El nuevo deseado de Brasil

Christian S. De la Blanca
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El mundo ya suspira por Vitor Roque, el delantero del Paranaense que con 17 años atrae las miradas del Viejo Continente

Sudamérica siempre es cuna de grandes proyectos de jugadores de fútbol, los cuales casi siempre comparten un mismo lugar común: la fantasía con el balón en los pies. Por eso, un Sudamericano sub'20 es un escaparate en el que los clubes europeos, con el dinero por castigo 'babean' mientras apuntan en sus libretas quién será el primer jugador que fichen. El primer futbolista apuntado en la agenda de muchos tras el torneo continental disputado hace unas semanas es Vitor Roque, un delantero brasileño que es el nuevo deseado en el 'planeta fútbol'.

Roque cumplirá mañana 18 años, y su club, el Athletico Panaraense, no tiene un valor fijado para dejarlo salir. Fuentes cercanas al jugador ya han afirmado que equipos de Inglaterra, Italia y Alemania han mostrado interés por el delantero. Además, tanto el Barcelona como el PSG ya habrían preguntado por él.

Todo se ha acelerado tras la conclusión del último Sudamericano sub'20, donde Roque, a pesar de ser uno de los benjamines del torneo, fue Bota de Oro junto a su compañero Andrey Santos, con seis goles cada uno. Estas cifras las logró a pesar de tener la vigilancia constante de los defensores rivales, que eran conocedores de su calidad.

«Soy diestro, pero marqué la mayoría de mis goles con la izquierda o con la cabeza», señaló el ariete de Panaraense sobre su juego tras el torneo continental. Y es que una de las principales virtudes de Vitor Roque es su íntima relación con la portería contraria, la cual suele encontrar tal y como él define, con casi cualquier superficie de su cuerpo.

A pesar de ser diestro, la pierna izquierda no la tiene para apoyarse. Igual que la cabeza no la sostiene su cuello solo para idear jugadas dañinas contra sus adversarios, también para martillear centros que suele colocar con gran precisión en las mallas.

Como pez en el agua

La principal zona de remate del brasileño es el área pequeña, donde se encuentra como pez en el agua, aunque su buena técnica de golpeo invita a pensar que coloreará en rojo puntos más alejados de la meta contraria en lo que a disparos se refiere.

Sin embargo, Roque es capaz de moverse por toda la parcela ofensiva con aparente libertad y sin que sus aptitudes se vean afectadas. Se suele desenvolver bien jugando como único punta, pero sus capacidades imaginativas la aprovecharían mejor sus equipos si le ubicaran justo por detrás de un 'nueve' referencia que distrajera los marcajes defensivos. Además, el delantero también es capaz de aclimatarse a estar más cerca de la banda.

Como buen brasileño, además de por su olfato goleador, el jugador de Paranaense destaca por su desequilibrio, el regate que tiene tanto en parado como en conducción. Más que un realizador, es un generador de fútbol, de sus botas nacen, se desarrollan y mueren jugadas provechosas para sus bloques.

Por último, el de Minas Gerais, a pesar de no tener un físico muy destacado, hace gala de un sacrificio en la presión muy llamativo a su edad. De hecho, uno de sus aspectos negativos es que se trata de un jugador que aún no es capaz de medir su implicación y sus esfuerzos, lo que provoca que sus actuaciones sean algo irregulares durante los partidos.

Mediante ese esfuerzo sin balón, Roque forzó dos penaltis en el Sudamericano sub'20 y uno de los goles que anotó en el torneo contra Ecuador.