Baja por regla, entre el "avance legal" y el "señalamiento"

EDS
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La reforma de la Ley del Aborto reconoce la baja laboral para menstruaciones dolorosas, medida que unos abrazan como un «avance legal» y otros como algo que «señala» a la mujer

¿Sus menstruaciones son dolorosas? Que esta pregunta empiece a 'colarse' en las entrevistas de trabajo y que la respuesta (que la Constitución ampara no contestar) influya en los procesos de selección de personal es el principal temor. El otro que empiece a 'estigmatizar' a las mujeres a nivel laboral. La reforma de la Ley del Aborto que el Consejo de Ministros aprobará previsiblemente la semana próxima recoge por primera vez el derecho a bajas labores por reglas dolorosas o endometriosis, una dolencia que sufre una de cada 10 mujeres con síntomas como dolores y calambres intensos, cólicos, náuseas y vómitos. Para la concejala de Igualdad en el Ayuntamiento de Soria, Gloria Gonzalo, la polémica suscitada no reside en la nueva ley, sino en la existencia de «empresas machistas» a las que hay «que seguir educando» en materia de igualdad. Gonzalo se queda además con el hecho de que empiece a hablarse con naturalidad de la regla y de que «aguantar» el dolor no siga siendo ni la solución ni tampoco la única opción. No obstante, para la presidenta de la Asociación Antígona, Pilar de la Viña, la medida no deja de ser una propuesta «propagandística» e «inútil», porque bajas médicas por reglas dolorosas «ha habido siempre» y estaban ya «resueltas discretamente». Para De la Viña esta medida incluida en la reforma de la Ley del Aborto podría «señalar» a las mujeres como trabajadoras menos convenientes por tener la menstruación. «La lumbalgia es la baja más frecuente y afecta más a los hombres. Pero a ellos les duele y nadie dice nada», no se especifica la causa de su baja, explica la presidenta de Antígona. «No sé por qué tenemos que señalar a las mujeres», concluye De la Viña. Para el secretario general de Comisiones Obreras en Soria, Javier Moreno, se trata de todo lo contrario: proteger. Además de considerarla «un avance legislativo», destaca que viene a dar cobertura legal a una «una demanda social», porque «no es de recibo que las mujeres que lo necesiten no se cojan la baja por miedo», insiste Moreno, quien celebra también que la ley regule el permiso preparto. «Si la regla la tuviesen los hombres, las bajas menstruales ya estarían reguladas hasta en el Derecho Romano», comenta con sentido del humor la concejala de Igualdad. Ambos, no obstante, insisten en la importancia de revestir la medida de una adecuada acción de sensibilización en las empresas fomentando, asimismo, los planes de igualdad «y la negociación colectiva», recalca Moreno. Para la delegada de Unión General de Trabajadores (UGT) en Soria, Azucena Pérez, habrá que ver cómo se implanta la ley, pero, en general, considera que es «una mejora de derechos» con la ventaja de que «no tendrá un sobrecoste para la empresa». 

aborto «con seguridad». Para la concejala de Igualdad de Soria esta ley es importante porque «es superintegral» e incluye otros temas que han suscitado ruido mediático. Para Gonzalo el debate no debe girar en torno a «aborto sí, aborto no», sino en asegurar que, en caso necesario, éste pueda desarrollarse garantizando la vida y la seguridad de las mujeres, sean cuales sean las circunstancias personales que les lleven a tomar la decisión. Porque, insiste, por encima de todo se trata de un derecho del que, además, la nueva reforma recuperará la parte derogada en el año 2015 por el Gobierno de Mariano Rajoy: la posibilidad de que a partir de 16 años se pueda abortar sin consentimiento paterno. «Prohibir tiene mucho de control de las mujeres», insiste Gonzalo. «Creo que el consentimiento paterno no ha lugar», opina la presidenta de Antígona, Pilar de la Viña, «porque si tienen buena relación con los padres, lo contarán, pero si no la tienen, para qué lo van a decir». Para la concejala de Igualdad también es una buena noticia que se garantice este derecho en la sanidad pública (las mujeres sorianas tienen que desplazarse a otras provincias para hacerlo). Pero, en este sentido, compatibilizar el derecho al aborto con la objeción de conciencia de los médicos puede ser difícil. «No creo que vaya a ser posible», subraya De la Viña. «Es difícil y arriesgado que alguien se declare no objetor», insiste, por la presión que reciben.