Un grupo de ocho familias de refugiados de nacionalidades peruana, venezolana, siria y argelina que se encuentran acogidos en el centro que la Fundación Apip Acam gestiona dentro del programa de protección internacional en el Hotel Puerta de Pinares de la localidad de Abejar interpusieron este jueves 16 de febrero una denuncia ante la Comisaría Provincial de la Policía Nacional en Soria por «discriminación y abuso de autoridad», falta de cobertura de «necesidades diarias» en higiene y aseo personal (entre ellos de pañales para los bebés) y, sobre todo en alimentación. La denuncia ante la Policía Nacional la tramitaron después de presentar un escrito de queja ante la sede de la Fundación Apip Acam en la capital soriana, un documento que, aseguraron los portavoces del colectivo, la entidad no quiso sellar como recibido.

Los refugiados alegaron interponer la denuncia sobre todo por sus hijos que, en su opinión, están recibiendo una alimentación deficiente «con desayuno y almuerzo incompleto». También por una de las mujeres, embarazada y de nacionalidad siria, que por prescripción médica necesita una ingesta mínima de 1.750 calorías «y no llega con el menú diario», así como el resto de personas demandantes de asilo que se quedan sin comer si, por ejemplo, no llegan a tiempo al comedor. Es el caso de uno de los denunciantes, que estudia cocina en la capital. «Llevo tres días sin almuerzo», añadió. Estas situaciones vinculadas a la alimentación generaron que una de las familias solicitase la presencia de la Guardia Civil en las instalaciones este lunes 13 de febrero. Según confirmó la Subdelegación del Gobierno de Soria, en esa ocasión no se interpuso finalmente denuncia formal.

Por su parte, la Fundación Apip Acam niega todas las acusaciones y asegura que los cuatro cocineros contratados se encargan de elaborar menús saludables «dietéticos, saludables y adaptados a las condiciones de las personas», asegura la responsable de la Fundación Patricia Urzola. 

Sin embargo, las familias refugiadas denunciantes, que aglutinan a unas 30 personas de las alrededor de 50 que actualmente están acogidas en el Hotel Puerta de Pinares, mantienen que sus hijos van al colegio apenas «con un jugo» y que reciben como tentempié para la escuela un paquete con tres galletas. Asimismo, aseguran que cuando dejan restos de algún alimento, el personal realiza fotografías «para recriminar que tiran comida». «De las 14.00 hasta las 19.30 horas hay que aguantar hambre», explica uno de los refugiados. No permiten que saquen comida del comedor para ingerirla después. Pero las quejas de este grupo de refugiados también se centran en otros aspectos como los malos modos o un trato falto de respeto que aseguran recibir del personal que trabaja en el centro. Gritos «incluso delante de los niños», así como «discriminación y abuso de autoridad», tal como reza el escrito de denuncia, son habituales según el testimonio de este grupo de refugiados, quienes hacen constar también ante El Día de Soria intentos de coacción. «Nos amenazan con dejarnos sin comer, sin microondas, sin hervidor de agua» y calefacción que consideran necesarios por los menores, insisten. A una de las familias sirias, sostienen, les han llegado a decir ante la falta de pañales para sus bebés «que vayan a pedirlos a la Subdelegación del Gobierno». Tampoco, afirman, reciben la ayuda de bolsillo (50 euros por adulto y 20 euros por niño) en tiempo y forma, aunque les hacen firmar documentos. Desde Apip Acam se niegan también estos hechos y se destaca la «profesionalidad» del equipo «multidisciplinar» (psicólogo, trabajador social, abogado, maestros, integración, intérpretes...) del centro que, recalca Urzola, es una apuesta de la Fundación por el medio rural. 

El centro en el Hotel Puerta de Pinares abrió hace ahora justo un año con motivo de la crisis de refugiados tras la invasión de Ucrania y ahora acoge a demandantes de protección internacional de diversas nacionalidades. A este respecto desde Apip Acam se destaca que los refugiados reciben «las ayudas estipuladas por un manual establecido para cubrir las necesidades básicas de las unidades familiares» que marca el propio Gobierno de España y subrayan la colaboración con las instituciones en Soria y Abejar, en un trabajo en red. «El Ministerio de Inclusion da una buena respuesta de acogida en los trayectos migratorios. El programa «garantiza la cobertura de las necesidades básicas» de las familias, señala la entidad.

A la denuncia de Comisaría, se sumó este jueves una nueva llamada a la Guardia Civil que, según los refugiados demandantes, acabó en la tramitación de otras denuncias.