Tierras Altas revive su pasado trashumante

I.R
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Los vecinos de Carrascosa y Castilfrío de la Sierra han levantado un menhir de 1.800 kilos en las jornadas 'Tras la estela del tiempo', dedicadas al oficio de la trashumancia y a la divulgación arqueológica de la comarca de Tierras Altas

Tierras Altas revive su pasado trashumante

Levantar, con la fuerza del grupo y tal y como lo hicieron sus antepasados, un menhir de 1.800 kilos de peso. Esta ha sido la misión de hoy para decenas de vecinos de Carrascosa y Castilfrío de la Sierra, que han participado en las jornadas trashumantes 'Tras la estela del tiempo'. El objetivo de las mismas ha sido dar a conocer, a través de varias actividades realizadas durante el fin de semana, el pasado pastoril de la comarca de Tierras Altas, y también el patrimonio arqueológico de la zona. Es el caso del dolmen del Alto de la Tejera, de 5.000 años de antigüedad y que Antonio Chaín excavó en los años 80. Hoy en día aún se pueden ver restos de la gruta por la que los primeros pobladores de esta comarca soriana daban sepultura a sus muertos. "Estas construcciones estaban concebidas para enterrar allí a varias generaciones y el hecho de que hubiera que arrastrar los cuerpos hasta su interior simbolizaba un viaje desde el mundo de los vivos hasta el de los muertos", ha explicado hoy en este paraje el arqueólogo de la Universidad de Valladolid y director del yacimiento de Los Casares, Manuel Crespo.

Estos habitantes del Neolítico fueron los primeros en pastorear por los montes de Tierras Altas, un oficio, el trashumante, que hoy en día está a punto de desaparecer, puesto que apenas quedan cuatro pastores que lo lleven a cabo. Uno de ellos es Ricardo Pérez, que junto a sus dos hermanos tiene a su cargo 1.800 ovejas merinas. "Hace 50 años había muchísimos rebaños pero ahora no queda ya nadie", lamenta este vecino de Navabellida, que en dos semanas viajará junto a sus ovejas hasta Extremadura, para pasar allí el invierno.