Educación mantendrá los 1.350 profesores de refuerzo

SPC
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El curso próximo continuará con los grupos burbuja, la distancia de 1,5 metros y el desdoble de aulas

La consejera de Educación de la Junta de Castilla y León, Rocío Lucas, presenta las nuevas medidas para el inicio del curso escolar 2021-2022. - Foto: Rubén Cacho (Ical)

La Junta de Castilla y León apuesta por repetir en el curso escolar próximo la presencialidad segura en todos los niveles y etapas con un protocolo que contempla la creación de los grupos burbujas para los niños más pequeños, el establecimiento de la distancia entre personas de 1,5 metros, el uso de la mascarilla para los mayores de seis años en todo momento, y el desdoble de aulas, lo que obligará a mantener los 1.300 profesores de refuerzo que se contrataron para hacer frente a la pandemia del COVID. Además, se permitirán las actividades físicas individuales y colectivas, que no impliquen un contacto físico continuado mientras que las extraescolares en las aulas de los centros se generalizarán desde el inicio.

Son algunas de las principales medidas que recoge el nuevo ‘Protocolo de organización y prevención en los centros educativos de Castilla y León para el curso escolar 2021-2022’, presentado hoy por la consejera de Educación, Rocío Lucas, quien subrayó el “éxito” de las medidas implantadas el curso que ahora finaliza que han permitido a la Comunidad ser el único territorio que ha conseguido la presencialidad en todas las modalidades de enseñanza, incluida la Formación Profesional. “Fuimos muy ambiciosos evitando la semipresencialidad por la que se decantaron la mayor parte de las autonomías y, nueve meses después, las medidas que entonces se establecieron han resultado ser efectivas y lograr garantizar el derecho fundamental que es la educación”, incidió.

En este sentido, valoró que se mantuviera la asistencia a las aulas en los momentos más duros de la pandemia como en el mes de enero, cuando en el periodo de quince días se acumularon hasta 400 clases en cuarentena. Es decir, en los periodos de mayor incidencia del COVID, el sistema educativo llegó a tener el dos por ciento de sus aulas en cuarentena, de un total de 17.000. 

En este sentido, y la vista de los “buenos” resultados, la consejera anunció, según declaraciones recogidas por la Agencia Ical, que las medidas previstas a adoptar para el próximo curso serán “muy similares” a las puestas en marcha en el actual con el objetivo de continuar con la presencialidad y la seguridad. De ahí que la idea trasladada por Rocío Lucas es que cabe la posibilidad que se vaya a pecar de exceso ya que la previsión es que el nuevo curso se desarrolle en mejores condiciones epidémicas por el alto grado de vacunación de la población de Castilla y León. “No debemos bajar la guardia y es necesario establecer medidas preventivas contra el COVID”, añadió, pese a que supondrá un nuevo esfuerzo presupuestario, que superará los cien millones de euros. De ahí, por ejemplo, que se mantendrá la figura del equipo coordinador COVID en cada centro tras una “magnífica” labor y un “gran esfuerzo”.

Pese a las actuaciones que contempla el protocolo, que será colgado hoy en la web de la Junta, Lucas dejó claro que se trata de un documento vivo que se podrá “adaptar” y “flexibilizar” a los distintos escenarios, en función de la evolución de la pandemia y según las indicaciones de las autoridades sanitarias en los diferentes escenarios y niveles de alerta.

De momento, el próximo curso comenzará con los grupos estables de convivencia (más conocidos como grupos burbujas) para el primer y segundo ciclo de Educación Infantil y el primer curso de Primaria. El número de escolares por aula será de 22 como norma general, pudiendo llegar excepcionalmente a 25. Cuando la transmisión sea muy baja, y exista un estado de nueva normalidad, se permitirá la interacción entre distintos grupos estables de convivencia, sobre todo al aire libre como el patio. Además, a medida que los estudiantes cumplan seis años será obligatorio el uso de mascarillas.

Para el resto de niveles educativos, será obligatorio el uso de mascarilla y en todos los casos se deberá respetar la distancia de seguridad de 1,5 metros entre estudiantes, pese a que el Ministerio da la opción de reducirlo a 1,2 metros. El número de estudiantes por aula no podrá sobrepasar las ratios máximas de cada enseñanza. Es decir, será de 25 alumnos para Primaria, 30 para Secundaria y 35 en Bachillerato. Además, la Consejería prevé que ningún centro se vea obligado, por falta de espacio, a trasladar la jornada lectiva por la tarde, tal y como ha ocurrido en tres institutos el actual curso con el Bachillerato.

Lucas apuntó que, al establecerse la obligatoriedad de mantener el metro y medio en el aula entre los estudiantes, el número de profesores de refuerzo (1.350) va a ser “muy similar” a este año, que fluctuará en función de la cifra de los estudiantes matriculados. También, será muy similar el número de aulas desdobladas.

Los colegios e institutos continuarán con el establecimiento de tantos accesos como sea posible y todos estarán controlados por personal del centro educativo, procurando mantener la distancia de seguridad durante la entrada y salida del mismo. Asimismo, las llegadas y salidas se realizarán de forma escalonada.

Vuelve el deporte colectivo

En relación a las actividades en los patios, se dividirán también, en la medida de lo posible, las salidas y regresos del recreo; se minimizará el cruce en pasillos entre el alumnado; y, si fuera preciso, se adaptará o reducirá el tiempo de descanso. En este sentido, están permitidas las actividades deportivas individuales y colectivas, que no impliquen un contacto físico continuado. En el caso de los deportes de equipo, se realizarán con un máximo de 30 alumnos de forma simultánea, con mascarilla y solo al aire libre.

Para las actividades complementarias en el interior de los colegios, se deberá planificar el uso de las aulas correspondientes para música, plástica, tecnología, informática, laboratorios y aulas taller para respetar las condiciones de seguridad. 

Por último, la salida del centro educativo estará condicionada por la situación epidemiológica, siendo posible la realización de este tipo de actividades solo en los niveles de nueva normalidad y niveles de alerta 1 y 2.

Al igual que este curso, los centros docentes deberán prestar especial atención a la organización de espacios, el tránsito de personas, el establecimiento de medidas higiénicas y el rastreo de los contagios. Además, se continúa insistiendo en que no acudan al centro aquellos estudiantes, docentes y otros profesionales que tengan síntomas compatibles con la COVID-19, que se encuentren en aislamiento o en período de cuarentena domiciliaria por contacto estrecho. Finalmente, con carácter general se intensificará la limpieza y desinfección, especialmente en baños y en las superficies de mayor uso.

Atención no presencial de familias

Además, se continuará con la limitación “al máximo” la presencia de personas ajenas al centro educativo y se priorizará la atención no presencial de los padres con los docentes. “Se atenderá a las familias cuando no sea posible hacerlo de forma no presencial, con cita previa y al aire libre o en espacios interiores ventilados”, apuntó la consejera.

El protocolo -que en esta ocasión se ha presentado tres semanas antes que el año pasado para una mejor planificación de los centros, los equipos directivos y la comunidad educativa de cara al  nuevo curso- también contempla cómo actuar cuando un alumno o un grupo de alumnos no puedan acudir a los colegios e institutos por estar cuarentenados. En estos casos, los equipos directivos adaptarán su plan de digitalización, potenciando el uso de recursos y metodologías digitales y las aulas virtuales se ajustarán a los contenidos de las programaciones didácticas y las materias de las diferentes asignaturas, incluyendo los materiales didácticos. 

Al igual que este curso, los centros docentes deberán prestar especial atención a la organización de espacios, el tránsito de personas, el establecimiento de medidas higiénicas y el rastreo de los contagios. Además, se continúa insistiendo en que no acudan al centro aquellos estudiantes, docentes y otros profesionales que tengan síntomas compatibles con el COVID-19, que se encuentren en aislamiento o en período de cuarentena domiciliaria por contacto estrecho. Finalmente, con carácter general se intensificará la limpieza y desinfección, especialmente en baños y en las superficies de mayor uso.

Por último, la titular de Educación confirmó que se mantienen los planes de refuerzo y recuperación que han dado un “excelente” resultado educativo y beneficiado al alumnado más vulnerable o aquel en que la brecha educativa podía acrecentarse.

Preguntada por un plan de vacunación de los alumnos en los propios centros, Rocío Lucas apuntó que será algo que tendrá que determinar la Consejería de Sanidad, aunque, de aprobarse, sería a partir del mes de septiembre cuando ya esté iniciado el curso.