas planeadas en un proyecto que, de llegar a buen puerto, cambiará el panorama urbano. No es cuestión de derribar la esencia del pasado, pero no hay época que no haya ido marcando su impronta al son de los tiempos y de las necesidades de la población.Parte del futuro de Soria pasa por ganar en atractivo para los actuales y futuros pobladores.Otra cosa es que se aproveche para ampliar sin motivo la zona azul a cada rincón de la capital, lo que da para otro debate.