Enrique Delgado: "Necesitamos más vacunas"

Nuria Zaragoza
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El gerente confía en que esta semana se culmine con el colectivo de mayores de 60 años pero, advierte, comenzar con nuevos grupos dependerá de la llegada de más dosis

Enrique Delgado: "Necesitamos más vacunas" - Foto: Eugenio Gutiérrez Martínez

Al finalizar esta semana, el grueso de los sorianos  mayores de 60 años estarán vacunados frente a la COVID-19 con, al menos, una dosis. Es la estimación que manejan en la Gerencia de Asistencia Sanitaria de Soria, desde donde anuncian que la intención es que «en las próximas tres semanas» se complete el ciclo (dos dosis) en el colectivo de 60-69 años y «la próxima semana»  se pueda empezar ya con el colectivo de 50 a 59. Todo dependerá, no obstante, de que se reciban más vacunas, advierte el gerente, Enrique Delgado. «Necesitamos avanzar en la inmunidad de la población. Nosotros capacidad tenemos para poner muchas más vacunas, pero necesitamos vacunas», asume, confiando en que los anuncios en clave nacional tengan su reflejo en el nivel provincial y se pueda progresar hacia la deseada «inmunidad de rebaño». 

Su objetivo sigue siendo que para verano el 70% de los sorianos esté vacunado. De momento, prácticamente el 40% de la población de Soria ha recibido ya al menos una dosis y el 28% tiene ya el ciclo completo. Este porcentaje se concentra además en la población mayor de 70 años, la más vulnerable, lo que se ha traducido ya en un descenso de la hospitalización, y de la mortalidad. De hecho, esta semana por primera vez ha habido días en los que no se ha registrado ningún ingreso por COVID-19 en el hospital, lo que ha permitido avanzar en la desescalada y concentrar ya toda la zona de atención a la pandemia en Medicina Interna y en una única planta. En concreto, la planta 6c atiende ya la denominada zona ‘sucia’ (pacientes COVID), así como la zona de transición (para pacientes pendientes de resultado de PCR). En la UCI, sin embargo, sigue la presión, con ocho pacientes COVID (cabe recordar que hay 14 puestos estructurales). 

En cuanto a la mortalidad, la cuarta ola parece ser, de momento, la única que no se ha traducido en un incremento de la letalidad. Desde abril hasta el cierre de esta edición han fallecido doce personas con el virus. Es el dato mensual más bajo desde que estalló la pandemia, por debajo incluso de los datos del verano, cuando se registró la mortalidad más baja vinculada al coronavirus (en junio fallecieron 15 personas, 18 en agosto y 19 en septiembre).

la mitad de la población, inmune.  Teniendo en cuenta los datos de vacunación y que, según la Consejería de Sanidad, más de 9.000 sorianos ha tenido contacto con el virus (confirmado por prueba diagnóstica), el gerente estima que «es probable que cerca de la mitad de la población» de Soria sea ya inmune. Es una estimación ya que, cabe puntualizar, calcular la inmunidad real es complicado porque algunos vacunados son gente que también superó la enfermedad en su momento (por ejemplo, algunos ancianos de residencias, profesionales sanitarios...), por lo que, al sumar ambos conceptos, se podrían duplicar casos.

La inmunidad avanza a un ritmo en Soria mucho más rápido que en el resto. En Castilla y León, el 34% de la población tiene la primera dosis y el 16% el ciclo completo; y en España, el 12 % de la población tiene ya la pauta completa y un 27 % de la población tienen al menos una dosis. Vamos un paso por delante pero, avisa el gerente, esa falsa seguridad no debe hacer bajar la guardia ahora que se acaba el estado de alarma, especialmente al colectivo que aún está pendiente de recibir la inyección de inmunidad. 

«Hasta que nos vacunemos, el riesgo de contagio ahora es muy superior al que había hace unos meses. Ahora es mucho más fácil contagiarse, siempre que no estemos vacunados. Estamos viendo casos de personas que enferman y con cuadros graves muy graves en gente relativamente joven, y en gente muy joven. Mientras llega la vacuna, las precauciones tienen que ser iguales o superiores a las que teníamos el año pasado», avisa el responsable sanitario. 

vacunados, pero transmiten. En este sentido, hace ya también una advertencia hacia las personas vacunadas que creen que no tienen riesgo. «Sabemos que las personas vacunadas no enferman, pero no sabemos que no contagien y, por tanto, no hay que liberar de la mascarilla a la gente que ya está vacunada, porque las personas vacunadas pueden transmitir la enfermedad», avisa. «Estamos viendo en las residencias y en los colectivos de personas mayores ya vacunados que no enferman, pero pueden contagiar», insiste. Por ello, su consejo es doble: a los vacunados, «seguir con precaución»; y, a las personas sin vacunar, «redoblarlos esfuerzos» porque pueden ser «sensibles de enfermar gravemente». 

6.800 dosis en una semana.  De las más de 67.000 dosis recibidas en Soria desde que comenzó la vacunación en diciembre, se ha inoculado ya el 90%, un porcentaje que deja en evidencia el ritmo de vacunación de la provincia, donde desde enero no se descansa ni un día. Esta semana se recibieron el lunes 4.010 dosis (ninguna ni de AstraZeneca ni de Janssen) y el sábado pasado 2.800, según los datos del portal de Transparencia de la Consejería de Sanidad. En abril sumaron 22.200 dosis. El gerente garantiza que «en absoluto» han llegado menos vacunas a Soria por ir más avanzados y, de hecho, apunta, «en abril llegaron más vacunas que en marzo». A su juicio, «no es un problema de que lleguen menos vacunas ahora, es un problema de que nosotros hemos puesto muchas primeras dosis y, ahora, estamos con las segundas dosis para completar los cuadros de vacunación. Eso supone que, para poder avanzar en nuevos colectivos, o terminamos con las segundas dosis y empezamos con las primeras, o nos llegan más dosis». Por ello, insiste, «necesitamos vacunas». «No tenemos todas las vacunas disponibles para todos los colectivos, las tenemos para los grupos de edad que nos marca la Estrategia de Vacunación y, en función de ello, se va avanzando», explica sobre la decisión de comenzar o no con nuevos grupos de edad. «Si sigue así, en tres o cuatro meses puede estar vacunado el 70% de la población, pero a nosotros nos gustaría acortar estos plazos», insiste. 

Todo con el objetivo de poder alcanzar una nueva normalidad real «lo antes posible», justifica. No se atreve a aventurar cómo será este verano porque «cada vez que hacemos previsiones con esta pandemia, nos equivocamos», asume resignado, apoyándose en «la prueba del primer estado de alarma, cuando nos las prometíamos muy felices, y nos equivocamos», admite. «Ahora la situación es diferente pero hay dos riesgos que no debemos olvidar: las mutaciones, con nuevas cepas que igual no coge la vacuna y habrá que volver a vacunar -como pasa con todos los virus-, y que el mundo está conectado y hay que entender que las pandemias son globales y acabaremos con ella de manera global, o no acabaremos», avisa, con la mirada puesta en lo que está ocurriendo en la India. «Confío y espero (realmente es más un deseo) que, si conseguimos que el nivel de inmunización de la población se aproxime al 70%, aunque tengamos que seguir con medidas de protección (mascarilla, gel, distancia de seguridad...), probablemente podamos tener un verano más abierto de lo que tenemos en estos momentos», aboga esperanzado.