La falta de vivienda anima a los pueblos a unirse al boom VPO

S.Almoguera
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Langa y San Pedro piensan ya en nuevas fases; Almarza quiere auspiciar 10 casas

La falta de vivienda anima a los pueblos a unirse al boom VPO - Foto: Eugenio Gutierrez Martinez

Un cambio de vida o una oportunidad laboral son factores que pueden propiciar la llegada de nuevos moradores a las pequeñas localidades sorianas. Pero éstas no siempre cuentan con infraestructura necesaria para la acogida. No disponer de vivienda puede suponer un freno a la dura tarea de aumentar el padrón y la realidad es que el parque inmobiliario disponible es insuficiente en la provincia. Quizá por ello muchos municipios están explorando fórmulas para la creación de inmuebles de nueva construcción en colaboración con otras administraciones, como la Junta de Castilla y León, que prevé construir en Soria en los próximos tres años un total de 140 Viviendas de Protección Oficial (VOP) destinadas, en parte, a jóvenes de hasta 35 años de edad; 60 de ellas exclusivamente en el medio rural. 

Después de un período, a mitad de la década de 2010, en blanco, las iniciativas regionales de promoción pública de vivienda se han retomado con dinamismo. En breve la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) acometerá la construcción de 27 casas unifamiliares en la localidad de Garray (el proyecto salió a licitación hace sólo unas semanas), y ya tiene en ejecución seis inmuebles en la localidad de San Pedro Manrique. En estudio y elaboración del proyecto básico se encuentra también la construcción de seis unifamiliares en Molinos de Duero. Pero al margen de las casas de nueva construcción, el programa Rehabilitare, que busca dar una segunda vida a inmuebles ya edificados, concentró sólo en 2021 el 32% de todas las viviendas habilitadas (un total de 34) desde el año 2016. La iniciativa, además, ha permitido poner a disposición casas de alquiler social en 31 poblaciones: de Salduero y Noviercas a Torlenga, Tardelcuende, Santa Cruz de Yanguas, Castillejo de Robledo, Nolay, Vinuesa, Vadillo o Aliud. Una de las localidades en las que Rehabilitare, en colaboración con la Diputación Provincial de Soria, está llevando a cabo este año una nueva intervención (en 2022 se están ejecutando ocho proyectos) es Langa de Duero, un caso singular en la provincia. Su consistorio gestiona con éxito de demanda más de 10 unifamiliares en régimen de alquiler. Formaban parte de un proyecto residencial dirigido a dependientes que en 2015 ideó la Junta de Castilla y León pero que, finalmente, no llegó a cristalizar. Las viviendas fueron finalmente cedidas al Ayuntamiento y, desde que se ofertaron en régimen de alquiler «siempre han estado llenas», confirma el alcalde de la localidad, Iván Andrés, y con inquilinos cuya media de edad «está por debajo de los 40 años».

La puesta en servicio de estos inmuebles ha permitido que «gente del pueblo haya podido independizarse», pero también que algunos trabajadores foráneos se hayan quedado a vivir en el pueblo. Empleo y vivienda, insiste el primer edil de Langa de Duero, conforman un binomio esencial. Lo de menos, alega con humor, son los pequeños problemas y las reparaciones que, en calidad de 'casero', tiene que realizar el Consistorio para atender las necesidades de los inquilinos. «Hay demanda. Abrimos un plazo de inscripción para vivienda nueva en régimen de compra y recibimos 16 peticiones», explica Andrés. De hecho, ya está en marcha una nueva promoción, a través de Somacyl, que en una primera fase se concretará en la creación de siete casas en una parcela cedida por el Ayuntamiento y a cuyo proyecto de ejecución se está dando ya los últimos retoques en cuanto a conexión de viales. No se descarta que este número inicial de viviendas pueda ampliarse en el futuro. «Si hay aceptación, intentaremos hacer otra fase. Tenemos terreno», apunta el regidor de Langa de Duero. 

Otros Consistorios buscan alternativas a la falta de recursos o de parcelas para poner en el mercado de alquiler. En Monteagudo de las Vicarías su alcalde, Carlos González, busca llegar a algún tipo de colaboración con el Obispado de Osma-Soria para poder poner a disposición la antigua vivienda del párroco, vacía desde hace alrededor de dos décadas. «Con cerca de 90 metros en cada planta, y tiene tres, se podrían ubicar allí tres familias», sostiene González. En colaboración con el programa Rehabilitare, en 2020 ya se puso en alquiler una casa que no tardó mucho en encontrar inquilinos: una familia con dos hijos. «Los padres trabajan en el pueblo», detalla González. La demanda existe, subraya el primer edil. El «gran problema» es que «no tenemos vivienda». Y no por falta de inmuebles vacíos en esta localidad. «Los dueños prefieren ponerlos a la venta y no en alquiler», insiste Carlos González. Y, eso que, apunta, hay inmuebles que llevan «desde hace siete años» sin conseguir comprador. 

«Es una decisión de los propietarios», agrega la alcaldesa de Almarza, Ascensión Pérez, «pero estoy convencida de que esas viviendas se alquilarían» si se pusieran en el mercado de arrendamiento. La media docena de  casas para alquiler de las que dispone  el Consistorio de Almarza son un ejemplo de ello. Todas cuentan con inquilinos. «La última en arrendarse: hace tan sólo 10 días en Cubo de la Sierra; una familia de seis miembros», puntualiza Pérez. Su bolsa de vivienda municipal para alquiler se ha quedado pequeña y, en este sentido, ahora están presentando a la Junta de Castilla y León la documentación necesaria para solicitar que la Junta pueda ejecutar una promoción de 10 casas en los sectores de San Andrés de Soria y Tera. 

La opción del teletrabajo, especialmente tras la pandemia, hace atractivo instalarse en localidades del medio rural y, en este sentido, declara Pérez, Almarza y sus pedanías cuentan con fibra óptica y «desde hace unos días con wifi gratuito en lugares públicos», gracias a una subvención de la Unión Europea. En San Pedro Manrique Somacyl construye actualmente seis casas de una nueva promoción de vivienda de protección oficial. De ellas, confirma su alcalde, Julián Martínez, «tres están ya vendidas». En el mercado de alquiler, insiste, falta mucha oferta y, de hecho, la bolsa municipal dirigida a arrendamiento está al completo. «En el pueblo, todo lo que se pone en alquiler está ocupado». De hecho, insiste, está convencido de que «si hubiera más oferta, probablemente también se alquilaría». Tras esta nueva promoción de vivienda aún en marcha, el Ayuntamiento de San Pedro Manrique tiene «en mente alguna más». La necesidad sigue siendo alta, recalca. 

En el alfoz. Alconaba, a escasos kilómetros de la capital soriana, es uno de los 66 municipios de la provincia que ganaron población en 2021. Para su alcalde, Víctor Barca, es vital seguir creciendo en el padrón municipal algo que, considera, tiene que ir unido a la oferta de infraestructuras residenciales. Promover planes de vivienda pública «entra en nuestros planes de futuro. Nos interesa tener casas municipales para ofertar», indica. Especialmente, en régimen de alquiler. Desde la pandemia, asegura, las que antaño eran segundas residencias en Alconaba han pasado a ser vivienda habitual. «La gente se ha dado cuenta de la importancia de tener un patio, un jardín». Los precios del suelo, insiste el regidor, son muy asequibles. «400 metros cuadrados salen a 24.000 euros», insiste, el problema es que la crisis económica dificulta ahora que la gente pueda invertir en la construcción de una casa. De ahí la necesidad de emprender promociones públicas. 

Para la alcaldesa de Almarza es imprescindible sumarse a este nuevo impulso del Gobierno regional a la dotación de vivienda en el medio rural. «Hemos visto una oportunidad», estima Ascensión Pérez. De ello depende, quizá, ese ansiado aumento en el padrón municipal para muchos Ayuntamientos.