La producción hidroeléctrica baja un 36% en el último año

SPC
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La generación de electricidad en las instalaciones de Iberdrola en las provincias de Salamanca y Zamora cierra el año con 4.120 GWh, un 39% menos que la media de la última década

Embalse y central hidroeléctrica de Saucelle, en la provincia de Salamanca, explotada por Iberdrola. - Foto: Ical

Los numerosos temporales de lluvias que atravesaron Castilla y León en diciembre, con importantes precipitaciones que aumentaron los caudales de los ríos, permitieron maquillar un mal año en la producción hidroeléctrica de las centrales de la Cuenca del Duero. No en vano, la generación de electricidad en las instalaciones de Iberdrola  de las provincias de Salamanca y Zamora cerró 2019 con un total de 4.120 gigavatios hora (GWh) cuando a 30 de noviembre apenas había alcanzado los 3.068 GWh. En todo caso, la producción hidroeléctrica en 2019 de las centrales de la compañía –predominante en la Cuenca- es un 39,3 por inferior a la media de los últimos diez años, situada en los 6.790 gigavatios, y un 36 por ciento por debajo que la contabilizada en 2018.

Según la información facilitada por Iberdrola a la agencia Ical la producción de los poco más de 3.000 GWh a falta de un mes para cerrar el ejercicio habría sido la más baja de todo el siglo XXI, incluso por debajo de los 3.671 gigavatios registrados en 2017, que fue un año extremadamente seco que dejó bajo mínimos a todos los embalses. En cambio, las copiosas precipitaciones en diciembre pasado aumentaron, de forma sustancial, los pantanos.

Los embalses de Iberdrola en la Cuenca del Duero, a 30 de noviembre, almacenaban 2.360 hectómetros cúbicos (hm3), lo que suponía un 51,2 por ciento de su capacidad máxima. Un mes más tarde, había 3.221 hectómetros y el nivel subió hasta el 69,9 por ciento. Un porcentaje que es 20 puntos más que a finales de 2018.

Las abundantes precipitaciones en diciembre obligaron a las compañías que gestionan los embalses a abrir las compuertas de las presas con el objetivo de desaguar y regular las avenidas de los principales ríos, como consecuencia de las aportaciones de las cuencas de cabecera. El ejemplo más palpable fue en Navidades cuando Iberdrola comenzó a soltar agua por los aliviaderos, hasta el punto de registrar vertidos de hasta dos millones de litros por segundo –impulsados por el turbinado- en algunos embalses como el de Castro en la provincia de Zamora, en el límite entre las fronteras de España y Portugal. También hubo vertidos considerables en otras presas como Ricobayo y Villalcampo, en Zamora, y Aldeávila y Saucelle, en Salamanca.

Iberdrola asegura a Ical que obtiene de la Cuenca del Duero una gran parte de su producción hidroeléctrica. Hasta el punto que significa entre el 15 y el 20 por ciento del total de la generación de este tipo de energía en España. La compañía cuenta con el embalse de Almendra (Salamanca), que es el mayor de la Comunidad, con capacidad para 2.586 hectómetros cúbicos, y los de Cernadilla y Ricobayo, ambos en la provincia zamorana, con 1.179 y 256 hectómetros, respectivamente.

Estos embalses son, precisamente, los que acumulaban más reservas al cierre de 2019 con 1.378 hm3 (53,3 por ciento de su volumen máximo) en Almendra y 1.093 hectómetros en Ricobayo, seguidos muy de lejos de los 207 hm3 de Cernadilla (Zamora), los 176 de Saucelle, los 149 de Valparaíso (Zamora, al 91 por ciento de su capacidad) y los 107 de Aldeávila, que está al 93,5 por ciento.

Iberdrola es compañía que más energía hidráulica produce en la Comunidad. Así lo atestigua el Ente Regional de Energía (Eren) que, según datos consultados por Ical, genera más del 80 por ciento. La memoria del Eren sobre el ejercicio de 2018 recoge que la producción bruta de electricidad con la acción del agua en Castilla y León fue de 7.852 gigavatios, de los que 6.428 GWh correspondieron a la eléctrica presidida por el salmantino Ignacio Sánchez Galán. Es decir, el 81,8 por ciento. En 2017, supuso el 84,7 por ciento del total de la energía producida en las centrales hidráulicas mientras que fue el 86,1 por ciento en 2016 y el 83,5 por ciento en 2010.

La producción de los 4.120 gigavatios hora generada en las centrales hidroeléctricas de Iberdrola en la Cuenca del Duero, acumulada a 31 de diciembre pasado, se repartía básicamente entre las provincias de Salamanca (2.732 GWh, con un 40,5 por ciento menos que un año antes) y Zamora (1.257 gigavatios hora, con un descenso interanual del 27 por ciento). La empresa eléctrica también tiene centrales en otras provincias pero su aportación fue mínima en 2019 como en León (9,7 GWh), Soria (7,9) y Valladolid (6,2 gigavatios).

En el conjunto de las centrales de Iberdrola en la Cuenca, la producción de energía cayó un 36 por ciento en 2019 con respecto al año anterior, aunque a 30 de noviembre era la mitad (6.004 gigavatios frente a 3.068 GWh).  De no haberse producido las intensas lluvias en diciembre que llenaron muchos embalses del sector, 2019 hubiera cerrado como el peor ejercicio en lo que va de década. Los datos hubieran sido, incluso, peores que en 2017, un año extremadamente cálido y el segundo más seco de la serie histórica en España, que arranca en 1965.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) subrayó que el último año hidrológico (entre el 1 de octubre de 2018 y el 30 de septiembre de 2019)  fue el cuarto más seco del siglo XXI y el undécimo más seco desde que hace 54 años comenzaron los registros. Hasta el punto de que en Castilla y León hubo un déficit de precipitaciones de un 22 por ciento, con respecto a un ejercicio normal.