Como en una película romántica, «dos viejos conocidos se han encontrado de nuevo» en el mismo escenario donde una vez se separaron: Los Pajaritos.

Javier Vicario y David González vuelven a Soria, esta vez para formar parte del equipo senior. El primero, hizo las maletas para irse al filial de la AS Roma, mientras que el segundo pasó tres temporadas entre el Juvenil del Real Madrid y el Real Madrid Castilla. Ambos han llegado a entrenar con el primer equipo de los dos conjuntos, pero las grandes oportunidades no se deben dejar escapar, y volver a Soria era una de ellas.

El hecho de que hayan jugado para el CD Numancia les ha permitido tener una adaptación «más rápida», además de tener un recibimiento «espectacular». Eran dos canteranos muy conocidos y queridos en Soria algo que se ha hecho notar en estas semanas. «La gente de Soria, los amigos, los familiares, estamos todos muy contentos de estar aquí», relata Vicario.

González llega a Soria con la necesidad de tener minutos y experiencia en Primera RFEF. «Cuando me salió la oportunidad de venir aquí, no tuve dudas. ¿Qué mejor sitio para coger minutos y continuidad en esta categoría que en el Numancia?», señala el mediocentro.

Por otro lado, Vicario se desvinculó de la AS Roma este verano tras dos temporadas. Mientras buscaba una opción buena para él, se abrió una puerta con destino a Los Pajaritos. Al ver cómo funcionaba el club, el planteamiento que tenían y la ambición que había dentro del equipo, el joven central quiso volver a Soria.

Otro motivo para que regresaran los dos canteranos fue el hecho de que compartían amistad en el pasado. Tanto González como Vicario se conocían desde hace tiempo. Los dos años que pasaron juntos en el filial numantino y en la selección de Castilla y León, les han servido como apoyo dentro de la disciplina numantina. Cuando contactaron con Vicario, le dijeron que era probable que viniese David y eso, para él, era «un aliciente».

A pesar de que se han producido grandes cambios dentro del club, ellos creen que la esencia y el clima del Numancia no ha cambiado. Según Vicario, «la gente está muy unida, hay un grupo espectacular y seguro que todos juntos vamos a conseguir grandes cosas».

COMPETENCIA. Los dos futbolistas se incorporan al primer equipo con el objetivo de pelear por un puesto en el once. Tanto González como Vicario son conscientes de que tienen mucha competencia dentro de la plantilla, pero están centrados en dar «el máximo día a día» y que esa pugna sea «sana».

Una mentalidad que se ha ido forjando con los años. En el caso de González, estuvo tres años en Valdedebas, la ciudad deportiva del Real Madrid. Allí, consiguió hacer grandes amistades, como Lucas Cañizares, hijo del ex guardameta Santi Cañizares, con quien compartía piso. También le entrenó la temporada pasada Raúl González, leyenda blanca, quien, para el numantino, era un entrenador «muy bueno y exigente».

Vicario disfrutó una trayectoria diferente. En Roma, tuvo una primera barrera: el idioma. A priori se comunicaban en inglés, pero el joven de San Leonardo de Yagüe también contaba con un profesor de italiano. Aunque al principio les contestaba incluso en español, llegaba a entenderse con todos, porque, al final, «esto es fútbol». Allí entrenó desde el primer momento con jugadores de élite como Pedro, exjugador del FC Barcelona, un hecho que a priori «le imponía», pero que al final se daba cuenta de que «eran personas como todos».

Si con algo se quedan de la experiencia estos dos jóvenes deportistas, es la intensidad con la que se vive el fútbol en ambos equipos. Según González, en el Real Madrid «es una locura cómo viven el fútbol, no solo dentro del campo, sino también fuera de él».