Almarza, tierra de belenes

Nuria Zaragoza
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Almarza acoge dos de los Belenes más grandes de la provincia. El del lavadero, diseñado por la alcaldesa, Ascensión Pérez, ocupa más de 40 metros cuadrados. En la iglesia parroquial, Álvaro Morales ha instalado su Belén de 22 metros

Almarza, tierra de belenes - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.

San Francisco de Asís creó el primer Belén de la historia. Fue en la Nochebuena de 1223 en una cueva próxima a la ermita de la localidad italiana de Greccio. Entonces, no hubo ni figuritas ni miniaturas. Ni siquiera personas. San Francisco utilizó animales a modo de representación simbólica de la escena del nacimiento. 

Desde entonces, el belenismo ha ido creciendo y evolucionando, y hoy en día es una de las tradiciones más arraigadas en las celebraciones navideñas. En Almarza, mantienen vivo este rito por partida doble y, además, a lo grande. Porque el municipio soriano acoge dos de los Belenes de mayores dimensiones que se instalan en la provincia. Por cuarto año consecutivo se ha instalado el Belén en el recuperado lavadero municipal. La alcaldesa de la localidad, Ascensión Pérez, junto con el personal del Ayuntamiento y la colaboración de algunos vecinos han sido los encargados de dar vida a esta recreación del Misterio a lo largo de 40 metros cuadrados, lo que supone que «ocupa prácticamente una pila y media de las instalaciones». Más de 500 figuras consiguen trasladarnos en el espacio y en el tiempo. 

El Belén está elaborado «íntegramente utilizando la materia prima y recursos de la zona», destaca Pérez. Pino, roble, varas de avellano, piedras... Además, aprovechando que se ubica en las instalaciones del lavadero, cuenta con «un sistema de bombeo que permite que corra el agua por el cauce de los ríos, ofreciendo una imagen espectacular». 

Almarza, tierra de belenesAlmarza, tierra de belenes - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez.Las figuras se han ido adquiriendo en los últimos cuatro años desde el Ayuntamiento de Almarza y cada ejercicio se trata de incorporar «algunas piezas nuevas». En esta ocasión se han sumado «animales, más oficios, más personajes del mercado romano, pastores...». 

Etnografía y tradición se dan la mano en esta actividad  que ha conseguido salir adelante gracias a «muchas horas» de dedicación, admite la regidora. El esfuerzo ha merecido la pena porque durante los últimos fines de semana más de 400 personas lo han visitado. 

La visita ha sido completa, porque en la parroquia hay otro Belén espectacular...

en la parroquia. Álvaro Morales se encarga de diseñar y montar desde hace ya siete años el Belén de la iglesia parroquial de Santa Lucía de Almarza, una pieza impresionante gracias al tamaño pero, sobre todo, al planteamiento que propone a través de inmensas rocas que elabora a partir de papel de embalar al que luego da forma y pinta. 

El montaje empieza prácticamente con dos meses de antelación. Durante un mes Álvaro se dedica a preparar el diseño y hacer las casas, todas ellas elaboradas de forma totalmente artesanal y con materiales reciclados. Cada año incorpora además alguna nueva. En esta ocasión ha sido la matanza, a la que no le falta detalle alguno, con los chorizos, las morcillas, los jamones... «Es un guiño al pueblo», indica Morales. También, la alfarería o la panadería. 

La instalación del Belén bajo el coro de la parroquia comienza un mes antes de la apertura. No sobra ni un minuto ya que el montaje es intenso. El Belén ocupa este año cerca de 22 metros cuadrados y cuenta con cerca de 250 piezas (entre animales, personajes, aperos…) que hay que instalar de una en una y siguiendo la estructura diseñada previamente, que trata de aportar algo original en cada ocasión. Además hay «unas 30 casas con oficios, dos ríos...». Porque uno de los puntos fuertes de este Belén es también el agua, que da vida y sonido. Otro es la iluminación, ya que «cada minuto y medio cambia y ofrece un efecto de día y de noche», explica el responsable de este montaje, que asegura que lo hace con una única motivación, seguir la tradición de su casa. «De siempre he puesto el portal, el pino... en mi casas. Fui cogiendo el gustillo y ampliando, y cada año voy incorporando cosas nuevas», explica. Lo de instalarlo en la parroquia fue «para que la gente también lo pueda disfrutar». Cocinero de profesión, esta afición se ha convertido casi en un ‘oficio’, ya que consigue hacer a base de plásticos, cartones, maderas... una obra de arte. 

Los amantes de los Belenes deben saber que pueden continuar la ruta por Tera, donde en su parroquia hay instalado también un Belén «impresionante». «Cada uno de los tres es además totalmente diferente», indica la alcaldesa de Almarza, invitando a hacer la ruta hasta el próximo día 6.