La sequía aprieta

SPC
-

Hay temor por la campaña de riego y la falta de precipitaciones de este invierno ya está causando daños en cultivos de secano como el olivar, el viñedo o los cereales

La sequía aprieta

La falta de agua que sufrimos este invierno comienza a ser un problema serio en España. Los embalses de la mayor parte del territorio peninsular están por debajo de los niveles que se consideran normales en esta época del año, no se prevén precipitaciones de importancia en los próximos días o semanas y las cumbres de las cordilleras no guardan la nieve que sería deseable en el mes de febrero para que los cauces y los acuíferos puedan recibir aportes de importancia cuando llegue el deshielo.

Según informe sobre este fenómeno publicado este martes por COAG, el 50% del campo español se encuentra ya en situación de alerta o emergencia por sequía. La organización avisa de que, por el momento, el cereal, el olivar, el viñedo, los almendros de secano, los pastos y la apicultura son sectores que ya están afectados en diferentes puntos del país.

Zonas de Andalucía (principalmente la cuenca del Guadalquivir y la parte alta de la del Guadiana), del sur de Extremadura y del sur de Castilla-La Mancha se encuentran ya en una situación muy preocupante con mermas aseguradas en las producciones de esta campaña. Pero las comarcas cerealistas del resto del territorio castellanomanchego, de Castilla y León y de Aragón empezarán a hablar de pérdidas si no llueve con ganas en las próximas dos o tres semanas, aseguran desde COAG. Las primeras áreas han tenido directamente problemas de nascencia; en las segundas no ha ocurrido esto, pero la falta de lluvias de los últimos dos meses y el contraste térmico diario entre las heladas nocturnas y las altas temperaturas a mediodía han deshidratado las plantas. Las siembras de ajos en Castilla-La Mancha también se han visto fuertemente afectadas por la falta de agua en el último trimestre.

La sequía aprietaLa sequía aprieta - Foto: PABLO LORENTE Pablo LorenteLa escasez de precipitaciones va a provocar problemas de desarrollo y floración en otros cultivos como el viñedo, el olivar o los almendros; problemas que lógicamente tendrán reflejo en las producciones. Incluso la apicultura va a sufrir los efectos de la sequía, pues una floración menguada, tanto en plantas cultivadas como silvestres, traerá como consecuencia la imposibilidad de que las colonias lleven a cabo un desarrollo normal y puedan recolectar sus cosechas.

Esto en cultivos de secano. Pero si no se registran precipitaciones en el corto o medio plazo se barruntan restricciones de riego ante el bajo nivel de los embalses y pantanos (reservas al 44% de su capacidad total). Preocupa especialmente la disponibilidad de agua para regadío en Andalucía, Extremadura, Castilla La Mancha y Castilla y León. El regadío ha sido y sigue siendo uno de los pilares del desarrollo rural y un elemento básico de nuestro sistema agroalimentario. La superficie regada en España supone un 14% de la Superficie Agraria Útil. Pese a ser un porcentaje pequeño, contribuye en algo más de 50% a la Producción Final Vegetal, en un 2,4 % al PIB del país y emplea a un 4% de su población ocupada. Las tres regiones con más superficie regada son Andalucía (1.117.858 hectáreas, un 29,18% del regadío total nacional), Castilla - La Mancha (572.279 hectáreas, un 14,94%) y Castilla y León (463.148 hectáreas, un 12,09%).

Solicitud de fondos.

Ante esta situación, que también afecta a parte de Portugal, los ministros de Agricultura ibéricos han planteado a la Comisión Europea (CE) la grave situación causada por la sequía en ambos países y la posibilidad de movilizar fondos comunitarios para apoyar al sector. Lo han hecho en un encuentro del español Luis Planas y la portuguesa Maria do Céu Antunes con el comisario europeo de Agricultura, Janusz Wojciechowski, en los márgenes de la reunión informal de titulares de Agricultura que se ha celebrado en Estrasburgo.

«Discutimos el impacto de la inusual sequía invernal en la agricultura y qué tipo de fondos se pueden movilizar para apoyar al sector», explicó Wojciechowski. Antunes señaló que España y Portugal quieren incluir este tema en la agenda de la próxima reunión de ministros de Agricultura y Pesca, que se celebrará en Bruselas el día 21 de este mes.

Planas, por su parte, ha asegurado que el Gobierno está «siguiendo muy de cerca» la situación hidrológica en el conjunto de España. «Vamos a seguir muy de cerca la situación para ver qué medidas se pueden tomar», ha apostillado el ministro, que ha añadido que también lo está siguiendo junto con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. El ministro también ha aprovechado para defender que la situación hidrológica actual muestra que «todas» las medidas que está impulsando su departamento, como el regadío sostenible, el fomento del uso de aguas regeneradas o la eficiencia energética, son «absolutamente necesarias de cara al futuro».

En Castilla-La Mancha, la región con peores perspectivas después de Andalucía, su consejero de Agricultura, Francisco Martínez Arroyo, ha pedido «paciencia» ante la falta de lluvias, ya que a su juicio «todavía hay tiempo de que las lluvias animen a los cereales que necesitan agua». Además ha señalado que «aún es pronto para alarmas», confiando en la previsión de «pequeñas lluvias en las próximas semanas», deseando que esta situación de sequía no persista. En cualquier caso ha añadido que este tipo de cultivos ya están familiarizados con esta falta de lluvias y lo reflejan en la contratación de seguros, porque la sequía ya representa «una cuestión climática permanente». «El sector se tiene que acostumbrar a la realidad. Estamos acostumbrados a la escasez».

Pero la realidad es que el sector agrario español se encuentra en estado de alarma ante el que es ya el segundo peor comienzo del año hidrológico (octubre 2021-septiembre 2022) en lo que va de siglo, solo empeorado por el 2007-2008. En el primer cuatrimestre se recogieron 192 litros por metro cuadrado de media, un 35% menos de lo normal. Teniendo en cuenta las abundantísimas lluvias recogidas en zonas del norte durante diciembre, necesariamente ha habido otras partes de España que no han visto caer una gota.