La belleza del arte incompleto

SPC
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El Museo Nacional de Escultura acoge 85 obras inconclusas de artistas como Ingres, Degas, Picasso, Sorolla, El Greco o Chillida

Dos personas observan una de las obras expuestas en la exposición ‘Non finito. El arte de lo inacabado’. - Foto: Miriam Chacón ICAL

Lo fragmentado e inacabado como «metáfora de la creación». Esa es la perspectiva desde la que se aborda la exposición ‘Non finito. El arte de lo inacabado’, una muestra que se inauguró ayer en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y que permanecerá abierta al público hasta el próximo 9 de enero de 2022 para reflejar distintas nociones de lo incompleto en la historia del arte a través de 85 obras inconclusas de artistas de la talla de Ingres, Degas, Picasso, Sorolla, El Greco, Kandinsky, Chillida, Fritz Lang o Buster Keaton. La exposición temporal abandona así el territorio usual de este tipo de muestras en el Museo Nacional de Escultura y acoge obras del «extrarradio del canon» por dialogar de distintas formas con lo inacabado, una «veta de la historia del arte y de la creación» que llega a Valladolid un año después de cuando estaba previsto, como consecuencia de la pandemia.

Así lo reveló, durante la presentación de la exposición, la comisaria de la muestra, María Bolaños, que agradeció en todo caso la colaboración de la Fundación ‘La Caixa’ y de las más de 40 colecciones y museos públicos y privados que prestaron obras para la exposición, principalmente el British Museum y la Colección Abelló, por mantener su apuesta por una iniciativa que aterriza en la ciudad vallisoletana tras su paso por el CaixaForum de Palma de Mallorca, y que concluirá su peregrinar por el territorio nacional en el CaixaForum de Zaragoza entre el 9 de febrero y el 29 de mayo de 2022.

Pero ahora, durante los próximos cuatro meses, permanecerá en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid donde, por la extensión del tema y las disciplinas artísticas que lo abordan, que van desde la pintura y el dibujo a la escultura, el cine, la literatura o la fotografía, se divide en seis gabinetes desde los que se mira «una variante diferente de lo inacabado».

El visitante entra así en ‘Non finito’ a través de ‘El encanto de los comienzos’, donde a través de obras que «están siendo pero aún no son»; el segundo gabinete está dedicado a «artistas que concluyen obras con carácter abocetado», un concepto que comenzó Tiziano y que continuaron a lo largo de los siglos El Greco, Goya, Kandinsky o De Koonig. Entrar a la tercera sala es encontrarse con la ‘Construcción de la torre de Babel’ de Peter Brueghel el Joven y, a partir de ahí, reflexionar sobre la tensión entre el afán de grandeza del artista a través de su obra y la limitación de los medios disponibles. ‘Metamorfosis’ se sumerge, por su parte, en «la naturaleza como cambio». El quinto gabinete continúa ahondando en la transformación de la propia obra, entre la inconclusión y la infinitud. La exposición concluye con ‘Lo infinito’ como «contrafigura de lo inacabado».