Villanueva pide "no morderse la lengua por la censura moderna"

SPC
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El exdirector de la RAE, premio Francisco Umbral 2021, defiende el "sentido común lingüístico" frente a las "imposiciones de la corrección política" porque "la lengua es condición inherente a la libertad humana"

Villanueva pide “no morderse la lengua por la censura moderna" - Foto: Miriam Chacn ICAL

El exdirector de la Real Academia Española (RAE) y premio Francisco Umbral al libro del año 2021 por el ensayo 'Morderse la lengua', Darío Villanueva, presentó hoy su obra en el marco de la Feria del Libro de Valladolid haciendo un llamamiento a "no morderse la lengua" ante la "censura moderna" promovida por la "galaxia post" a través de "la mentira y lo políticamente correcto".

Villanueva, que comenzó su intervención señalando que el premio es "ideal" para él porque para conseguirlo "no se necesita más que escribir el libro, sin calcular cuándo se reúne el jurado, quiénes son sus miembros y otras consideraciones que a otros autores obsesiona", también reconoció que "nunca" consideró merecerlo con un ensayo con el que, no obstante, reivindicó que este tipo de textos "pueden tener pretensión literaria".

"El libro tiene la virtud de la oportunidad, no cabe duda", continuó explicando Villanueva, más que por el estilo literario por su contenido, ya que aborda dos cuestiones que "están en el candelero" como son "la manipulación de la realidad a través de la postverdad, o la mentira postmoderna", así como la corrección política, que Villanueva definió como "la censura moderna".

"Hay una galaxia post con muchos post circulando por nuestra sociedad", apuntó entonces el autor de 'Morderse la lengua', que incluyó en este epígrafe el posthumanismo, la postverdad y la postdemocracia como formas de "tergiversación profunda del humanismo, la verdad y la democracia" y que ejemplificó con el análisis realizado por el Washington Post sobre el mandato de Donald Trump, desde el que la Casa Blanca emitió 32.000 postverdades "o mentiras".

Frente a esta situación, y su multiplicación con la aparición de las nuevas tecnologías, que "han destruido el principio de confianza en los medios de comunicación solventes, que se caracterizan por un sentido de la responsabilidad", se revela 'Morderse la lengua', bajo el paradigma aristoteliano de que "verdad es decir que lo que es, es, y lo que no es, no es" para combatir "el relativismo absoluto", que según Villanueva es "incompatible con la existencia humana y de la sociedad".

Un relativismo que, no obstante, alertó que "afecta a la configuración de la sociedad civil y a la influencia del estado y el gobierno sobre ella", confirmando que "vivimos en una etapa de pensamiento débil, de sociedad líquida y preocupada por la inteligencia emocional" cuando la inteligencia, reivindicó el exdirector de la RAE, es "comprender mediante la razón las cosas".

Inspiración "americana"

Para combatir esa situación, Villanueva publica un ensayo cuyo proceso de gestación se inicia en los Estados Unidos, donde desde los años 80 el también profesor universitario empezó a percibir "que en los campos norteamericanos estaba empezando a surgir una forma de censura atípica, que no provenía de un régimen dictatorial político o de las distintas iglesias, sino de una entidad gaseosa identificable como la sociedad civil".

"Un grupo, una tendencia o una idea que decide que algo debe ser censurado y que no se debe decir, pensar o hacer", continuó explicando el exdirector de la RAE, que enmarcó fenómenos tan actuales como el de la apropiación cultural como consecuencia de este fenómeno, y que, alertó, conduce "al posthumanismo, que quiere acabar con aquel principio sabio de la Ilustración de la igualdad de todo ser humano".

Motivos para la esperanza

No obstante, Villanueva reconoció ser "razonablemente optimista" en relación a la llegada de estos fenómenos a territorio nacional, puesto que la sociedad española "tiene algunos anticuerpos para defenderse, frente a lo sucedido con la norteamericana".

En ese sentido, apuntó que una encuesta de Metroscopia señala que más del 90 por ciento de los españoles están "totalmente en contra" de la utilización sistemática de los dobles masculino y femenino como parte del lenguaje inclusivo, así como con respecto al uso de la letra 'e' "para no ofender". "Más del 90 por ciento en absoluto aceptan esos juegos sobre algo muy serio", reivindicó.

Por ello, reiteró su optimismo y pidió, como exdirector de la RAE "respeto hacia algo que nadie ha impuesto sino los propios hablantes" como es la lengua. "Las lenguas no vienen de una decisión de una entidad poderosa o de una academia, sino que la lengua la hacen los hablantes y hay que mostrar respeto hacia la configuración gramatical de nuestro idioma", sostuvo Villanueva, que además recordó que la lengua española la hablan más de 500 millones de personas en el mundo y que "no hay entidad con suficiente poder para obligar a todos a decir 'elles'".

Y es que "tenemos sentido común lingüístico", reivindicó el ganador del premio Francisco Umbral 2021, recordando que "contra el sentido común es difícil luchar" igual que contra una RAE a la que "continuamente llegan peticiones para que se retiren palabras del diccionario" pero que sistemáticamente se niegan porque "nadie puede censurar el conjunto del patrimonio que tiene un idioma, que son sus palabras".

"Si abrimos la veda, cualquiera puede decir que esa palabra no le va", afirmó entonces Darío Villanueva, lamentando de nuevo la influencia de la corrección política, que "recuerda a épocas donde el poder ha intentado limitar la forma de expresarse de la población", dado que "la lengua es condición inherente a la libertad humana".

Durante la presentación de su obra en el Círculo de Recreo de Valladolid, durante la celebración de la Feria del Libro de la ciudad vallisoletana, Darío Villanueva estuvo acompañado por María España Suárez, presidenta de la Fundación Francisco Umbral, y por Carlos Aganzo, que como miembro del jurado del premio alabó la "calidad literaria" de 'Morderse la lengua' así como la pertinencia de los asuntos que aborda, que le acreditan como "el mejor libro del año" para la Fundación y le incluyen en una nómina de ganadores que incluye nombres tan ilustres del panorama literario como Rafael Chirbes, Santos Juliá, Mario Vargas Llosa o Elena Medel, entre otros.