Editorial

El nuevo curso político llegará cargado de deberes económicos

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Pedro Sánchez, tras su décima visita a la isla de La Palma, negó la posibilidad de llevar a cabo una crisis de Gobierno a la vuelta de vacaciones, acusando a los medios de comunicación de «intoxicar» y rompiendo una lanza en favor de su Ejecutivo, al que calificó de «estable» -aunque en ocasiones los ministros de los distintos partidos que lo forman lo disimulen muy bien- y destacó que está «extraordinariamente orgulloso del trabajo que hacen los ministros y ministras», y que van a llegar al final de la Legislatura.

Ese orgullo del presidente del Gobierno no lo comparte la mayoría de la ciudadanía, sobre todo en el apartado económico, donde los indicadores que aparecen en las últimas semanas no son nada positivos. No lo son para las empresas, generadoras de empleo, porque los datos más recientes de sociedades mercantiles ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística, correspondientes al mes de junio, recogen que se crearon un 6,8% menos que en el mismo mes de 2021 y que el capital suscrito tuvo un descenso anual del 23,2%, con el único punto positivo de que las disoluciones de mercantiles fue de casi un 10% menos que hace un año. Ayer, una nueva señal dejó a las claras que no se atraviesa el mejor momento, ya que la morosidad empresarial en nuestro país aumentó en tres puntos durante el primer trimestre respecto al anterior, lo que supone su mayor repunte en 12 años, según el Indicador Sintético Cepyme de Morosidad Empresarial.

No solo las empresas acusan esta delicada situación, sino también los ciudadanos, que vieron el viernes cómo los precios continúan con su escalada y la tasa de variación anual del IPC se situó en julio en el 10,8%, aunque este aspecto tiene su apartado positivo para el Gobierno, ya que los precios más elevados también le suponen mayores ingresos a través del IVA. Todo ello sin olvidar que el pasado mes de julio, tradicionalmente positivo para el mercado laboral, sumó más de 3.200 desempleados respecto al mes anterior, con el añadido de que este mal dato también se reflejó en la Seguridad Social, que perdió más de 7.300 afiliados y rompió su racha de crecimiento.

Pedro Sánchez puede afirmar que está muy orgulloso del trabajo que realizan los integrantes de su Gobierno, pero estos ejemplos de la marcha económica del país dejan a las claras que los ministros y ministras del Ejecutivo capitaneado por el líder socialista, una vez finalizadas las vacaciones veraniegas, tendrán un inicio de nuevo curso político que llegará cargado de deberes económicos, porque la justificación del lastre de la pandemia y de la guerra de Ucrania llegará un momento en el que se agotará.