El Numancia recibía al Real Valladolid en un encuentro en el que ya se percibía ese aroma a partido importante. Manix Mandiola confiaba en su once habitual con la única novedad de David Castro en sustitución de Roberto Corral, que no podía disputar el partido por la famosa cláusula del miedo.
Pedía el entrenador rojillo más presencia de la zona de la media punta en el área para acabar con los problemas del gol, y precisamente José Fran y Menudo realizaban dos peligrosas aproximaciones en los primeros minutos del partido. El Numancia veía que este partido no se iba a parecer en nada al del Marino o el Lealtad, y el Promesas planteba un encuentro de igual a igual dando su primer aviso en el minuto 9, un disparo de Zalazar lo detenía Ximo Miralles. Eran minutos de juego vistoso de ataque.
Perdonaban los locales poco después en una gran jugada de pizarra de córner que Sillero mandaba por encima del larguero con su pierna derecha con todo a favor. El balón era visitante y el Numancia no se encontraba cómodo. En el minuto 16 Zalazar se encargaba de adelantar al filial blanquivioleta, el media punta se mostraba indettectable en zona de tres cuartos de campo y en una de esas incorporaciones anotaba el primer gol que Ximo Miralles recibía tras dos jornadas sin hacerlo.
NumanciaSe notaba dubitativo al Numancia y tras varios minutos en los que le costó recuperarse del golpe, una gran jugada por banda derecha acababa con San Emeterio sinedo derribado. Penalti claro en el minuto 23 que Asier Benito erraba. Su disparo al lado izquierdo de Gaizka Campos lo intuia muy bien el ex canterano del Numancia para despejar lejos de la portería. Los locales debían sobreponerse de otro golpe.
Había dado un paso atras el equipo de Javier Baraja y el Numancia se mostraba mucho más incisivo. Tras un paradón de Campos a José Fran, un centro del propio extremo lo cabeceaba a la red David Castro en el que era su debut en Los Pajaritos. En apenas 5 minutos los rojillos habían vivido de todo.
El partido daba una tregua tras media hora de mucha intensidad y cada equipo tenía una más. Fran Álvarez disparaba al muñeco desde la frontal del área y Asier Benito mandaba por encima del larguero un cabezazo en la última jugada antes del pitido final. Se llegaba al descanso sin ocasiones claras. Vistoso encuentro en unos primeros 45 minutos en los que el Numancia se supo reponer a un gol en contra y a un penalti fallado.
La fe rojilla.Tras unos primeros minutos de tanteo el Numancia comenzaba a dominar la segunda parte. En un ejercicio de intensidad sin balón los rojillos iban ahogando al Real Valldolid B. Al cuarto de hora de nuevo Borja San Emeterio desbordaba por banda derecha, su centro raso lo tocaba Gabarre y el balón se marchaba lamiendo el poste. El lamento del delantero lo tapaba la grada con aplausos a su trabajo y a un equipo que demostraba más que su rival.
En el minuto 70, Manix Mandiola buscaba más mordiente y reforzaba la zona de la media punta. Se marchaban José Fran y Asier Benito para dar entrada a Traver y Tamayo. El técnico prescindía de su dibujo de dos delanteros buscando más presencia con el balón.
Los locales ganaban en balón y en conducciones pero perdían remate. Traver daba el primer aviso en el 77 con un zurdazo muy desviado. No perdían la fe los rojillos y creer en la victoria suele tener premio. En el minuto 80 Sillero cabeceaba un gran centro de falta lateral de Menudo. El central adelantaba al Numancia y Los Pajaritos explotaba a pesar de sus mil y pocos aficionados.
Para Mandiola era suficiente con el fútbol de ataque visto ahora ahora y daba entrada a Bikoro por Cotán para contener la oleada de jugadores de ataque que el filial blanquivioleta había metido en el campo. No pasaba mucho más cuando se llegaba al 90. Era la única ocasión visitante pero servía para empatar. Un rechace de un córner acababa en las botas de Alonso que definía con fuerza para empatar el partido.
El partido terminaba con un resultado que era mucho castigo para el Numancia. Los rojillos suman un punto, mejor dicho, pierden dos, y a su vez dejan pasar una gran oportunidad para meterse de nuevo en las primeras posiciones.