Esta semana El Día de Soria se hacía eco del fiasco en la solicitud de plazas para Soria por parte de aquellos licenciados en medicina que, aprobando la oposición de Médico Interno Residente (MIR), deben elegir el hospital en el que quieren cursar la especialidad ganada. En esa competición nacional, el "destino Soria" ha vuelto a quedar el último en la demanda de esas plazas –que, recordemos, comportan empleo y sueldo- hasta el punto de que el 80% han quedado vacantes (sólo se han cubierto 3 de las 15 plazas ofertadas), abundando en un problema que ya es estructural porque actualmente existen 39 plazas sin cubrir en toda la provincia.
Para los representantes del PSOE en Soria, partido actualmente al frente del gobierno de la nación española, en la oposición en Castilla y León y al que apoya Soria ¡Ya!, esto pone de relieve la fragilidad del sistema sanitario y la necesidad de incentivos económicos por parte de la JCYL porque, a su decir, Castilla y León es una de las CCAA con los salarios MIR más bajos de toda España, como si el gobierno que presiden ellos no pudiera hacer nada al respecto. Sin perjuicio de lo anterior, el portavoz del PSOE dibuja una situación muy cierta: "La atención primaria en Soria presenta un panorama desolador y hay que recordar que en la pasada legislatura la provincia perdió 27 efectivos, 16 médicos y 11 correspondientes a personal de enfermería. Actualmente hay 39 plazas sin cubrir de las 129. Prácticamente 1 de cada 3 plazas está vacía".
Por otra parte, El Día de Soria también se hacía eco de las manifestaciones del vicepresidente de la JCYL, en su primera intervención en las Cortes de Castilla y León, en la que anunciaba la creación de una ponencia técnica para la reducción de la burocracia en la JCYL y en la que aprovechaba para denunciar que «las autonomías son un lujo que no nos podemos permitir», extremo que ha levantado una gran polvareda política en los grupos de la oposición, entre los que se encuentra nuestra equivocada Soria ¡Ya! Sin embargo, lo más cierto, si queremos pensarlo un momento, es que ese Estado de las Autonomías que defiende toda la progresía soriana le ha sentado como un tiro a la Provincia de Soria. Una provincia que antes tenía presencia propia en el conjunto del Estado como Provincia y como Capital de Provincia, en equilibrio con sus pares, pero que, con la llegada del Estado de las Autonomías –"autonosuyas" como las bautizó el genial Vizcaíno Casas en el libro y la película homónimas-, ha pasado directamente a ser el vagón de cola de unas de las CCAA que menos pintan en España, a pesar de ser la más histórica de todas. Desde el máximo histórico de población de 1940 (165.855 habitantes) la provincia no ha dejado de perder personal, hundiéndose literalmente a partir de 1970 (117.462) para intentar defender ahora los 88.000 habitantes. Este es el motivo real de que nadie que no sea soriano quiera venir a Soria ¡ni con empleo y sueldo! Y ese es el drama que anticipan esos MIR. Si no nos ponemos las pilas para funcionar políticamente como provincia, en el sentido de fusionar todos los municipios en uno sólo y combatir el Estado de las Autonomías que tanto nos ha quitado, Soria no tendrá ninguna oportunidad de mantenerse en las próximas décadas. Zamora ya lo está viviendo a pesar de tener casi el doble de población,denunciando como se están marchando hasta los inmigrantes. Mientras la progresía se esfuerza en combatir ese otro mantra del cambio climático ¡que es lo único bueno que le ha sucedido a Soria en los últimos veinte años! Pobrecitos.
(Mario González es abogado. Mautiko Abogados)