Tan solo el 14,7% de los 183 municipios de Soria tiene alcaldesas, por lo que aunque se haya avanzado bastante respecto a la primera legislatura de la democracia cuando no había ninguna queda mucho camino por recorrer para acabar con ese techo de cristal.
Hay localidades de Soria en las que todavía no ha habido mujeres al frente de sus ayuntamientos (aunque sí candidatas en algunas), como El Burgo de Osma,Arcos de Jalón, Golmayo, Duruelo de la Sierra, Covaleda, Tardelcuende, Los Rábanos, Cidones, Cabrejas del Pinar, Almenar, Gómara, Borobia, Matamala de Almazán, San Pedro Manrique, Medinaceli, Navaleno, Langa de Duero... Pero otras muchas fueron pioneras, como Eloísa Álvarez y Encarna Redondo en Soria, Juanita Garzón en Barca, Adelina Gil en Castillejo de Robledo, Conchi Martínez en Covaleda, María Jesús Gañán en Almazán y María Jesús Ruiz en Ágreda (también presidenta de la Diputación). También han abierto el camino Ascensión Pérez en Almarza, Asunción Medrano en Vinuesa, Reyes Oliva en Berlanga,María Luisa Aguilera en San Esteban de Gormaz, Belinda Peñalba en San Leonardo de Yagüe, María José Jiménez en Garray (y vicepresidenta de la institución provincial), Milagros Tajahuerce en Morón de Almazán y Feli Gómez en Suellacabras. Mujeres rurales ejemplares.
En la actualidad, la lista se completa con Carolina Romero (Abejar), Luisa Morales (Aldealpozo), Ángeles Andrés (Aldehuela de Periáñez), Flor del Pino (Almazul), Begoña Ligos (Ausejo de la Sierra), María José Miguel (Bayubas de Arriba), Carmen Lapeña (Beratón), María Jesús Pérez (Blacos), Pilar Gil (Carabantes), Isabel Aranda (Ciria), Ana I. Sanz (Pinilla del Campo), Consuelo Barrio (Recuerda), Elisa Ortega (Rello), Lucía Sierra (Fuentearmegil), BelénSanz (Narros), Sonia Marrodán (Valdegeña), Teresa Pérez (Valdenebro) y Mercedes Rupérez (Villanueva de Gormaz) y María de la O García (Valdeavellano de Tera).
A nivel nacional en esta legislatura hay una alcaldesa por cada cuatro alcaldes, es decir, que el 78,26% son regidores (6.363) y el 21,74% son regidoras (1.768). Según el tamaño de los municipios, de 50.000 a 100.000 habitantes, las mujeres son alcaldesas en un 28%; en los de 5.000 a 10.000, el 23%; en los de 2.000 a 5.000, el 22,3%; en los de 1.000 a 2.000, el 24,3%; en los de 250 a 1.000, el 22,7%; en los de 100 a 250, el 18,31%; y en los de menos de cien, el 17,66%.
Ha habido una gran evolución, porque en la primera legislatura de la democracia (1979-1983), la mujer apenas contaba con representación, con el 1% de alcaldesas (en Soria no hubo ninguna). El 30% eran amas de casa que declaraban como actividad profesional las tareas domésticas, el 24% trabajaba en educación y el 9% en sanidad. Hoy en día las ocupaciones de las alcaldesas son mucho más variadas. Se avanzó poco a poco, ya que eran el 2% en la segunda legislatura; el 5% en la cuarta y el 10% en la sexta. Se llegó al 20% en la décima y en la actual se alcanza el 22%.
experiencias como regidoras ROMPER EL TECHO DE CRISTAL
Con motivo de la celebración de Santa Águeda el 5 de febrero, día en el que las mujeres toman el mando, El Día de Soria habla con algunas de estas alcaldesas que rompen ese techo de cristal y son ejemplo para muchas mujeres que ahora estén pensando dar el salto a la política municipal. María Luisa Aguilera lleva ocho años al frente del Ayuntamiento de San Esteban de Gormaz, un tiempo en el que ha sentido el apoyo del pueblo y las instituciones. «Se nota pero todavía hay mucho por hacer. Es verdad que sigue siendo un campo en el que no existe la necesaria paridad ni el trato igualitario hacia las mujeres», apunta refiriéndose a ese «tono paternalista» que a veces se percibe e incluso «crítica mordaz» por el hecho de ser mujer. «Ese 14,7% da idea de que esto todavía no ha alcanzado la normalidad que sería deseable», sentencia. Ella anima a las mujeres a optar a ser alcaldesas, «cuando se quiere ejercer una transformación o impulsar un proyecto, la política es el camino más adecuado».
Ascensión Pérez ha sido alcaldesa de Almarza durante seis legislaturas, por lo que es una de las más veteranas en el cargo. Opina que se ha avanzado mucho en estos últimos años y que «no tiene nada que ver» con lo que era antes. «Yo entré en 1999 (primera alcaldesa de ese pueblo) y se han ido dando pasos tremendos hacia la igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres, que tiene que seguir siendo una prioridad. Hay que seguir avanzando en ello pero yo puedo decir que no he encontrado ninguna traba por el hecho de ser mujer, todo lo contrario», apunta haciendo referencia a que «es uno de los mayores orgullos que tengo como persona, después de ser madre». Hare ferencia a la oportunidad de trabajar con un equipo, en el que también hay mujeres, «por conseguir muchos sueños colectivos y muchos retos que nos quedan por conquistar». «Todos somos iguales y lo que cuenta es el mérito, la capacidady el esfuerzo que dediquemos cada uno de nosotros», incide esta alcaldesa, quien también lanza una invitación a las mujeres para participar en la gestión y el ámbito político de los pueblos.En Almarza habrá comida de Santa Águeda y el viernes se inaugura la muestra de Diputación Mujeres y mundo rural y habrá una mesa redonda.
En Ólvega,Elia Jiménez se convirtió en la primera alcaldesa hace cuatro años, recuerda en apoyo recibido cuando decidió presentarse, «muchos vecinos se alegraron de que fuera una mujer» aunque no era algo extraño porque ya había candidatas «La figura de la mujer cada vez está más presente en cargos públicos, dirección de empresas y responsabilidad. Esa evolución de la sociedad se ve también reflejada en el ámbito político», apunta animando a mujeres a optar a estos puestos porque «es la evolución de la vida laboral y de la representatividad en los municipios». «Es una dedicación más y, por supuesto, es una oportunidad para dar visibilidad a la mujer», subraya enfatizando en que no hay que centrarse en que sea mujer y hombre, sino en tener «esa pasión y esas ganas para trabajar».
Belén Antón, alcaldesa de Muriel de la Fuente desde 2016, cree que todavía hay un «problema» porque «las mujeres están en casa y trabajando». «No es lo mismo dedicar tiempo siendo hombre que mujer a algo que, al final, es un servicio para la comunidad.Es más complicado que una mujer se pueda meter en estos berenjenales», lamenta. Sobre si las mujeres alcaldesas se unen más, asegura que «no hay distinciones en ese sentido», pero sí reconoce que las mujeres «tienen una perspectiva diferente y más global que puede aportar mucho» a los ayuntamientos y al desarrollo de los municipios. «Es muy gratificante», sentencia. Por su parte, Pilar Gil, alcaldesa de Carabantes, asegura que supone «un gran orgullo y una responsabilidad enorme, además de un reto personal». Es un compromiso para mejorar el pueblo día a día que supone «lucha, esfuerzo y mucha constancia pero, sobre todo, ilusión». El hecho de ser mujer no le ha ocasionado problemas y hace un balance muy positivo de esta legislatura. «Hemos avanzado mucho en cuanto a los tópicos de la mujer.Llevamos mucho camino recorrido pero todavía falta bastante por hacer en ámbitos generales», asegura animando a las mujeres que quieran dar ese paso a la política municipal a ser «valientes» aunque al principio asuste. Lo verdaderamente importante es luchar por nuestros pueblos.